RADIO MERCOSUR - 24 HORAS EN VIVO

6 pasos para crecer en humildad

Comparta nuestras noticias

Un amigo me pregunto: «¿Por qué piensas, escribes y reflexionas tanto sobre el tema de la humildad?». Mi respuesta fue: «Porque soy orgulloso».

¿Qué tan importante es la humildad para ti? Madurar en esta virtud distintiva de la vida cristiana se ha convertido en un reto más grande para los hijos de Dios en la actualidad, porque vivimos en medio de una generación que aplaude la jactancia y se burla de la mansedumbre.

La humildad es una virtud necesaria y urgente para nuestros días y, por tanto, digna de ser perseguida con el fin de exaltar a nuestro Creador y Salvador. La pregunta entonces es: ¿Cómo podemos crecer en humildad? El Salmo 19 ofrece una respuesta.

Mientras apunta a la creación y la ley, este salmo presenta un panorama propicio para extraer enseñanzas colaterales que impactan directamente en nuestro carácter. Extraje seis pasos para crecer en humildad de la progresión de este cántico de David. Mi deseo es animarte a buscar y vivir practicando esta virtud.

,

Paso 1: Reconoce la gloria de Dios (Sal 19:1-6)

David comienza desplegando la verdad de que «los cielos proclaman la gloria de Dios» (v. 1). Reconocer esa verdad precisa y fundamental provee el cimiento apropiado para desarrollar un compromiso con el crecimiento en la humildad.

Piénsalo: cuando te paras frente a la naturaleza y das una buena vista, sus cualidades y belleza te causan asombro. Tal impresión habla de la majestad de Dios como Creador y Dueño. Considero que este es el primer paso para crecer en la virtud de la humildad, porque nos hace entender que Él, como Propietario, establece los estándares para la existencia. Nosotros debemos someternos a Su soberanía.

Como las ramas de los árboles se sujetan a la dirección del viento, los cristianos nos sujetamos en humildad a la gloria del Creador mientras vivimos en Su universo. Reflexionar sobre esta verdad es como agua para regar el cultivo de la mansedumbre.

Paso 2: Exponte a la sana Palabra de Dios (Sal 19:7-11)

Mientras que la creación revela de forma general la divinidad y el poder de Dios, la ley o la Palabra de Dios escrita nos deja ver Su carácter en formas más específicas. Las características de la ley, indicadas por David, son un reflejo de Dios: Perfecto, Seguro, Recto, Puro, Limpio, Verdadero, Justo, Deseable (vv. 7-10). Estas cualidades divinas aparecen por todas las Escrituras, aunque están especialmente ilustradas en el evangelio.

Es imposible crecer en humildad si no clamamos a Dios, fuente de toda transformación, para que Su Espíritu actúe en nosotros

Cuanto más aprendemos sobre lo que Dios hizo por nosotros en Cristo, más cultivamos la humildad. Por ejemplo, el apóstol Pedro aplica el evangelio a la relación matrimonial, animando a las esposas a ser mujeres con una conducta movida por un espíritu humilde y apacible, y a los esposos a ser humildes y comprensivos (1 P 3:4, 7). La razón por la que debemos tener estas actitudes, afirma Pedro, es el evangelio: «Porque también Cristo murió por los pecados una sola vez, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, muerto en la carne pero vivificado en el espíritu» (‭‭v. 18‬).

Esto demuestra que, cuando nos exponemos a la sana Palabra de Dios, encontramos enseñanzas, consejos y amonestaciones (Sal 19:11) que el Espíritu usa para cultivar la humildad en nosotros.

Paso 3: Reconoce tu tendencia a ser orgulloso (Sal 19:12-13)

David ora a Dios para que lo proteja de «pecados de soberbia» (v. 13). Es interesante que su petición presupone y reconoce que hay soberbia y orgullo en él.

De la misma manera, los cristianos deberíamos entender que, por causa de la caída y nuestro pecado, la tendencia al orgullo en nuestro corazón hará su aparición tarde o temprano. De hecho, es más frecuente de lo que quisiéramos admitir. Por tanto, delante del Señor, seamos sinceros y reconozcamos nuestra necesidad y debilidad.

Ser honestos agrega valor a nuestro caminar cristiano, porque es un componente necesario para nuestra vida de piedad y humildad.

Paso 4: Ora por humildad (Sal 19:12-13)

David sabe que peca en ocasiones de forma consciente y en otras de forma inconsciente (v. 12). De ahí que su oración no solo reconoce su orgullo, sino también su necesidad de cultivar la piedad y la integridad.

Jesús insta a Sus seguidores a aprender de Su persona al incorporar la mansedumbre y humildad en su caminar cristiano (Mt 11:29). Es imposible crecer en humildad si no clamamos a Dios, fuente de toda transformación, para que Su Espíritu actúe en nosotros de tal forma que progresemos en ser sanos de corazón para agradar al Padre.

Ora sin cesar por humildad y, mientras tanto, espera pacientemente a tu Dios.

Paso 5: Evalúa el orgullo en tu hablar y meditar (Sal 19:14)

Qué bella es la prosa de David al expresar: «Sean gratas las palabras de mi boca y la meditación de mi corazón delante de Ti, / Oh SEÑOR, roca mía y Redentor mío» (v. 14).

Lo que expresamos es un indicador de lo que pensamos o, al menos, de cómo pensamos. Sin embargo, la manera en que hablamos y reflexionamos debe ser transformada, si queremos crecer en humildad. Para ello, es necesario estar atentos de lo que cruza por nuestra mente y que luego sale por nuestra boca.

Si vigilamos nuestras palabras y meditaciones, se facilita el camino para un cambio genuino, de la mano del Espíritu

Cuanto más atentos estemos a estos aspectos de nuestra vida, mejor podremos identificar los pensamientos y las declaraciones que estén bañadas por el orgullo. Si vigilamos nuestras palabras y meditaciones, se facilita el camino para un cambio genuino, de la mano del Espíritu, quien nos lleva a parecernos más a Cristo.

Paso 6: Crece en reverencia al Señor (Sal 19:14b)

Hace poco escuché a alguien preguntar a un pastor popular: ¿Cómo se cultiva la humildad? Su primera respuesta fue: conociendo y, por tanto, creciendo en temor a Dios. Pienso que es una respuesta correcta. No hay otra manera de iniciar nuestro trabajo para ser más humildes que conociendo a Dios y Su carácter. Eso es coherente con la canción de David, la cual señala a Dios tanto en la creación como en la ley.

Cuando conocemos y recordamos la inmensidad de Dios, somos empequeñecidos. ¡Claro! ¿Qué criatura puede sentirse grande ante la majestad del Creador y Redentor del mundo? Esta respuesta de la mente y el corazón nos coloca donde debemos estar: rendidos ante nuestro Señor, nuestra Roca y Redentor (v. 14).

Ningún otro rasgo es tan imprescindible cultivar en nuestra época como la humildad. Así que, medita continuamente en la Palabra de Dios con la confianza de que el Espíritu la utilizará para hacerte más parecido al carácter manso y sencillo de nuestro Salvador.

Haz que la humildad se convierta en tu meta espiritual y dispón tu corazón a buscarla de manera consciente e intencionada, tal como Dios desea.

 

​Leo Meyer

Fuente de esta noticia: https://www.coalicionporelevangelio.org/articulo/pasos-crecer-humildad/

También estamos en Telegram como @prensamercosur, únete aquí: https://t.me/prensamercosur Mercosur

Recibe información al instante en tu celular. Únete al Canal del Diario Prensa Mercosur en WhatsApp a través del siguiente link: https://www.whatsapp.com/channel/0029VaNRx00ATRSnVrqEHu1W


Comparta nuestras noticias


En que te puedo ayudar?
×