

Lena Estrada Añokazi, ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible
En un mundo que enfrenta una crisis ambiental sin precedentes, Colombia ha decidido no ser espectadora, sino protagonista. Desde la Cancillería de Panamá, en un acto cargado de simbolismo y compromiso, la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Lena Estrada Añokazi, asumió la Presidencia Pro Tempore del Corredor Marino del Pacífico Este Tropical (CMAR), una de las alianzas de conservación oceánica más importantes del planeta.
El CMAR, conformado por Colombia, Panamá, Ecuador y Costa Rica, protege un extenso corredor marino de más de dos millones de kilómetros cuadrados, un santuario de vida que conecta diez áreas marinas protegidas de altísimo valor ecológico, como las islas Galápagos, Coiba, Gorgona y Malpelo. Estos territorios, unidos por rutas migratorias de tiburones, ballenas, tortugas y aves marinas, son hoy el último refugio de más de 160 especies endémicas y migratorias, muchas de ellas amenazadas de extinción.
Durante su discurso de asunción, la ministra Estrada no solo recibió el mando: trazó una hoja de ruta ambiciosa, consciente del enorme desafío que implica proteger un océano cada vez más agobiado por la contaminación, la sobreexplotación y el cambio climático. «Hoy, nuestros mares son testigos de un drama silencioso. Cerca de 200 millones de toneladas de plástico los contaminan, reduciendo su capacidad para enfrentar el cambio climático y poniendo en jaque la vida que albergan», señaló. Su llamado, claro y sin concesiones, instó a los países miembros del CMAR a liderar un tratado global que frene la contaminación plástica desde su origen, atacando la producción y el consumo desmedido. Pero su visión fue más allá de las amenazas ambientales. Estrada subrayó que la conservación debe ir de la mano con la justicia social. «Proteger el océano no es suficiente si olvidamos a quienes viven de él. Las comunidades costeras, muchas de ellas étnicas e históricamente marginadas, deben ser protagonistas de este esfuerzo. No habrá éxito si no trabajamos junto a ellas, reconociendo su sabiduría y fortaleciendo su derecho a un futuro digno», afirmó con firmeza.

Lena Estrada Añokazi, ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible
En este sentido, la ministra destacó que bajo la presidencia colombiana se promoverá un enfoque que territorialice los beneficios del CMAR, llevando desarrollo sostenible, educación ambiental y oportunidades reales a las poblaciones que históricamente han sido guardianas invisibles de estos territorios marinos.
El desafío de garantizar la sostenibilidad financiera del Corredor también fue parte central de su intervención. Estrada anunció que se redoblarán esfuerzos para construir alianzas internacionales y asegurar recursos que permitan fortalecer las capacidades locales, impulsar la investigación científica y blindar estos ecosistemas frente a las amenazas que los acechan.
A su lado, el director de Parques Nacionales Naturales de Colombia, Luisz Olmedo Martínez, reafirmó el compromiso del país de compartir su experiencia en la gestión de áreas marinas protegidas. «Nuestras reservas son auténticos laboratorios vivos donde ciencia, conservación y participación comunitaria se entrelazan. Colombia aportará esta riqueza de conocimiento para consolidar al CMAR como un modelo global de cooperación ambiental», señaló.
El Corredor Marino del Pacífico Este Tropical, creado en 2004, es mucho más que una suma de áreas protegidas. Es un puente vivo que conecta ecosistemas, pueblos y culturas. Es un testimonio de lo que puede lograrse cuando las fronteras nacionales se disuelven frente a un propósito superior: salvaguardar la vida en todas sus formas.
Hoy, ante un planeta que exige acciones urgentes y profundas, Colombia no solo asume un liderazgo formal; abraza una responsabilidad histórica. En el azul infinito del Pacífico, donde migran gigantes marinos y pequeñas criaturas invisibles, la voz de Colombia resuena como un llamado: proteger el océano no es una opción, es un deber con la humanidad, con la naturaleza y con las generaciones que vendrán.
Cuidar el océano es cuidar la vida. Y en esa tarea, Colombia ha decidido estar a la altura de los tiempos.
carloscastaneda@prensamercosur.org
