Peña tuvo un mal inicio con Trump y queda en expectativa la relación

Los esfuerzos de Santiago Peña por lograr una relación más conveniente con Estados Unidos tuvieron un mal comienzo. El presidente acudió a la investidura de Donald Trump pese a no ser invitado directamente por el mandatario, sino por un senador de Florida, pero al final quedó fuera debido al cambio del lugar de la ceremonia, que debió ser bajo techo por el intenso frío.
Este paso era de gran importancia para el Gobierno de Peña que tiene objetivos que dependen de la nueva administración y no poder participar del acto político más relevante del mundo es una señal de que se necesitarán más esfuerzos.

De este modo, quedan en la incertidumbre aspectos como la renegociación del convenio con la DEA, el cambio de embajador, la situación de las sanciones contra Horacio Cartes y Tabesa, el posible apoyo a la candidatura del canciller Rubén Ramírez Lezcano a la secretaría general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el comercio, la apertura de nuevos mercados, la cooperación y la posición de Paraguay en la región.

JUSTIFICATIVO. La Presidencia emitió un comunicado para explicar que Peña se encuentra con una intensa agenda con referentes del Congreso y del Ejecutivo de Estados Unidos, además de actores de organismos económicos multilaterales. Dejó en claro que recibió la invitación oficial de la organización de la ceremonia de traspaso de mando, en respuesta a la polémica por las dudas de si fue o no invitado.

En ese sentido, explicó que por el clima, se tuvo que reducir la cantidad de invitados, ya que el espacio en el Capitolio era limitado. En reemplazo de Peña acudió el embajador de Paraguay José Antonio Dos Santos.

CRIMEN ORGANIZADO. Las prioridades de Estados Unidos con Paraguay se centran en la agenda de seguridad, que son la lucha contra el narcotráfico, el lavado de activos, el terrorismo y, a nivel político, mantener la relación con Taiwán como estrategia para frenar a China en Latinoamérica. La firma de un nuevo convenio con la DEA luego de la ruptura del programa con la Senad será la primera tarea de que la que el mismo presidente se encarga.

NUEVO EMBAJADOR. El Gobierno espera con ansias que se finiquite la designación de Gabriel Escobar, que debe ser confirmado por el Congreso, luego de ser nombrado por la Casa Blanca por la anterior administración, en reemplazo de Marc Ostfield, que tuvo intensos roces con el cartismo. Peña incluso le culpó de la mala relación con la DEA. Indicó que esta agencia antidrogas bajó totalmente sus resultados y que esto se debió a la influencia del diplomático.

OEA. Un objetivo importante de Peña es lograr que el canciller sea el sucesor de Luis Almagro. Las elecciones en la OEA son en marzo y la influencia de Estados Unidos es fundamental, por lo que el gobierno busca apoyo de Trump.

COMERCIO. Vender su relación con Estados Unidos como estratégica, sobre todo por su apoyo a Taiwán, es claver para sacar provecho en el comercio, y además abrir nuevos mercados, como sucedió con la carne. No obstante, es una tarea complicada debido al proteccionismo del trumpismo.