

“Tanto si crees que puedes como si crees que no puedes, estás en lo cierto”, Henry Ford.
Toda creencia radica en nuestra mente, la mente construye creencias a través de la experiencia y la información que procesamos, creando redes neuronales que las sustentan. Las creencias limitantes, son pensamientos recurrentes que nos convencen de que no somos capaces, no podemos o no merecemos algo.
Es decir, nuestras CREENCIAS sobre ideas que hemos considerado como ciertas, por lo tanto, ACTUAMOS en concordancia a esa creencia, REFORZANDO constantemente esas creencias, y el RESULTADO va a estar condicionado por esas creencias, situaciones vividas, palabras o acciones de figuras importantes, creando así un círculo vicioso y mal adaptativo de la realidad. Las creencias limitantes son pensamientos o ideas que nos bloquean, que nos impide lograr nuestras metas en todos los ámbitos de nuestra vida, convirtiéndose en obstáculos mentales que nos incapacitan para alcanzar nuestro potencial completo. Las creencias limitantes se van acumulando en nuestra mente subconsciente desde la infancia, influenciadas por el entorno donde nos desarrollamos, incluye la cultura, religión, educación, paradigmas familiares, sistema de creencias familiares, tipos de apego y las heridas emocionales.
Cabe destacar que, en menor o mayor cuantía, estas son creencias que todos tenemos, que aparecen de vez en cuando, y nos bloquean, impidiéndonos avanzar.
Hay cientos de creencias. A continuación, voy a darte algunos ejemplos de las creencias limitantes más frecuentes. Seguro que te identificaras con alguna.
Ejemplo de algunas creencias limitantes:
- No puedo… “aprender”, “hablar en público”, “aprobar una asignatura”, “tomar decisiones”, “confiar en nadie” …
- No merezco… “ser amado”, “ser promovido de curso”, “ser ascendido en el trabajo” …
- No soy capaz de… “aprender algo nuevo,” “comenzar de nuevo”, “estar en otro lugar”, “empezar en otro trabajo”, “intentar con otra pareja” …
- No tengo derecho a… “ser feliz”, “expresar mis opiniones o los demás se pueden molestar”, “descansar”, “quejarme”, “cometer errores”
- No debo…»No debo expresar mis sentimientos» «No debo mostrar debilidad»…
- Debo…»debo estar a la altura de las expectativas de los demás» “Debo ser buena persona para ser apreciado(a)”…
- Es imposible…” vivir tranquilo”, “ser rico y buena persona a la vez”, “que encuentre una pareja que me trate bien”, “que alguien me valore por lo que soy y no por interés” …
- Es difícil…”ser feliz”, “perdonar”, “encontrar una buena pareja”, o “sentirse realizado (a)” …
¿Cómo cambiar las creencias limitantes?
El primer paso para modificar esas creencias limitantes que no nos permite avanzar hacia la meta deseada, es identificarla. Estas creencias suelen estar profundamente arraigadas en nuestra forma de pensar y se expresan en nuestro diálogo tanto interno como externo.
Esto lo puedes lograr a través de la autobservación, presta atención a tu dialogo interno, la forma en que hablas contigo mismo. Anota las afirmaciones o frases que suenan negativas o restrictivas, para llevar un diario de control y seguimiento.
Una vez que te hayas hecho consciente, comienza a modificar paulatinamente cada pensamiento, cada palabra, cada acción que te haga volver a la conducta que deseas modificar. Por ejemplo: el pensamiento inconsciente te dice: “estoy muy vieja para aprender un nuevo idioma,” inmediatamente te hagas consciente de esa creencia limitante debes modificarla por un pensamiento positivo. Este proceso de autoconocimiento te permitirá reemplazar progresivamente las creencias limitantes, permitiéndote sentir confianza, seguridad y a fortalecer tu autoestima. Este ejercicio constante puede ayudarte a alcanzar tus metas, superar obstáculos y vivir una vida más plena y feliz.
Por otro lado, y en contraposición a las creencias limitantes, están las creencias potenciadoras que, en lugar de limitar, detener o paralizar, estas creencias fortalecen la confianza de las personas, permitiéndoles desarrollar el potencial personal y a alcanzar metas, estas creencias nos impulsan a crecer, a avanzar. Las creencias potenciadoras, no podemos confundirlas con el positivismo toxico, el cual consiste en esconder o enmascarar las verdaderas emociones fingiendo que todo está bien. El positivismo toxico también se puede identificar en frases como: “piensa lo bueno y se te dará,” “todo estará bien”, “hay que ser positivos” o similares, minimizando o invalidando las experiencias propias o de otras personas. Toda creencia potenciadora comienza con un dialogo interno positivo.
Características de las creencias potenciadoras
- Pensamientos positivos que ayudan a avanzar de forma sistemática y consciente hacia un objetivo planteado.
- Mentalidad de crecimiento a través de la capacidad de vencerse a si mismo, aprender de los errores en lugar de quedarnos estancados en fracasos rotundos.
- Gracias a las creencias potenciadoras, una persona puede desarrollar todo su potencial, y utilizar los recursos necesarios para alcanzar la meta.
Identificar y cambiar las creencias limitantes por creencias potenciadoras es fundamental para desarrollar una visión positiva de sí mismos y del mundo, alcanzar su máximo potencial, y construir relaciones saludables y estables, y por ende sentirse realizado y feliz.
Proverbios 4:23: «Ante todo, cuida tus pensamientos porque ellos controlan tu vida.»
Elizabeth Rondón.
Dra. En ecología del desarrollo humano.
