

**Allí están otras vez: esos pensamientos que no te dejan descansar**. Es que, si existiese un premio para la persona cuya mente no para de dar vueltas, a quien se le instalan pensamientos rumiantes e incontrolables, sientes que ese premio sería para ti.
Los pensamientos pueden ser de distinta naturaleza: desde “seguramente dejé la cocina encendida” hasta “mi amiga está enfadada conmigo”, “parece que ya no le importo a mi pareja”o “lo estoy haciendo fatal en el trabajo”. En fin, más allá del pensamiento, lo que más te tortura es lo intrusivo y repetitivo que puede llegar a ser y lo peor es que, la mayoría del tiempo, no son reales.
Vamos a ponerle la lupa a este bucle de los pensamientos rumiantes, entendamos de dónde vienen y veamos herramientas para deshacerlos… O, al menos, gestionarlos mucho mejor. ¡Vamos allá!
## ¿Qué son los pensamientos rumiantes?
**Los pensamientos rumiantes son esos que giran en círculos dentro de la mente, sin llegar a ninguna conclusión útil**. Se repiten una y otra vez, generando ansiedad y agotamiento mental.
En psicología, la rumiación se ha estudiado ampliamente. Susan Nolen-Hoeksema, una de las investigadoras más reconocidas en este campo, describe la rumiación como la tendencia a enfocarse de manera repetitiva en los propios problemas y sentimientos de angustia sin tomar medidas efectivas para solucionarlos. Este tipo de pensamiento está relacionado con trastornos como la ansiedad y la depresión, ya que contribuye a mantener estados emocionales negativos.
Lo que diferencia a la rumiación de una preocupación normal es que no tiene un propósito claro. **No hay un análisis real de la situación ni una búsqueda activa de soluciones, solo un constante revolver de pensamientos que terminan drenando la energía emocional**.
### ¿Cómo identificarlos?
Es fácil confundir la rumiación con la reflexión o la planificación, pero hay señales claras para diferenciarla. Los pensamientos rumiantes tienen algunas características específicas:
* **Son repetitivos**: La misma idea vuelve una y otra vez aunque no quieras.
* **Son intrusivos**: Aparecen sin que los llames y pueden interrumpir lo que estás haciendo.
* **Se centran en lo negativo**: Suelen girar en torno a errores, preocupaciones o temores, muchas veces exagerados.
* **No conducen a una solución**: A diferencia del pensamiento reflexivo, no generan acciones concretas ni nuevas perspectivas.
* **Generan malestar**: En lugar de aportar claridad o alivio, aumentan la ansiedad y el estrés.
Si te das cuenta de que un pensamiento te atrapa y, después de mucho darle vueltas, sigues en el mismo punto sin haber sacado nada útil, es probable que estés rumiando.
### ¿Son realmente incontrolables?
Cuando los pensamientos rumiantes aparecen con tanta fuerza, parece imposible hacer algo para frenarlos. Pero, ojo, que algo sea difícil de controlar no significa que sea imposible.
**Sí, pueden sentirse abrumadores y automáticos, pero existen estrategias para gestionarlos y reducir su impacto**. De hecho, la idea de que no se pueden controlar solo alimenta el ciclo, porque refuerza la sensación de indefensión.
Más adelante exploraremos herramientas concretas para manejar estos pensamientos y recuperar la calma mental. Pero lo primero es entender que, aunque no podemos evitar que aparezcan, sí podemos decidir cómo reaccionar ante ellos.
## ¿Cómo afectan los pensamientos rumiantes a la salud mental?
Tener pensamientos repetitivos y negativos de forma constante no es inofensivo. La rumiación puede afectar tu bienestar de diferentes maneras:
### Aumentan la ansiedad y la depresión
Las investigaciones han demostrado que rumiar con frecuencia está relacionado con mayores niveles de ansiedad y depresión. **Cuando la mente se queda atrapada en problemas sin solución, el estado de ánimo se deteriora y se refuerzan los patrones de pensamiento negativo**.
### Dificultan la toma de decisiones
Al estar atrapado en una espiral de dudas y preocupaciones, tomar decisiones se vuelve complicado. En lugar de evaluar opciones con claridad, la mente se enreda en escenarios hipotéticos y en lo que podría salir mal.
### Afectan el sueño
Dar vueltas a las mismas preocupaciones antes de dormir hace que la mente no se desconecte, lo que puede generar insomnio o afectar la calidad del descanso.
### Interfieren en las relaciones personales
La rumiación no solo afecta a nivel interno, sino que también influye en la manera en que nos relacionamos con los demás. **Si la cabeza está atrapada en pensamientos negativos, es más fácil malinterpretar las intenciones de otras personas o reaccionar de manera defensiva**.
### Reducen la capacidad de concentración
Cuando la mente está ocupada con pensamientos rumiantes, es difícil enfocarse en el presente. Esto afecta la productividad y la capacidad de disfrutar momentos de ocio sin distracciones.
## ¿Qué hacer con los pensamientos rumiantes?
No se trata de eliminar por completo estos pensamientos, porque eso no es realista, pero sí hay formas de reducir su impacto y evitar que se apoderen de la mente.
Aquí compartimos algunas estrategias efectivas:
### 1. Practica la atención plena
El mindfulness o atención plena ayuda a observar los pensamientos sin quedar atrapado en ellos. **En lugar de luchar contra la rumiación, puedes aprender a notar cuando aparece, sin juzgar ni engancharte**. Esto reduce la intensidad del malestar y permite dejar pasar los pensamientos con más facilidad.
### 2. Escribe lo que piensas
Anotar los pensamientos rumiantes en un papel puede ayudar a sacarlos de la cabeza. Escribirlos te permite verlos de manera más objetiva y cuestionar su veracidad.
### 3. Cambia la perspectiva
Pregúntate: ¿Este pensamiento es realista? Para ello, verifica si tienes pruebas de que eso es cierto o solo lo estás asumiendo. **Cuestiónate también si ese pensamiento te está ayudando en algo o solo te hace sentir peor**. A veces, desafiar los pensamientos negativos los debilita y evita que se repitan tanto.
### 4. Enfócate en acciones concretas
Si algo te preocupa, en lugar de quedarte atrapado en el pensamiento, piensa qué acción puedes tomar. Aunque sea un pequeño paso, pasar de la preocupación a la acción ayuda a salir del bucle mental.
### 5. Distráete con actividades placenteras
Hacer algo que disfrutes—como escuchar música, hacer ejercicio, leer o hablar con alguien—puede ayudar a cambiar el foco de atención y salir del círculo vicioso de la rumiación.
### 6. Habla con alguien
Compartir lo que estás pensando con una persona de confianza puede ayudar a ver las cosas desde otra perspectiva. **A veces, expresar las preocupaciones en voz alta hace que pierdan fuerza**.
### 7. Cuida tu bienestar general
El sueño, la alimentación y el ejercicio físico tienen un impacto directo en la forma en que la mente procesa los pensamientos. Dormir bien, comer de manera equilibrada y moverse con regularidad ayudan a reducir la tendencia a rumiar.
Y, recuerda, aunque los pensamientos rumiantes no puedan eliminarse con solo desearlo, sí puedes aprender a reconocerlos, cuestionarlos y darles menos espacio. **Y, si sientes que la rumiación está afectando demasiado tu vida, buscar apoyo profesional puede ser una buena opción para entender mejor su origen y encontrar estrategias más personalizadas**.
Fuente de esta noticia: https://psicologiaymente.com/psicologia/como-deshacer-bucle-pensamientos-rumiantes
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