

La dragadora belga Dredging, Environmental & Marine Engineering (DEME) fue la única empresa que ofertó en la licitación de la vía navegable troncal.
La primera conclusión que surge “con el diario del lunes” es que el Gobierno avanzó con la licitación a pesar de la multiplicidad de presiones que recibió el proceso, muchas de ellas encabezadas por la propia DEME: desde su oferta a mediados del año pasado a dragar a un costo 30% inferior hasta su pedido de impugnación en sedes administrativa y judicial.
Varios vectores
Pero lo cierto es que las presiones a las que se sometió el proceso de licitación de la vía navegable troncal fueron directamente proporcionales a varios vectores.
El primero y principal -el único que debería importar- es la trascendencia de la obra que se licita, clave para el comercio internacional eficiente, de volúmenes crecientes y (esperables) costos decrecientes, de la Argentina.
Fue una obra fundacional en su momento, causa eficiente para que la producción granaria multiplicara sus embarques (e incluso, causa necesaria para que la producción multiplicara su área sembrada, contando con la garantía de una nueva logística para el transporte internacional).
Y es una obra fundamental en este momento en que los lápices logísticos son cada vez más punzantes y menos permisivos con los extra costos.
Cuestión técnica
En este sentido se multiplicaron las voces que advirtieron sobre disconformidades en relación con la “cuestión técnica” que rodea a los términos de referencia de la licitación.
Al respecto, vale una aclaración: todo detalle técnico es siempre perfectible (grado de profundización, márgenes de seguridad, zonas de cruce, etc.) y lo esperable es contar con un contrato coherente que, más allá de los 30 años + 30 de concesión, permita las adendas naturales que impone un entorno cambiante como el del río, el de la producción, el de la economía internacional y el de la logística.
Operaciones
Pero el segundo vector de presión, inusitadamente ruidoso y atropellado, fue el político, expresado en lo que vulgarmente se conoce como “operaciones”. El proceso, desde su llamado a licitación, fue objeto de una profusión ilimitada de notas en tono admonitorio en relación con todos los aspectos “no técnicos”.
Así como lo técnico es perfectible, de lo “político” simplemente puede decirse lo siguiente: su naturaleza es volátil y sus argumentos son siempre tendencia del interés del momento. Estos argumentos importan porque pintan más a los emisores del mensaje que al mensaje en sí.
Recientemente, el foco político se centró en un documento de la Procuraduría de Investigaciones Administrativas (PIA), viralizado y amplificado por aquellos cuyos intereses se vieron en el texto debidamente representados.
En cambio, cuando la Justicia rechazó las presentaciones y la posibilidad de dar lugar a amparos, el volumen de la repercusión fue más acotado.
Usuarios
Los usuarios del sistema -lógica parte interesada en el proceso- parecen mostrar más “interés” en quién realizará el dragado y las obras en general -pidiendo la suspensión o prórroga del proceso para dilatar la decisión o dar más tiempo a eventuales interesados- en lugar de que se realice efectivamente de una vez por todas.
Ya no es curioso que una gran mayoría de las voces de los usuarios, y sus repetidoras, en sus respectivos archivos históricos, destacaron los trabajos técnicos de la empresa que desde 1995 intervino los ríos Paraná y De la Plata convirtiéndola en la hidrovía que todos conocemos. Ahora, las obras realizadas son sólo una nota al pie en un debate más amplio.
A pesar de las presiones, de todo tipo, el Gobierno avanzó con el proceso licitatorio y abrió las puertas a las 13 horas del miércoles 12 para las empresas que quisieran presentar la documentación física de respaldo a sus ofertas. De 11 constructores participantes, sólo 1 ofertó.
Trunca
¿Qué pudo haber llevado a empresas como Boskalis, que a priori cumpliría con todos los requisitos, o la propia Jan De Nul, de la que se descarta que los cumple, a no presentarse en la licitación? ¿Pudo haber influido que el día antes de la apertura de los sobre el documento de la PIA advirtiera sobre “serias y evidentes irregularidades en la redacción de los pliegos del procedimiento” que derivaría en que el adjudicatario sea “pasible de reproches administrativos y/o penales”?
Mientras se abría el sobre, todavía en Diputados trataban cuestiones de privilegio en el marco de la sesión por ficha limpia. Legisladores de todos los colores se seguían haciendo eco de las versiones e intereses que espetaron que se estaba ante una “licitación dirigida” a los intereses de la dragadora histórica Jan De Nul, y que debía suspenderse.
El Gobierno no suspendió. Avanzó igual. Pero sólo una empresa demostró interés real. Ahora queda en manos de la Administración Nacional de Navegación y Puertos (ANPYN) decidir qué hacer. Hay un antecedente de la “licitación larga” lanzada por la Administración Fernández en la que sólo se presentó Jan De Nul, y el proceso quedó trunco.
De acuerdo con el contrato actual, Jan De Nul seguirá dragando hasta que surja un nuevo concesionario.
Imagen de portada: DEME
Redaccion Trade News
Fuente de esta noticia: https://tradenews.com.ar/pese-a-las-presiones-el-gobierno-avanzo-con-la-apertura-de-sobres-y-solo-deme-se-presento/
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