Imagen Vicepresidencia de Colombia
En un momento cargado de memoria, identidad y reivindicación histórica, la vicepresidenta de Colombia, Francia Elena Márquez Mina, instaló en Cali el Foro Internacional “Impulsando la Justicia Económica de los Pueblos y las Personas Afrodescendientes”, con un mensaje firme y cargado de simbolismo: “Este es un paso más del reconocimiento de nuestra resistencia colectiva y de nuestros aportes para lograr una justicia económica que restaure nuestra dignidad”.
Desde el corazón del Pacífico colombiano, y en el marco del Día Nacional de la Afrocolombianidad y los 174 años de la abolición legal de la esclavitud en el país, Márquez propuso la creación de una Federación Empresarial Afrocolombiana. La idea, explicó, es abrir puertas desde las propias comunidades, generando plataformas que conecten productos, servicios y talentos afrodescendientes con mercados nacionales e internacionales. “Cada empresa que nace en nuestro territorio representa no solo empleo, sino justicia social, restaurativa, étnico-racial y de género”, afirmó.
El foro se desarrolla en el Centro de Innovación Baobab en Cali y cuenta con la participación del influyente Global Black Economic Forum (GBEF) y la Fundación Equal Chance, en una apuesta global por el intercambio de experiencias, la transferencia de buenas prácticas y la articulación de un nuevo liderazgo económico afro. En ese mismo escenario, Baobab y GBEF firmaron una carta de intención para establecer una alianza estratégica a favor del desarrollo económico de los pueblos afrocolombianos, palenqueros, raizales y negros.
La jornada se abrió con una reflexión sobre la trayectoria del GBEF en la diáspora africana, su influencia en el mundo y la necesidad urgente de consolidar alianzas que permitan transformar las economías afrodescendientes. Alphonso David, presidente del Foro, fue contundente: “Como personas negras alrededor del mundo tenemos un poder inmenso: económico, social y espiritual. Si unimos nuestras fuerzas, no hay límite para lo que podemos lograr”.
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Durante el evento también se debatieron modelos innovadores de inversión con enfoque étnico, el rol vital de las industrias culturales como el cine, la música, la gastronomía y la cosmética, y se visibilizaron las barreras estructurales —como la apropiación cultural y la desigualdad en el acceso a los mercados— que aún frenan el desarrollo económico de estas comunidades.
La vicepresidenta no solo habló de estructuras económicas, sino también de dignidad humana. Acompañó un acto de reconocimiento al agente de tránsito José Félix Angulo Cabezas, víctima reciente de racismo en Cali, y denunció el peso histórico de un legado esclavista que, según dijo, “sigue manifestándose en violencias que matan, que niegan, que invisibilizan”.
Francia Márquez fue enfática al señalar que la justicia económica no puede seguir siendo un privilegio para unos pocos. “Nos han enseñado a ver la economía como algo ajeno, mientras nuestras comunidades han sido empujadas hacia las economías de la muerte. Es hora de cambiar ese paradigma. Es tiempo de reconocer lo que sabemos hacer, lo que somos capaces de producir, lo que podemos ofrecer al país y al mundo”, expresó, convocando a una «juntanza» —una unión solidaria— como herramienta fundamental de transformación.
En la recta final de la jornada, se anunció que la alianza entre Baobab y el GBEF se enfocará en tres líneas estratégicas: fortalecimiento de economías y negocios afrodescendientes, fomento de las industrias culturales negras, y creación de un Foro Económico Afrodescendiente que articule redes de liderazgo económico en Colombia y más allá.
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El foro internacional continuará este jueves con nuevas conversaciones sobre creatividad, emprendimiento, liderazgo intergeneracional y los primeros pasos hacia la materialización de la propuesta estrella de la mandataria: una Federación Económica Afrocolombiana que, con visión internacional, pueda transformar no solo la economía, sino también el lugar que ocupan las comunidades afro en la historia y en el futuro del país.
Una cita que ya no es solo un evento, sino una declaración de principios. Un grito colectivo que atraviesa continentes y que exige, desde el sur global, una economía con rostro, memoria y justicia.
carloscastaneda@prensamercosur.org
