Carlos Fajardo Columnista Prensa Mercosur- @CarlosFajardila «Fastidiardo»
Los hallazgos escandalosos en relación con el uso y abuso de los dineros de la salud en las Empresas Promotoras de Salud (EPS) demuestran el grado de sofisticación del despojo,
La desaparición de las reservas técnicas, el manejo oscuro, acaparamiento y retención criminal de los medicamentos, el pago inoportuno a las IPS por parte de las EPS, el manejo tarifario leonino y las inexcusables preferencias con las IPS propias en el marco de la integración vertical, son alguno de los aspectos que durante el gobierno del Dr. Gustavo Petro Urrego se han puesto en evidencia de manera documentada y técnica.
La última cereza para ese pastel hediondo y putrefacto del fraude a la salud han sido los hallazgos revelados en el manejo de las cuentas de la Nueva EPS, como si fuera poco la más grande del país.
,Hoy se conoce el emplazamiento judicial a los altos directivos de la Nueva EPS, específicamente a quien fuera su presidente por muchos años, el doctor José Fernando Cardona a quien la FISCALÍA GENERAL DE LA NACIÓN imputó los delitos de falsedad en documento privado, fraude procesal, omisión de control de recursos de la salud y peculado por apropiación.
De la misma manera fueron imputados otros tres altos exdirectivos de esa entidad: Juan Carlos Isaza Correa, exvicepresidente financiero; Edgar Pedraza Castellanos, exgerente de contabilidad; y Fabio Antonio Peralta Núñez, exgerente de cuentas médicas a quienes les endilgan los delitos de falsedad en documento privado, fraude procesal, omisión de control de recursos de la salud.
Llama la atención que, por ahora, no hay requerimientos a los miembros de la junta directiva de esa importante EPS, lo que sospechosamente se empieza parecer mucho con lo acontecido con el señor Carlos Palacino, expresidente de la fallida EPS SaludCoop.
Malos manejos, fraudes, ocultamiento de pruebas, depredación de los recursos de la salud: Eso fue lo que hicieron durante 30 años con la salud de los colombianos. La debacle de SaludCoop y los, en total, 24 años de prisión a Carlos Palacino no los inmutó. Sabían que habían organizado todo de manera que, a través de caminos retorcidos, garantizaran su impunidad.
Sin embargo, no contaban con la llegada de un gobierno que inmerso en la crisis profunda del sistema, en lugar del “tapen – tapen” y el giro irresponsable de más y más recursos, decidiera investigar a fondo las truculencias del sistema orquestado a través de la inicua ley 100.
Nueva EPS es apenas, tristemente, otra muestra, claro, significativa de la corrupción del sistema.
Ya llegarán los hallazgos purulentos en Sanitas, Compensar, Famisanar y demás EPS actualmente, como nunca antes, sometidas a una severa auditoría.
Llama, sin embargo, la atención e indigna que aun así pretenden cínicamente culpar a quien los puso en evidencia de su desfalco y robo monumental.
Ya sabemos quiénes están detrás de eso: Son los mismos de siempre, apellidos de alta alcurnia que siempre han sido sinónimo de maniobras retorcidas, “paladines” del despojo y la corrupción: Vargas Lleras, Uribe, Pastrana y tantos otros.
Carlos Palacino fue un idiota útil y un conveniente chivo expiatorio, nos hicieron creer que fue él solo el genio perverso que tramó el asalto a SaludCoop, pero los actores en la sombra quedaron en la más oscura impunidad. Esperamos que eso mismo no suceda con los cuatro imputados hoy por la Fiscalía y que las investigaciones lleguen a quienes, en últimas, se beneficiaron del desfalco
Y es que las investigaciones deben apuntar hacia los verdaderos y últimos responsables: Eso los tiene muy preocupados, es para ellos fundamental que la investigación se detenga y, para ellos, qué mejor que, validos de la campaña de descrédito orquestada desde la prensa con bitácora política en contra del actual gobierno, dar el zarpazo y volver al poder en 2026.
¿Será que el pueblo lo permitirá?
Un pueblo que omitió votar la consulta anticorrupción, el mismo que derrotó en las urnas el plebiscito por La Paz, no deja dudas de su ingenua vulnerabilidad a la propaganda del establecimiento.
Amanecerá y veremos.