

Finca el Uberrimo de propiedad del expresidente de Colombia , Álvaro Uribe Vélez
La negociación para la compra de una parte de la emblemática finca El Ubérrimo, propiedad del expresidente Álvaro Uribe Vélez, está en marcha y «va por buen camino», según confirmó el director de la Agencia Nacional de Tierras (ANT), Felipe Harman. Este proceso, que ha captado la atención nacional por su simbolismo político, cuenta con el pleno conocimiento y respaldo del presidente Gustavo Petro.
El expresidente Uribe reveló detalles de la negociación a través de un video publicado el pasado 30 de enero, en el que expone su disposición para vender dos predios de El Ubérrimo, ubicado en el departamento de Córdoba. La transacción contempla inicialmente unas 160 hectáreas, cuyas ofertas vienen gestándose desde julio de 2023.
“Desde el principio dije que se vende a un precio muy inferior al avalúo catastral de San Carlos, que lo pusieron en 120 millones por hectárea”, declaró Uribe, subrayando su interés en facilitar la negociación con el Estado. Uno de los predios ofertados está en el municipio de San Carlos, con avalúo ya definido, mientras que el segundo, situado en el corregimiento El Cerrito, en Montería, aún está pendiente de evaluación para determinar su valor de mercado.
Felipe Harman aseguró que las conversaciones avanzan de manera positiva y transparente, destacando la importancia del proceso más allá de las diferencias ideológicas. “El expresidente Álvaro Uribe ha ofertado, como es de conocimiento público. Estas conversaciones han sido autorizadas también por el presidente Gustavo Petro. Va en buen camino y esperamos de forma oportuna que llegue a buen término”, afirmó.
Cuenta de Álvaro Uribe Vélez en X compartiendo un video en el que muestra el inmueble.
Aunque el director de la ANT evitó profundizar en los detalles, debido a que la negociación aún está en construcción, subrayó que este acuerdo representa un ejemplo de cómo los temas de interés nacional pueden superar la polarización política. “Avanzar en la materialización de esta compra manifestaría de forma clara que es posible también avanzar en un acuerdo nacional. Independientemente de las razones políticas o ideológicas, la necesidad de la reforma agraria es una oportunidad para que este país construya paz”, concluyó.
Este acercamiento entre un expresidente y un gobierno con visiones opuestas no solo tiene implicaciones económicas, sino también un profundo valor simbólico, en un país que busca cerrar brechas históricas a través del diálogo y la reforma agraria.
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