La próstata es una pequeña glándula que contribuye a la producción de semen. Se sitúa justo debajo de la vejiga y a menudo aumenta su tamaño conforme los hombres envejecen. Por esta razón, la **hiperplasia prostática benigna** — o HBP — se convierte en un problema de salud más común con la edad. También se le conoce como ‘agrandamiento de próstata’.
Según una entrevista con Europa Press Infosalus, Mario Álvarez Maestro, director de Actividades Científicas de la Asociación Española de Urología (AEU), este fenómeno puede provocar síntomas incómodos, como el bloqueo del flujo urinario desde la vejiga, además de causar problemas en la vejiga, las vías urinarias o los riñones.
«Los hombres con mayor riesgo son aquellos de 50 años o más, aquellos con antecedentes familiares de problemas prostáticos; así como los hombres con sobrepeso, principalmente los que presentan grasa abdominal», subraya.
El experto señala que los factores de riesgo para un agrandamiento prostático incluyen:
·Envejecimiento: La glándula prostática agrandada raramente genera síntomas antes de los 40 años; después de esta edad, aumenta la probabilidad de desarrollar una próstata agrandada y síntomas relacionados.
·Antecedentes familiares: Tener un familiar cercano con problemas de próstata implica un mayor riesgo de padecer estos problemas.
·Diabetes y enfermedades cardíacas: Los estudios indican que la diabetes puede incrementar el riesgo de hiperplasia prostática benigna, así como las enfermedades cardíacas.
·Estilo de vida: La obesidad incrementa el riesgo de hiperplasia prostática benigna; la práctica de ejercicio regular puede ayudar a disminuir este riesgo.
PRINCIPALES SÍNTOMAS DE HBP
El Dr. Álvarez Maestro señala que «los síntomas de la hiperplasia prostática benigna suelen empeorar lentamente«; sin embargo, aclara que «en ocasiones no cambian e incluso pueden mejorar con el tiempo». Los síntomas comunes de la hiperplasia prostática benigna incluyen:
– Necesidad de orinar con frecuencia o urgencia.
– Micción frecuente, especialmente por la noche.
– Dificultad para iniciar la micción.
– Flujo de orina débil o que se interrumpe y se reinicia.
– Goteo tras la micción.
– Incapacidad para vaciar completamente la vejiga.
Además, el especialista de la Asociación Española de Urología precisa que los síntomas menos comunes de un agrandamiento prostático incluyen:
– Infecciones en las vías urinarias.
– Dificultad para orinar.
– Sangre en la orina.
Otro aspecto a considerar, según su opinión, es que el tamaño de la próstata no siempre es un indicador de la gravedad de los síntomas: «Algunas personas con próstatas ligeramente agrandadas pueden experimentar síntomas significativos. Por otro lado, algunas con prostatas muy agrandadas pueden tener problemas leves, y hay individuos con próstata agrandada que no presentan ningún síntoma».
COMPLICACIONES QUE PUEDEN DERIVARSE DE LA HBP
Asimismo, este urólogo enumera las 5 complicaciones más frecuentes que pueden surgir en casos de agrandamiento de próstata:
1. Incapacidad para orinar o retención urinaria: Puede ser necesaria la colocación de un catéter para drenar la orina; algunas personas con agrandamiento de próstata requieren cirugía para aliviar los síntomas.
2. Infecciones en las vías urinarias: La incapacidad para vaciar completamente la vejiga puede aumentar el riesgo de infecciones urinarias; si estas ocurren con frecuencia, puede ser necesaria una cirugía para extirpar parte de la próstata.
3. Cálculos vesicales: La causa principal es la incapacidad para vaciar completamente la vejiga; los cálculos pueden causar infecciones, irritación de la vejiga, sangre en la orina y obstrucción del flujo urinario.
4. Daño vesical: Una vejiga que no se vacía por completo puede estirarse y debilitarse con el tiempo; como consecuencia, la pared muscular de la vejiga ya no se contrae adecuadamente y esto dificulta el vaciado completo de la vejiga.
5. Daño renal: La presión en la vejiga debido a la incapacidad para orinar puede causar daños a los riñones o permitir que infecciones vesicales lleguen a los riñones.
TRATAMIENTOS FRENTE A LA HBP
El tratamiento para la hiperplasia prostática benigna reduce el riesgo de complicaciones, según explica el doctor Mario Álvarez Maestro, director de Actividades Científicas de la AEU; no obstante, subraya que la retención urinaria y el daño renal pueden afectar gravemente la salud.
«No se ha demostrado que el agrandamiento de próstata incremente el riesgo de cáncer de próstata. Antes de decidir el tratamiento farmacológico, es esencial evaluar el riesgo de progresión de la enfermedad basándose en diversos factores de riesgo (edad superior a 50 años, gravedad moderada a severa, próstata grande y PSA superior a 1,5 ng/ml)», añade este especialista.
Así, el Dr. Álvarez señala que los objetivos del tratamiento farmacológico de la hiperplasia benigna o adenoma de próstata son aliviar los síntomas del tracto urinario inferior, mejorar la obstrucción del tracto de salida y facilitar el vaciado vesical, abordando la posible inestabilidad del detrusor (músculo de la vejiga).
«También se contemplan como objetivos del tratamiento la reversión de la insuficiencia renal, y la prevención de episodios futuros de hematuria macroscópica (sangrado en la orina), infecciones y retención urinaria», agrega.
Dependiendo del tamaño de la próstata, menciona que podría ser necesaria una cirugía laparoscópica o robótica (adenomectomía) o, si es posible, una intervención endoscópica (a través de la uretra), que implica la eliminación del tejido prostático que obstruye la uretra.
«Dentro de las intervenciones endoscópicas, se encuentra la cirugía tradicional conocida como ‘resección prostática transuretral’ (RTU), así como la ‘fotovaporización prostática’ mediante técnicas láser», enfatiza este experto.
LA OBSERVACIÓN EXPECTANTE
Además, el Dr. Mario Álvarez sostiene que la observación expectante sin tratamiento es una opción para pacientes con síntomas leves, aunque no se recomienda a largo plazo por las posibles secuelas en la vía urinaria.
«Las guías científicas sugieren que la observación expectante es adecuada para hombres con síntomas leves, o en casos de síntomas más severos, siempre que sean tolerables», enfatiza.
De hecho, este representante de los urólogos españoles afirma que en estos casos pueden ser suficientes algunos consejos generales:
·Orinar cada 2 o 3 horas y no dejar transcurrir más de 3 horas durante el día.
·Evitar bebidas alcohólicas y cafeína, dado que incrementan la producción de orina, irritan la vejiga y pueden agravar los síntomas.
·Evitar el frío: Las temperaturas bajas aumentan la urgencia miccional y pueden provocar retención aguda de orina.
·Es importante orinar tan pronto como se sienta la urgencia: Si se retrasa, puede afectarse el músculo detrusor y provocar daños a largo plazo.
Monica García Velazquez
Fuente de esta noticia: https://dgratisdigital.com/es-posible-prevenir-la-hiperplasia-benigna-de-prostata/
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