

La compañía Tesla, liderada por Elon Musk, atraviesa uno de los momentos más difíciles de su historia reciente. Las ventas de sus vehículos eléctricos han caído al nivel más bajo de los últimos tres años, mientras que el precio de sus acciones continúa desplomándose en los mercados financieros. Este panorama ha generado preocupación entre inversores y analistas, quienes cuestionan la capacidad del gigante automotriz para recuperarse.
Durante el primer trimestre de 2025, Tesla entregó cerca de 337,000 unidades, cifra que representa una disminución del 13% en comparación con el mismo período del año anterior. La empresa atribuyó esta caída a la transición hacia una nueva versión de su modelo más popular, aunque los expertos sugieren que hay factores adicionales que están afectando negativamente sus resultados.
Uno de los principales desafíos que enfrenta Tesla es la creciente competencia en el mercado de vehículos eléctricos, especialmente por parte de BYD, una empresa china que ha ganado terreno rápidamente. BYD ha logrado posicionarse como un competidor formidable gracias a su enfoque en tecnología avanzada y precios competitivos, lo que ha llevado a muchos consumidores a optar por sus modelos.
Más allá de los desafíos comerciales, el activismo político de Elon Musk ha generado controversia y críticas. Actualmente, el empresario ocupa un puesto en el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés) bajo la administración del presidente Donald Trump. Esta colaboración ha sido objeto de protestas y boicots en diversas partes del mundo, lo que ha afectado la imagen de Tesla.
En los últimos meses, Musk ha estado involucrado en actividades políticas que han sido percibidas como incompatibles con los intereses comerciales de la empresa. Por ejemplo, su apoyo financiero a candidatos republicanos y su participación activa en iniciativas gubernamentales han generado descontento entre consumidores y grupos sindicales.
Ross Gerber, uno de los primeros inversores de Tesla y antiguo defensor de Musk, expresó su preocupación en redes sociales: «Estos números son pésimos. Tesla está en colapso y puede ser que no se recupere». Gerber incluso instó al consejo de administración de la compañía a considerar la destitución de Musk como director ejecutivo.
La incertidumbre sobre el futuro de Tesla también ha tenido un impacto significativo en el valor de sus acciones. Desde principios de 2025, los títulos de la empresa han perdido más de un cuarto de su valor. Según Dan Ives, analista financiero de Wedbush, «cuanto mayor es el involucramiento político [de Musk] con el DOGE, más sufre la marca Tesla».
La situación ha llevado a instituciones como la Controladuría de la ciudad de Nueva York a evaluar posibles acciones legales contra la compañía. En un comunicado reciente, Brad Lander, actual controlador de la ciudad, señaló que los fondos de pensión públicos vinculados a su oficina han registrado pérdidas superiores a los 300 millones de dólares debido a la caída del precio de las acciones de Tesla.
Por otro lado, Randi Weingarten, presidenta de la Federación Americana de Profesores, instó a los gestores financieros a revisar sus inversiones en Tesla y tomar medidas para proteger los activos destinados a jubilaciones. En su opinión, las distracciones políticas de Musk están llevando a la empresa hacia un «precipicio financiero».
A pesar del panorama sombrío, Tesla ha intentado tranquilizar a sus inversores al afirmar que los recientes datos de ventas «no deben considerarse como un indicador definitivo» del desempeño financiero trimestral. La compañía planea publicar un informe completo con resultados detallados el próximo 22 de abril.
En este documento se incluirán factores como el precio promedio de venta, los costos operativos y las variaciones cambiarias. Además, Tesla señaló que la producción del SUV Model Y fue suspendida temporalmente desde enero, lo que podría haber influido en las cifras más recientes.
Sin embargo, muchos analistas consideran que los problemas actuales van más allá de cuestiones operativas. La percepción negativa sobre Elon Musk y su involucramiento en temas políticos podría seguir afectando la confianza del mercado y dificultar una recuperación sostenida.
Tesla enfrenta una crisis multifacética que combina desafíos comerciales, competencia externa y controversias relacionadas con su líder. Aunque la empresa tiene previsto divulgar datos financieros más detallados en las próximas semanas, los inversores y analistas permanecen cautelosos ante el futuro incierto de la compañía.
El liderazgo de Elon Musk continúa siendo objeto de debate. Mientras algunos exigen su salida como CEO para proteger los intereses comerciales de Tesla, otros esperan que logre redirigir sus esfuerzos hacia la estabilidad y el crecimiento empresarial. Por ahora, la marca se encuentra en una encrucijada crítica que definirá su rumbo en los próximos años.
