

Luis Gilberto Murillo, canciller de Colombia
Esta semana, Colombia ha alcanzado importantes hitos diplomáticos que consolidan su posición como un actor clave en la esfera internacional. Bajo una estrategia de política exterior progresista, el país ha logrado avances que reflejan su compromiso con los derechos humanos, la inclusión social y la resolución pacífica de conflictos.
En un paso significativo, Colombia fue elegida como miembro de la Comisión de Consolidación de la Paz de las Naciones Unidas para el año 2025. Este logro refuerza su papel en las instancias multilaterales y subraya su capacidad de proponer una nueva visión de gobernanza global. Una visión basada en el diálogo y la cooperación como herramientas fundamentales para abordar los desafíos globales contemporáneos. Este hecho también reafirma el compromiso de Colombia con la promoción de soluciones inclusivas y pacíficas frente a las crisis internacionales.
Otro hito destacado es la proclamación del Segundo Decenio Internacional de los Afrodescendientes, iniciativa liderada por la Cancillería y la vicepresidenta Francia Márquez, junto a otros nueve países. Este esfuerzo internacional busca combatir la discriminación racial, el racismo sistémico y la segregación, promoviendo el pleno goce de los derechos económicos, sociales, culturales, civiles y políticos de las comunidades afrodescendientes. La proclamación representa un avance histórico hacia la justicia y la equidad racial en el ámbito global.
Colombia también ha fortalecido su influencia en el ámbito de los derechos de los pueblos indígenas. La elección de la directora de la Academia Diplomática y Consular, Lenis Amazonás, como titular en el Grupo de Trabajo Facilitador de la Plataforma de Comunidades y Pueblos Indígenas (LCIPP) para el período 2025-2026, marca un nuevo capítulo en la defensa de los derechos de estas comunidades. Este rol permitirá a Colombia desempeñar un papel de liderazgo en la promoción de sus derechos y en la mitigación de los efectos del cambio climático sobre sus territorios.
En otro avance histórico, Colombia asumió por primera vez la copresidencia de la Coalición por la Igualdad de Derechos (ERC). Este movimiento refuerza el compromiso del país con la defensa global de los derechos humanos de las personas con orientaciones sexuales e identidades de género diversas, situándolo como un referente en la lucha por la igualdad y la inclusión.
Finalmente, Colombia logró una elección sin precedentes al convertirse en miembro del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Por primera vez en su historia, el Gobierno colombiano priorizó su pertenencia a este órgano fundamental, reafirmando su compromiso con la agenda multilateral de derechos humanos. Este reconocimiento representa no solo un triunfo diplomático, sino también un testimonio del creciente liderazgo de Colombia en la protección y promoción de los derechos fundamentales a nivel global.
Estas victorias diplomáticas destacan cómo la política exterior progresista de Colombia se está consolidando como un modelo de inclusión y cooperación internacional, reafirmando el papel del país como un actor comprometido con la construcción de un futuro más equitativo y pacífico para todos.
carloscastaneda@prensamercosur.org
