Cómo impactan en la Argentina los cambios de Trump para exportar acero y aluminio a EE.UU.

“Las empresas argentinas deben prepararse para negociar con importadores estadounidenses, reforzar la documentación de origen y explorar mercados alternativos.”

La sugerencia es parte de un documento en el que los analistas del Estudio Jurídico Barral-Parente-Pinheiro, especializado en comercio internacional, estudian el impacto en el mercado argentino de las medidas tomadas por la administración Trump para la exportación de acero y aluminio a los Estados Unidos, y proponen una serie de alternativas para morigerar su efecto.

Hace unos días, el presidente Donald Trump oficializó la imposición de aranceles del 25% a la importación de aluminio y acero, lo que afectaría exportaciones argentinas por un valor que ronda los 600 millones de dólares.

La decisión afecta “de manera significativa” las reglas de importación tanto para el acero como para el aluminio ya que, además de elevar los aranceles aplicables, ponen fin a los acuerdos alternativos o exenciones que mantenían ciertos países (como es el caso de la Argentina) para exportar estos productos al mercado estadounidense.

El detalle

El informe elaborado por el Estudio Jurídico Barral-Parente-Pinheiro, detalla de qué se trata:

Proclamación sobre Acero

• Fin de los Acuerdos y Exenciones Previas. Se terminan los acuerdos alternativos y las cuotas de exportación negociadas con la Argentina (y otros países).
• Desde el 12 de marzo de 2025, todas las importaciones de acero y productos derivados de acero provenientes de la Argentina estarán sujetas a un arancel adicional de 25% (o el que corresponda según la Proclamación).
• Control Estricto de Origen (“Melt and Pour”). EE. UU. refuerza el criterio de “melt and pour” para determinar la procedencia real del acero. Las autoridades aduaneras estadounidenses exigirán certificaciones que acrediten la fundición y colada del acero en la Argentina, con el fin de evitar la triangulación mediante terceros países.
• Eliminación de Exclusiones de Productos o los procesos de exclusión vigentes (justificados por falta de producción en EE. UU.) Las razones de seguridad nacional quedan sin efecto. No se aceptarán nuevas solicitudes de exclusión ni se renovarán las anteriores.
• Aumento de la Fiscalización y Sanciones. Las autoridades aduaneras revisarán con mayor frecuencia la clasificación de las mercancías de acero. En caso de detectar falsificaciones, subfacturaciones o declaraciones engañosas, se aplicarán sanciones pecuniarias máximas.

Proclamación sobre Aluminio

• Alza de la Tarifa del 10% al 25%. El arancel adicional sube de 10% a 25% para los artículos de aluminio y sus derivados, incluyendo a la Argentina entre los países afectados. El objetivo declarado es aumentar la capacidad de producción (smelters) y fundición de aluminio en EE. UU. por motivos de “seguridad nacional”.
• Fin de los Acuerdos con la Argentina (tal como ocurre con el acero). A partir del 12 de marzo próximo se cancelan todos los acuerdos o exenciones para exportar aluminio argentino a EE. UU. En consecuencia, la Argentina vuelve a quedar sujeta a la tarifa plena, ahora establecida en el 25%.
• Énfasis en “Smelted and Cast”. Similar al caso del acero, EE. UU. implementa controles para determinar el origen exacto del aluminio. “Smelted and Cast” se refiere a la producción primaria del aluminio (proceso de electrólisis a partir de la alúmina) y su fundición posterior. Si la fundición no se realiza en la Argentina, el producto no se considera de origen argentino.
• Suspensión del Proceso de Exclusión. Se anulan las exclusiones de productos que permitían importaciones sin arancel (o con arancel reducido) en caso de no haber oferta suficiente en EE. UU. El volumen de exportaciones afectado puede crecer, debido a que ya no habrá exclusiones disponibles para productos específicos.
• Incorporación de Nuevos Productos Derivados. La Proclamación añade más artículos derivados del aluminio a la lista sujeta a la tarifa del 25%.
• Se exigirá a los importadores en EE. UU. que detallen la proporción de aluminio primario en la mercancía para definir la aplicación arancelaria.

Efectos sobre la Argentina

• Mayor costo de exportación y pérdida de competitividad. Al subir los aranceles a 25%, los productores argentinos de acero y aluminio enfrentarán mayores desafíos para competir en el mercado estadounidense.
• Posiblemente se reduzca la demanda o el importador requiera descuentos para compensar el arancel
• Necesidad de documentar origen o tanto en acero (“melt and pour”) como en aluminio (“smelted and cast”), la trazabilidad de la producción se vuelve esencial.
• Habrá que reforzar la documentación que acredite la fundición y los procesos productivos realizados íntegramente en la Argentina.
• Fin de cuotas y exclusiones. Se pierden los beneficios o cuotas específicas que la Argentina había negociado anteriormente. No existe opción de solicitar nuevas exclusiones por falta de producción en EE. UU. u otras causas.
• Riesgo de efecto desvío de comercio. Con EE. UU. elevando barreras, parte de la producción de otros países (por ej., México, Canadá o China) podría redirigirse a otros mercados, generando más competencia global, incluso en Sudamérica. Ello podría presionar los precios a la baja, afectando los márgenes de los productores argentinos.
• Mayor inseguridad para inversiones. Los proyectos de ampliación de capacidad o modernización de plantas en la Argentina podrían verse afectados por la incertidumbre de las políticas comerciales de EE. UU. Esta volatilidad, sumada al aumento súbito de aranceles, dificulta la toma de decisiones de largo plazo.

Recomendaciones

• Revisión de Contratos y Precios. Negociar con clientes en EE. UU. mecanismos de ajuste de precio o cláusulas que contemplen los nuevos aranceles. Evaluar también la posibilidad de exportar productos de mayor valor agregado, donde el impacto del arancel sea menor en términos relativos.
• Refuerzo de Trazabilidad y Certificaciones. Garantizar registros exhaustivos que demuestren la producción del acero o aluminio en Argentina (fundición, colada, etc.). Preparar documentación clara para cumplir con las auditorías y las revisiones de la aduana estadounidense.
• Diversificación de Mercados. Explorar otros destinos de exportación con aranceles o barreras menos restrictivas, reduciendo la dependencia del mercado estadounidense. Considerar alianzas o acuerdos comerciales con socios que ofrezcan condiciones más estables. Acompañar posibles negociaciones internacionales.
• A pesar del tono proteccionista de EE. UU., a veces se abren espacios de negociación. Históricamente, presiones internas de la industria norteamericana pueden derivar en ajustes o excepciones puntuales.
• Mantener un diálogo fluido con organismos argentinos de comercio exterior y con potenciales clientes en EE. UU.