Un transportista, una promesa de US$ 600 millones en dos puertos en Escobar y un político massista

Con apenas kilómetros de diferencia náutica y terrestre tanto de las tres terminales del Grupo Euroamérica en Campana, como de Terminal Zárate, del Grupo Murchison, anunciaron un nuevo proyecto portuario en Escobar.

Según trascendió en una conferencia de prensa encabezada por el intendente massista Ariel Sujarchuk -que estuvo al frente del malogrado Ente Nacional de Control y Gestión de la Vía Navegable (ECOVINA) durante la gestión de Alberto Fernández- el grupo Terminal Marítima Escobar (TME), del empresario Alfredo Montalván, presentó un proyecto por 600 millones de dólares para sumar dos terminales: una multipropósito apta para contenedores y una de graneles.

Montalván es un empresario del transporte, titular de la firma Transportes Montalván, dedicada al transporte terrestre, la logística -con un centro de distribución en Isidro Casanova de 160.000 m2- y con oferta para las cargas internacionales al operar un depósito fiscal y realizar transporte internacional.

El proyecto TME, no obstante, no cuenta todavía con un operador logístico y portuario detrás que haya proyectado un negocio sostenible o al menos validado su viabilidad comercial. Sin embargo, aseguraron que hay interesados.

De acuerdo con los renders que circularon e incluso con la maqueta presentada a Sujarchuk, la terminal multipropósito contaría con una escalabilidad de hasta 4 grúas pórtico y capacidad de atender a un buque de 281 metros de eslora (a pesar de que rige una restricción de eslora máxima por la zona de 230 metros) en un muelle de 372 metros.

Luego, el puerto granelero contaría con 6 silos con capacidad total de 90.000 toneladas, 6 cintas transportadora y un muelle de 240 metros.

Promocionado como “puerta de entrada a la hidrovía” y “puerto de aguas profundas en la hidrovía”, el puerto multipropósito se ubicaría en el kilómetro 77 de la margen derecha del Río Paraná de las Palmas.

Con un calado aparentemente natural de “17 metros”, por lo que “no necesita dragado” (aunque no especifique si habla del canal o del pie del muelle), de acuerdo con el diseño base, arrancaría con una capacidad para atender unos 155.000 TEUS por año, con un playón para 2250 TEU y 600 enchufes reefer. Para comenzar, contaría con dos grúas pórtico y dos grúas RTG .

El propio vocero del Gobierno Nacional, Manuel Adorni, se encargó de destacar el proyecto por enmarcarse en el RIGI y por tratarse de una inversión de gran porte. Desde la compañía, aseguran que la viabilidad del proyecto está sujeta a que sea aprobado en el marco del régimen de promoción de las grandes inversiones lanzado por el gobierno de Javier Milei.

Matiz y contexto

Por lo pronto, desde el sector convienen en matizar y contextualizar en que sólo se trata de un anuncio en principio, con un largo recorrido por delante. Dentro de este marco de referencia resulta imposible obviar la preeminencia política de la presentación a cargo de Sujarchuk, quien alternó la deriva del Ecovina con el único logro visible de conseguirle un edificio en Rosario con cargos en la Secretaría de Economía del Conocimiento, donde potenció su fascinación por la economía digital y las smart cities.

Ambición política de Sujarchuk al margen, el Grupo Montalván -de realizar el proyecto- está llamado a caminar el mismo recorrido de TecPlata, la terminal de contenedores del grupo Ictsi, que en diciembre pasado cumplió 10 años de la inauguración liderada por el entonces gobernador Daniel Scioli, y todavía espera poder expresar todo su potencial operativo tras invertir más de 450 millones de dólares. Es decir, arrancar con un apadrinazgo político para el posicionamiento, y luego legitimar comercialmente dicho trampolín.

TME ingresa en un mercado que, de acuerdo con el movimiento de cargas contenedorizadas, está sobre ofertado, con líderes absolutos como Buenos Aires y Exolgan operando con altos índices de capacidad ociosa.

Campana

Y es también en este contexto en el que TME busca un negocio, al lado del holding de los Swier (Grupo Euroamérica) con el que comparten un origen vinculado al transporte terrestre, que cuenta con tres terminales multipropósito -Euroamérica, Maripasa y Tajiber- en Campana (al lado de Escobar), dos centros logísticos, acceso ferroviario, depósitos fiscales y, también una flota de camiones propios, junto con un management ejecutivo liderado por ex líderes de Maersk y Bactssa.

Euroamérica suma entre sus tres terminales 785 metros lineales de muelle sobre el Paraná de las Palmas, y reparte su infraestructura en la atención de cargas proyecto, cargas refrigeradas, productos siderúrgicos, graneles, químicos, productos forestales, carga RO-RO y contenedores.

Zárate

Un poco más al norte, se ubica Terminal Zárate, del grupo portuario más antiguo del país, Grupo Murchison, la mayor terminal portuaria de automóviles del país y la primera dedicada de América Latina. Sobre un frente de río de 1000 metros cuenta con un muelle operativo de 480 metros, dos sitios de atraque para buques de carga rodante, un área portuaria de 1,45 millón de m2 (en su terminal intermodal logística unos 330 mil m2), 40 mil m2 para playa de camiones, y desvío ferroviario con zona de maniobras.

En los primeros 3 trimestres de 2024, de acuerdo con cifras oficiales, Terminal Zárate operó casi 80.000 TEU, y es uno de los referentes operativos para el transbordo de cargas argentinas y regionales.

La Plata

Bastante más al sur, en Ensenada, TecPlata -la única nacida íntegramente para la operación de contenedores y con el respaldo de uno de los principales operadores portuarios a nivel mundial- operó entre enero y septiembre de 2024 unos 5400 TEU, siempre de acuerdo con cifras de la ex Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables.

TecPlata cuenta con 600 metros de muelle y un predio de 41 hectáreas. Tiene una capacidad nominal para operar hasta 450.000 TEU en una primera etapa. Y su infraestructura se completa con cuatro grúas pórtico de 55 metros, 9 RTG, dos reach stackers, 3 sife lifter, 1020 enchufes para contenedores refrigerados, una playa para 200 camiones y un escáner capaz de monitorear 100 contenedores por hora.

Esta es la competencia inmediata (sin contabilizar la oferta privada dedicada a los agrograneles) a la que apuntaría TME o, al menos, el grupo portuario y/o logístico que pretenda ingresar en el negocio presentado por el intendente de Escobar.