

En el contexto actual de tensiones comerciales globales, Brasil ha logrado ampliar sus exportaciones de minerales estratégicos hacia China, consolidando una relación comercial cada vez más robusta entre ambos países. Esta expansión se produce en medio de una política arancelaria estadounidense que ha incentivado a varios países a buscar nuevos mercados, impactando la dinámica económica mundial.
Durante el primer trimestre de 2025, las exportaciones brasileñas de cobre hacia China alcanzaron cifras récord. Según datos oficiales divulgados recientemente, el país asiático importó un total de 331 millones de dólares en cobre brasileño entre enero y marzo, lo que representa un incremento del 180% en comparación con el mismo período del año anterior. China se ha convertido en el principal destino para este producto, absorbiendo el 35% del total exportado.
Este crecimiento en las ventas de cobre se debe en gran medida a la creciente demanda de insumos relacionados con la industria de energías renovables. Otros materiales vinculados a este sector también mostraron un desempeño positivo durante el trimestre: las exportaciones de manganeso aumentaron un 310%, las de ferroníquel subieron un 253%, y las ventas de cobre afinado y aleaciones de cobre avanzaron un 56%. Asimismo, las obras de nióbio crecieron un 35% y el ferronióbio tuvo un incremento del 13%.
Además, Brasil ha incrementado notablemente sus exportaciones de compuestos de metales de tierras raras, como el itrio y el escandio. En el primer trimestre se embarcaron 419 toneladas, una cantidad siete veces mayor que la registrada durante todo el año 2024.
En paralelo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció una investigación sobre la posibilidad de imponer nuevas tarifas a todas las importaciones de minerales críticos provenientes de China. Este movimiento podría fortalecer aún más la colaboración entre Brasil y China en el sector minero.
En el ámbito de productos manufacturados, las exportaciones brasileñas hacia China también han mostrado un crecimiento significativo. Las ventas de torneiras y válvulas aumentaron casi 13 veces, alcanzando los 35 millones de dólares. Por otro lado, las exportaciones de aparatos mecánicos experimentaron un incremento aún más notable: casi 100 veces mayores que en el primer trimestre del año anterior, con un valor total de 23 millones de dólares.
Por el lado de las importaciones, Brasil adquirió una plataforma petrolera china en febrero, lo que modificó temporalmente la composición del listado de importaciones provenientes de China, situando este artículo en la cima.
Las importaciones brasileñas de paneles solares chinos también crecieron un 13% durante el trimestre, alcanzando el mayor volumen histórico para este período. Otro aspecto destacado fue el aumento del 625% en las importaciones de fertilizantes con fósforo y nitrógeno, que llegaron a las 265 mil toneladas —un récord trimestral.
A pesar del avance en sectores estratégicos, las exportaciones totales de Brasil hacia China disminuyeron un 13.4% en el primer trimestre, sumando un total de 19.8 mil millones de dólares. Esta caída es la primera para este período desde 2015.
Por otro lado, las importaciones de productos chinos crecieron un 35%, alcanzando los 19 mil millones de dólares —un récord para el trimestre. Con ello, tras un déficit comercial de 3.2 mil millones de dólares en los dos primeros meses de 2025, Brasil logró revertir la situación y cerró el trimestre con un superávit comercial de 700 millones de dólares con China.
Este cambio en la balanza comercial refleja una transformación en las relaciones económicas internacionales, donde China emerge como un socio cada vez más relevante para los países latinoamericanos. La dinámica actual plantea interrogantes sobre el futuro de la política comercial estadounidense y su impacto global. Como resultado, los países sudamericanos y latinos han comenzado a diversificar sus relaciones comerciales, aprovechando nuevas oportunidades en mercados emergentes como el chino.
