

Angela Maria Buitrago, Ministra de Justicia y del Derecho de Colombia
Colombia participa con una agenda robusta y de vanguardia en la 68ª sesión de la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas (CND 2025), que se celebra en Viena del 10 al 14 de marzo. El país sudamericano reafirma su compromiso con una política de drogas basada en los derechos humanos, la inclusión social y el respeto por los recursos naturales, posicionándose como un referente en el escenario internacional.
Liderada por la ministra de Relaciones Exteriores, Laura Sarabia Torres, y la ministra de Justicia y del Derecho, Ángela María Buitrago Ruiz, la delegación colombiana presenta en ocho paneles temáticos los avances, lecciones aprendidas y propuestas del Gobierno Nacional para enfrentar el problema mundial de las drogas desde un enfoque integral y transformador. La embajadora de Colombia en Austria, Laura Gil, también juega un papel clave en la articulación de este mensaje en la esfera diplomática.
Uno de los ejes centrales de la participación colombiana es la presentación de los pilares de «Oxígeno y Asfixia» de la Política Nacional de Drogas, una estrategia que combina el desarrollo rural y la reducción de vulnerabilidades con el desmantelamiento de redes criminales. Con este enfoque, Colombia busca disminuir el impacto del narcotráfico en los territorios más vulnerables del país, promoviendo alternativas sostenibles y legales.
Otro punto crucial en la agenda es el impacto ambiental de las economías ilícitas. La delegación colombiana plantea la urgencia de estrategias sostenibles para mitigar y restaurar los graves daños ecológicos provocados por el narcotráfico, una problemática que afecta vastos ecosistemas en la Amazonia y otras regiones del país.
Asimismo, Colombia destaca la importancia del enfoque de género y diferencial en la formulación de políticas antidrogas. El país resalta la necesidad de garantizar la participación de comunidades étnicas y el respeto por sus conocimientos ancestrales, elementos clave en la construcción de estrategias eficaces y equitativas.
En el ámbito de salud pública, la delegación expone los avances en la reducción de riesgos y daños asociados al consumo de sustancias. Con un enfoque de derechos humanos, Colombia impulsa una visión que desestigmatiza a las personas usuarias de drogas y prioriza su atención integral.
El desarrollo alternativo también ocupa un lugar destacado en la agenda. La delegación presenta casos de éxito en la transición de comunidades afectadas por cultivos ilícitos hacia economías legales y sostenibles, demostrando que el cambio es posible con políticas adecuadas.
Finalmente, Colombia comparte los resultados de investigaciones sobre el uso ancestral de la hoja de coca en la Amazonia, subrayando la necesidad de reconocer y respetar las prácticas tradicionales de las comunidades étnicas en la regulación de la planta.
Con esta participación, Colombia envía un mensaje claro al mundo: la verdadera solución al problema de las drogas no está en la represión, sino en la transformación territorial, el desarrollo sostenible y el respeto por los derechos humanos. En Viena, el país reafirma su papel como un actor clave en la construcción de nuevas estrategias globales para abordar esta compleja problemática.
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