
“He aprendido que no puedo exigir el amor de nadie. Yo solo puedo dar buenas razones para ser querido… y tener paciencia para que la vida haga el resto”. William Shakespeare.
Una relación de pareja sana debe estar enmarcada en el respeto, la confianza, la comunicación asertiva, la honestidad, capacidad para resolver conflictos y la empatía. Estas características son importantes para construir relaciones sanas. En una relación de pareja funcional, ambas personas se sienten valoradas y sienten también que pueden establecer límites claros; de esta manera se evitan las relaciones disfuncionales o insatisfactorias y podrán construir una relación más profunda con tu pareja. Los límites pueden ser físicos, emocionales y sexuales.
Los “no negociables” son esos principios, valores y condiciones que consideramos fundamentales; son como los pilares que sostienen la estructura moral y ética del individuo. Por lo tanto, son fundamentales para construir una relación saludable y duradera. Algo que no es negociable es eso que no se puede cambiar mediante discusión, es decir, que no estamos dispuestos a ceder.
Entre algunos “no negociables” tenemos:
- El amor propio: El amor propio es importante porque sienta las bases del autoconocimiento, de tus debilidades y fortalezas; también te da un indicio de esas conductas que desearías cambiar. El amor propio consiste en aceptar que ese eres tú, tal y como eres, y de esa forma debes aprender a amarte incondicionalmente. El amor propio es parte fundamental de la salud mental; por ende, es importante que sea prioridad en nuestras vidas la necesidad de autocuidado. De esta forma evitarás involucrarte en una relación marcada por el abuso, bien sea físico, verbal, psicológico o sexual. Toda persona en su vida en pareja debería sentirse emocional y físicamente a salvo con su compañero.
- La libertad: La libertad como valor y principio fundamental se define como la posibilidad de poder elegir y actuar de acuerdo con nuestra voluntad, expresarse libremente y ejercer nuestros derechos, sin sentir manipulación, coacción o imposición externa, por supuesto siempre respetando a los demás.
- La fidelidad: Concebida como una decisión consciente que se toma para establecer un vínculo de respeto y confianza dentro de una relación, la fidelidad no se da de forma natural o automática; es una construcción constante, para lo cual se requiere un gran compromiso. Cuando la infidelidad se hace presente en una relación de pareja, se ha violado la confianza que se había depositado en la pareja; esto puede generar una profunda decepción y una sensación de traición
- La comunicación saludable: La comunicación efectiva es la base para construir un vínculo valioso, un espacio de aprendizaje para crecer y ser mejores. Uno de los problemas más comunes en la vida de pareja y motivo constante de consulta terapéutica es precisamente la falta de comunicación o la comunicación inefectiva. Es crucial para el ser humano poder comunicar nuestros sentimientos, pensamientos o compartir nuestras emociones cuando estamos en una relación de pareja. Cuando expresarnos adecuadamente se hace difícil en una relación, cuando no podemos comunicar lo que sentimos o guardarlo, casi siempre termina trayendo problemas de convivencia. Las expresiones verbales o no verbales construyen realidad en nuestro entorno, la cual puede ser positiva o negativa. La falta de respeto en la comunicación, no saber escuchar, las críticas negativas o quejas, la falta de empatía, la imposición de sentimientos, pensamientos o puntos de vista, el ego. De forma constante deberíamos esforzarnos por mejorar nuestras conductas y modificar actitudes de aquello que no le hace bien a nuestra vida en pareja.
- La violencia pasivo-agresiva: también conocida como agresión pasiva. La violencia no solo se refleja a través de conductas agresivas como golpes o agresión física; esta también puede estar presente en frases o actitudes que vayan en detrimento del bienestar de la otra persona. Podemos observarla en frases como: «No, no estoy enojada/o en absoluto» con tono burlón, o «¡Fue sólo una broma, no lo tomes personal!», o hacer chistes que, aunque parezcan inocentes, están dirigidos a la persona para que se sienta ofendida; inclusive el silencio en ocasiones se puede utilizar con la intención de herir o castigar a la otra persona, el llamado “látigo de la indiferencia”.
- El respeto: Como capacidad que implica reconocer y aceptar la dignidad de las demás personas, lo cual incluye sus opiniones, deseos, creencias, derechos, comportamientos y actitudes. Toda persona merece consideración y aceptación a su individualidad como ser biopsicosocial, aunque estemos o no de acuerdo con lo que dice o su accionar. No hay respeto en la pareja cuando se presentan acciones tales como: Comentarios hirientes sobre su apariencia física, cuando se descalifica algún acto, cuando se critica en forma de burla, bien sea en privado o delante de otras personas, ignorar límites, la manipulación afectiva, la falta de honestidad que destruye la confianza y el respeto en la relación, el control constante, o invalidar los sentimientos de la pareja.
- Los sueños personales: Todos tenemos sueños por cumplir y metas que alcanzar, y tenemos derecho a tener la oportunidad de perseguir esas aspiraciones. Los sueños tienen que ver más con deseos. Nunca se debe renunciar a soñar; renunciar es la salida fácil. Las personas que renuncian a sus sueños a menudo se sienten frustradas y con baja autoestima; renunciando a tus sueños, nunca encontrarás la plenitud. Renunciar a un sueño no debe ser una opción en la vida en pareja; al contrario, la pareja idónea es aquella que te apoya, que te impulsa para que alcances tus sueños, que celebra tus logros y está ahí para ti cuando te sientas desanimada o sientas flaquear. Este apoyo creará recuerdos que profundizarán la conexión emocional en su relación, haciéndote sentir apreciada y valorada, en un espacio donde puedes ser tú misma sin miedo a ser juzgada o descalificada.
Estos “no negociables” aplican para ambos sexos. Y son fundamentales para alcanzar tus metas y construir una relación feliz y duradera.
Una pareja idónea es aquella con la cual te sientes feliz y segura, es aquella con la cual puedes compartir valores, sueños y metas, y, por supuesto, aquella con la cual puedes comunicarte de forma asertiva, efectiva y respetuosa. Cuando estés en una relación de pareja, asegúrate de que la relación saque lo mejor de ambos.
«Y sobre todas estas cosas, revestíos de amor, que es el vínculo de la perfección». Colosenses 3:14 (Reina-Valera)
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Dra. Elizabeth Rondón.
