

Se tratan de cocinas eficientes diseñadas para mejorar la calidad de vida de familias rurales y reducir las emisiones contaminantes. En ese contexto, el Gobierno presentó los avances del modelo Tata Piriri, cuya validación técnica se encuentra en etapa final.
La innovadora cocina es impulsada a través del Proyecto PROEZA y con el apoyo técnico de la FAO.
El uso de leña en estos equipos busca ser más eficiente y menos perjudicial para la salud, al reducir la exposición al humo y facilitar la preparación de alimentos. “El desafío es realizar una transición gradual hacia un uso más limpio de la leña. Estas cocinas pasaron por años de pruebas y ajustes”, explicó Gustavo Cazal, director de Energías Alternativas del VMME.
Como parte de este proceso, el Viceministerio de Minas y Energía (VMME) del MOPC solicitó el acompañamiento del Instituto Nacional de Tecnología, Normalización y Metrología (INTN) para verificar el cumplimiento de los estándares técnicos del equipo, desarrollado con apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Se desarrollaron y perfeccionaron dos prototipos. Entre los avances técnicos se destacan la optimización de la chimenea y una estructura más práctica y móvil. “Aunque es un producto sencillo, cambiará vidas”, afirmó Lira Giménez, directora del INTN, quien resaltó la sostenibilidad del diseño como clave para su impacto a largo plazo.
Las cocinas, elaboradas con materiales refractarios y hierro fundido, ofrecen una cocción más segura, higiénica y eficiente gracias a su cámara de combustión, que distribuye el calor de forma uniforme.
En una primera etapa, las cocinas serán instaladas en comunidades indígenas y campesinas de seis distritos de San Pedro y Canindeyú, donde ya se implementa el Proyecto PROEZA. La meta es beneficiar a hogares vulnerables mediante tecnologías accesibles y adaptadas a sus necesidades.
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