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En un pronunciamiento contundente que sacude el sistema de salud colombiano, el superintendente de Salud, Giovanni Rubiano, exigió a las EPS eliminar las autorizaciones para los tratamientos de enfermedades crónicas y facilitar el acceso a tecnologías de salud costosas. Esta medida busca poner fin a los trámites burocráticos que dificultan la atención de miles de pacientes en Colombia, quienes diariamente enfrentan barreras administrativas que ponen en riesgo su vida y bienestar.
“He pedido eliminar las autorizaciones para pacientes con enfermedades crónicas. Si una persona padece una enfermedad de este tipo, que requiere tratamiento prolongado, no debe estar sometida a trámites y otras barreras que retrasan su acceso a tecnologías y tratamientos esenciales. Las EPS no solo deben identificarlos, sino también facilitar la disponibilidad de estos tratamientos”, declaró Rubiano, al tiempo que instó a las entidades prestadoras de salud a asumir su responsabilidad con los pacientes y garantizar que el acceso a los tratamientos sea una prioridad inaplazable.
Las enfermedades crónicas afectan a millones de personas y requieren atención médica constante, además de representar una carga emocional y económica para los pacientes y sus familias. Ejemplos de estas patologías incluyen cáncer, diabetes, enfermedades cardíacas, hipertensión, artritis, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), esclerosis múltiple, VIH/SIDA, epilepsia e hipotiroidismo. La falta de acceso oportuno a los tratamientos y medicamentos no solo agrava el estado de salud de los pacientes, sino que también genera un impacto negativo en la calidad de vida de quienes dependen de estos servicios.
Datos de la Superintendencia Nacional de Salud revelan que el 68,16 % de los reclamos por demoras o entregas incompletas de tecnologías en salud están concentrados en cinco EPS: Nueva EPS, Salud Total, Sanitas, EPS Sura y Coosalud. En total, se han registrado 217.108 quejas en este ámbito. Las quejas de los usuarios reflejan una crisis persistente en la prestación de los servicios, lo que ha llevado a la Supersalud a adoptar una postura más firme para evitar que estas irregularidades continúen afectando a la población más vulnerable.
En el caso de la EPS Sanitas, de un listado de 299 pacientes que esperaban medicamentos, 51 aún no han recibido su tratamiento. A pesar de que en diciembre y enero la entidad giró más de 1.745 millones de pesos para la atención de pacientes trasplantados y con enfermedades huérfanas, la entrega sigue presentando retrasos críticos. Este panorama se repite en varias EPS, evidenciando la falta de eficiencia en la distribución de tratamientos esenciales.
En Savia Salud, de 401 pacientes trasplantados y con enfermedades huérfanas, 372 han recibido sus medicamentos, pero 19 aún están a la espera y 10 no han podido ser contactados. Por su parte, en la EPS SOS, de 485 pacientes trasplantados, siete presentaron reclamos por falta de medicamentos y el 100 % de estos casos fueron resueltos. Adicionalmente, se solucionó el 93 % de los reclamos de pacientes con enfermedades huérfanas, que sumaban 1.853 personas. No obstante, el rezago en la entrega de medicamentos sigue siendo una preocupación latente.
La EPS SOS ha girado 1,1 billones de pesos en intervenciones por tecnologías en salud entre abril de 2024 y enero de 2025. Sin embargo, en Asmetsalud, de 26 pacientes con enfermedades huérfanas, el 65,3 % sigue en proceso de recibir sus medicamentos. De 66 trasplantados, solo la mitad ha recibido los fármacos. Esta situación refleja las fallas estructurales en el sistema de salud y la falta de celeridad en la respuesta de las EPS ante la necesidad urgente de sus afiliados.
En Famisanar, de una cohorte de 3.510 pacientes con enfermedades huérfanas, 1.003 tienen orden de medicamento, pero nueve han reportado dificultades. En el caso de 1.079 pacientes trasplantados, 705 tienen orden de medicamento, pero 25 aún esperan su entrega. El gerente de la EPS intervenida destacó problemas con fármacos esenciales como Tacrolimus y Micofenolato, medicamentos vitales para el tratamiento de pacientes trasplantados.
Ante este panorama, la Supersalud ha reiterado la urgencia de que las EPS cumplan con su deber y garanticen que ningún paciente con una enfermedad grave vea comprometido su tratamiento por trabas administrativas o falta de gestión. Las palabras de Rubiano no dejan margen de duda: se acabó el tiempo de la negligencia, y las EPS deben asumir su responsabilidad de manera inmediata. El llamado es claro: la salud de los colombianos no puede seguir dependiendo de trámites innecesarios y demoras inaceptables que ponen en riesgo vidas.
carloscastaneda@prensamercosur.org
