

Noruega, conocida por sus impresionantes fiordos y paisajes naturales, también es un país profundamente arraigado en sus tradiciones culturales. Una de las más destacadas es su vestimenta tradicional, reflejo de una rica historia, diversidad regional y un vivo orgullo nacional. Más allá de su valor estético, estos atuendos simbolizan identidad, pertenencia y una conexión con el pasado que se mantiene viva hasta hoy.
En este artículo vamos a adentrarnos en el fascinante mundo de la vestimenta tradicional noruega. Exploraremos en profundidad los famosos Bunads, los coloridos kofte del pueblo sami, las tradiciones asociadas al uso de estos trajes, su evolución histórica y todo lo que necesitas saber si estás interesado en conocer o incluso adquirir uno.
El Bunad: símbolo de identidad nacional
El Bunad es el traje tradicional noruego por excelencia, considerado una especie de “uniforme” folklórico utilizado en todo el país. Aunque tiene raíces comunes, cada región de Noruega cuenta con su propio diseño, colores y bordados específicos que reflejan la identidad local. Estos trajes no solo se usan como atuendos festivos, sino que están cargados de simbolismo: lucir un Bunad es una forma de rendir homenaje a los antepasados y a las tradiciones propias de cada zona del país.
Los Bunads se utilizan principalmente en eventos señalados como bodas, bautizos, confirmaciones, graduaciones y, sobre todo, en el Día de la Constitución Noruega, celebrado el 17 de mayo. En esta fecha, es común ver a miles de personas por las calles luciendo orgullosamente sus trajes tradicionales, tanto hombres como mujeres, niños y niñas.
Origen e historia de los Bunads

La historia del Bunad moderno comienza en el siglo XIX, en plena búsqueda de identidad nacional, cuando Noruega, entonces unida a Suecia, empezaba a reivindicar su independencia cultural. Durante este periodo, los noruegos comenzaron a explorar las tradiciones rurales y campesinas de siglos anteriores, recolectando diseños, bordados y estilos típicos del pasado para confeccionar una vestimenta que los representara como pueblo.
El Bunad no es, por tanto, una creación contemporánea, sino una reconstrucción artística y cultural de los trajes usados por la sociedad agrícola noruega. Su propósito era, y sigue siendo, conectar con las raíces y reforzar una identidad colectiva, única y orgullosa.
Hoy en día, se estima que existen más de 450 variantes diferentes de Bunads. Cada uno está asociado a una región, comarca o incluso a una localidad concreta, y los bordados o elementos ornamentales pueden incluir patrones florales, referencias a la minería o símbolos naturales propios del entorno local.
Características del Bunad
Los Bunads son trajes sumamente elaborados, confeccionados a mano con materiales de alta calidad como la lana, lino y bordados en hilo metálico. Los de mujer suelen consistir en una falda larga o vestido, camisa blanca, chaleco, delantal bordado y joyería tradicional (como broches de plata o collares), mientras que los de hombre llevan pantalones largos o cortos, camisa, chaleco y chaqueta.
Los colores predominantes varían según la región, pero el negro en contraste con rojo, verde, blanco o azul es una combinación muy común. En Setesdal, por ejemplo, se utilizan tonos negros junto con bordados en rojo y verde; en otras zonas como Nord Møre, el marrón comienza a cobrar protagonismo.
Bunadpolitiet: guardianes del traje tradicional
Existe en Noruega un grupo no oficial conocido como la “Bunadpolitiet” o “Policía del Bunad”, cuya función es asegurarse de que se respete la autenticidad y tradición de estas prendas. Aunque actúan de forma informal, su labor ha contribuido a mantener estándares en la confección y el uso adecuado de los trajes folclóricos.
Por ejemplo, hay regiones donde ciertas normas tradicionales indican el estado civil del portador: una mujer soltera de Sunnmøre debería usar medias rojas, mientras que una casada debería llevarlas negras. Además, se espera que quien lleva un bunad evite maquillajes excesivos o comportamientos que deshonren el contexto en el que la vestimenta es utilizada.

¿Quién puede usar un Bunad?
Una de las preguntas más frecuentes es si un visitante o extranjero puede vestir un Bunad. La respuesta es sí. Aunque muchas veces estas prendas se heredan o cosen dentro de un círculo familiar, no hay ninguna norma que impida a un extranjero vestir un traje tradicional noruego siempre que lo haga con respeto y conocimiento cultural.
No obstante, es importante señalar que un Bunad puede llegar a costar entre 3.000 y 13.000 dólares, dependiendo de su complejidad, origen y materiales. Son prendas que se consideran una inversión a largo plazo o incluso un legado familiar que se transmite entre generaciones.
¿Dónde comprar un Bunad?
En Noruega existen múltiples tiendas especializadas, ateliers de bordado y sastrerías tradicionales que venden o confeccionan Bunads personalizados. También existen opciones online como el sitio NorskeBunader.co, donde se puede seleccionar el traje por región y encargarlo en línea, aunque con tiempos de espera largos debido a su elaboración artesanal.
El Kofte sami: la vestimenta del pueblo indígena
Aparte de los Bunads, Noruega también destaca por la indumentaria tradicional del pueblo sami, una etnia indígena presente en las regiones del norte del país, así como en Suecia, Finlandia y Rusia.
El traje sami se llama Kofte (o Kofta en algunas regiones), y aunque menos conocido fuera de Noruega que el Bunad, es igualmente representativo y con un fuerte significado cultural. Al igual que los Bunads, los Kofter varían según la localidad, pero todos comparten una estructura básica: una especie de túnica holgada con cinturón central, complementada con accesorios como pañuelos de seda, chal de hombros, adornos de plata, pantalones de piel de reno, sombreros o kommager (zapatos tradicionales).
Diversidad en el Kofte y su simbolismo
El Kofte es profundamente simbólico. Aunque se basa en patrones tradicionales, cada atuendo puede modificarse, ya que el tipo de tela, los adornos o los colores pueden elegirse personalmente, permitiendo al portador expresar su identidad individual o familiar. El Kofte es, por tanto, tanto una prenda funcional como una manifestación de pertenencia y orgullo étnico.
Originalmente, los Kofter eran confeccionados en piel y cuero de reno, pero hoy en día también se emplean materiales como lana, algodón o fieltro, más accesibles y adecuados para diferentes estaciones.

Eventos donde se luce la vestimenta tradicional
Además del Día de la Constitución del 17 de mayo, hay muchos otros eventos en los que los noruegos lucen su vestimenta tradicional: bodas, confirmaciones religiosas, graduaciones escolares (russefeiring), desfiles cívicos o festivales culturales, incluso competiciones deportivas o actuaciones folklóricas.
Una celebración curiosa donde los trajes folclóricos son protagonistas es durante la Russefeiring. Los estudiantes de último año de secundaria celebran su graduación durante todo un mes con autobuses decorados, fiestas y paradas públicas, vistiendo enteramente de rojo y portando su peto de fiesta. Al finalizar, muchos de ellos cambian su atuendo estudiantil por el Bunad para desfilar el 17 de mayo junto al resto del país.
El Bunad como parte del patrimonio inmaterial
La UNESCO ha reconocido el Bunad como parte del Patrimonio Cultural Inmaterial. Esto significa que no se trata solo de ropa, sino de una forma viva de expresión cultural que ayuda a preservar la historia, las tradiciones y la cohesión social de Noruega.
El hecho de que una parte importante de la población lo utilice activamente lo distingue de otros trajes folclóricos, que muchas veces quedan relegados a museos o representaciones teatrales. En Noruega, el Bunad sigue formando parte activa de la vida pública.
La funcionalidad de la vestimenta noruega más allá de la tradición
No toda la ropa tradicional noruega está limitada a trajes festivos. El diseño práctico y funcional también define la manera en que los noruegos visten para el día a día, especialmente frente al clima cambiante y las actividades al aire libre.
Existe un proverbio noruego muy popular: “No existe el mal tiempo, solo la ropa inadecuada”. Esto refleja la mentalidad práctica del país, donde la comodidad, la protección contra el frío o la lluvia y la adaptabilidad por capas son elementos clave a la hora de vestir.
Vestirse por capas: una costumbre nacional
Vestirse por capas es la estrategia recomendada para afrontar el clima noruego. Se suelen llevar tres capas básicas: ropa interior térmica (lana preferiblemente), prendas intermedias que aíslen y respiren (como forros o jerséis) y finalmente una capa exterior cortavientos e impermeable. Este sistema no solo es parte del vestuario diario, sino también un concepto integrado en la cultura del país.
Importancia cultural y económica de los trajes tradicionales
Los trajes tradicionales no solo tienen valor cultural o sentimental, también ocupan un importante lugar en la economía local. Sastres, bordadores y artesanos trabajan en la confección de Bunads personalizados, lo que aporta empleo y mantiene vivas técnicas de producción ancestrales.
Además, los Bunads son considerados, en muchos casos, como una herencia familiar. Pueden pasar de madres a hijas, o incluso conservarse como parte del patrimonio de una casa o familia, lo que los convierte en elementos de gran valor personal.
Colores, bordados y otros elementos característicos
Los colores más comunes en los trajes tradicionales noruegos son el rojo, azul, verde, blanco y negro. A menudo, estas tonalidades reflejan el paisaje del entorno: los fiordos azules, los bosques verdes, la nieve blanca… Además, los bordados representan elementos naturales o simbólicos de la región de origen.
Los accesorios también juegan un papel fundamental. En los trajes de mujer, destacamos los delantales bordados, las faldas plisadas, los chales de hombros, los broches de plata (sølje), las cintas cosidas a mano, y en ocasiones incluso cuchillos decorativos. En el caso de los hombres, los sombreros típicos o bunadhatt, cinturones de cuero, camisas abotonadas y medias altas son parte esencial del conjunto.
El impacto internacional del Bunad
El Bunad no solo ha traspasado fronteras dentro del país, sino que ha logrado una amplia admiración internacional. Muchos viajeros se interesan por estos trajes y algunos incluso se animan a comprarlos durante sus visitas a Noruega. Museos como el Norsk Folkemuseum en Oslo comparten esta tradición con el mundo, exponiendo colecciones y organizando eventos para mostrar su importancia y evolución.
Hoy, la moda noruega se ha nutrido de su tradición para desarrollar artículos contemporáneos inspirados en los trajes tradicionales. Diseñadores modernos incorporan bordados antiguos, patrones samis o colores regionales en sus colecciones, logrando llevar el espíritu del Bunad más allá de las celebraciones.
La vestimenta tradicional de Noruega es mucho más que una moda pasajera o un vestigio del pasado. Se trata de una expresión cultural viva, diversa y profundamente valorada por la sociedad. Desde los elegantes Bunads regionales hasta los coloridos kofte del pueblo sami, estos trajes representan el alma noruega en tejidos, bordados y símbolos. Ya sea en los desfiles del 17 de mayo o en una ceremonia familiar, vestir estas prendas no es solo lucir bonito, es contar una historia, una identidad, una tradición que sigue latiendo en cada hilo bordado.
Alicia Tomero
Fuente de esta noticia: https://www.postposmo.com/entre-fiordos-y-trajes-todo-sobre-la-vestimenta-tradicional-noruega/
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