En un contexto de crecientes tensiones comerciales a nivel mundial, Paraguay busca afianzar sus lazos políticos y económicos con sus vecinos del Mercosur, particularmente Brasil y Argentina. Este enfoque estratégico, según el ministro de Economía y Finanzas, Carlos Fernández Valdovinos, es clave para mitigar los efectos de las políticas arancelarias de Estados Unidos y fortalecer la economía del país.
El Mercosur, uno de los bloques comerciales más proteccionistas del mundo, se presenta como un escudo ante las disrupciones globales a corto plazo. En una reciente entrevista, Fernández subrayó la importancia de la integración regional en Sudamérica como respuesta a los desafíos comerciales que se presentan desde el norte. «Si ya no podemos comerciar de sur a norte, empecemos a comerciar de sur a sur», afirmó.
A pesar de las barreras comerciales internas y el temor a abrir sectores manufactureros frágiles a la competencia externa, el Mercosur ha dado pasos significativos hacia nuevas alianzas. Un ejemplo destacado es el acuerdo comercial con la Unión Europea, concretado en diciembre tras más de veinte años de negociaciones.
,La reciente política arancelaria de Donald Trump ha llevado a los países del Mercosur a flexibilizar algunos aranceles externos comunes, permitiendo mayor adaptabilidad en futuras negociaciones o represalias. El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha renovado los llamamientos para fortalecer los lazos económicos dentro de América Latina como contrapeso a la guerra comercial entre EE.UU. y China.
Con una economía valorada en US$45.000 millones, Paraguay depende en gran medida del comercio con Argentina y Brasil, que juntos representaron el 63% de sus exportaciones el año pasado. Aunque las decisiones comerciales de EE.UU. generan incertidumbre, Fernández enfatizó que Paraguay es más vulnerable a lo que ocurre en su vecindario inmediato. «Dadas nuestras relaciones comerciales y la integración económica con ellos, la volatilidad en esos dos países tiene mucho más peso que la que pueda venir desde EE.UU.», señaló.
El Mercosur está en camino de firmar un acuerdo de libre comercio con los Emiratos Árabes Unidos antes de finales de 2025. Además, debido a un arancel del 10% que impacta la competitividad de la carne paraguaya en EE.UU., el país está explorando nuevos mercados como Corea, Japón y Taiwán.
Desde la pandemia, Paraguay ha sido una de las economías de más rápido crecimiento en la región, aunque cerca del 20% de su población vive en la pobreza. A pesar de los riesgos globales derivados de la guerra comercial de Trump, el banco central paraguayo revisó al alza su pronóstico de crecimiento para este año, del 3,8% al 4%.
En el ámbito financiero, Paraguay alcanzó su primera calificación de grado de inversión el año pasado cuando Moody’s elevó su nota a Baa3 desde Ba1, con perspectiva positiva. Fernández reiteró que el gobierno busca reducir el déficit fiscal al 1,9% del PIB este año y al 1,5% para fines de 2026.
El país ha optado por buscar financiamiento en el mercado local durante el resto de 2025, evitando competir con el sector privado en los mercados internacionales. Los bonos en dólares de Paraguay han rendido un 0,5% este año, por debajo del promedio de sus pares emergentes.
En cuanto a su relación con Taiwán, Paraguay es uno de los pocos países que mantiene relaciones diplomáticas con la isla. Sin embargo, esta alianza limita su capacidad para comerciar con China, resultando en un déficit comercial significativo con la potencia asiática. «No tenemos problema en firmar un acuerdo de libre comercio con China», expresó Fernández. «El único asunto es que queremos elegir con quién vamos a tomar una cerveza. Queremos elegir a nuestros amigos. Somos amigos de Taiwán».
En conclusión, Paraguay se encuentra en una encrucijada estratégica donde busca equilibrar sus relaciones internacionales y fortalecer sus alianzas regionales para enfrentar los desafíos económicos globales actuales y futuros.