

El compromiso con el cambio, la transparencia y la articulación con la población marcaron los discursos de los líderes electos durante la ceremonia de diplomación realizada el pasado lunes 9 de diciembre en el Fórum de Justicia de Foz do Iguaçu. Este evento oficializó el fin del proceso electoral y dio inicio a la preparación para el nuevo ciclo administrativo que comenzará el 1° de enero de 2025.
El General Silva e Luna, próximo alcalde de Foz do Iguaçu, su vice, Ricardinho, y los 15 concejales electos fueron diplomados en un acto solemne que destacó la importancia de la democracia y la legitimidad del voto popular.

En su discurso, el General Silva e Luna subrayó el significado del acto de diplomación como un pilar fundamental de la democracia brasileña. “Hoy completamos una etapa más del rito electoral que personifica nuestra democracia. El voto, como expresión más genuina del poder popular, legitima las decisiones tomadas en las urnas y fortalece nuestra confianza en un futuro mejor”, expresó.
El próximo alcalde también aprovechó la oportunidad para agradecer al juez presidente de la Junta Electoral, Rodrigo Luiz Berti, por su dedicación en la conducción del proceso electoral. “El Dr. Rodrigo Berti, junto a un equipo comprometido de servidores públicos, garantizó la integridad y eficiencia del pleito electoral en Foz do Iguaçu. Mi más profundo agradecimiento por su labor ejemplar”, declaró Silva e Luna, recibiendo aplausos del público presente.
Durante su intervención, Silva e Luna reiteró los principios que guiarán su administración: austeridad, transparencia y un enfoque en la mejora continua de los servicios públicos. “El diploma que hoy recibimos no solo es un reconocimiento, sino también un recordatorio de nuestra responsabilidad. Junto con mi vice, Ricardinho, asumimos este desafío con humildad y determinación”, afirmó.
El futuro alcalde destacó que la colaboración entre el Ejecutivo y el Legislativo será esencial para alcanzar los objetivos trazados. “La sinergia entre ambos poderes será clave para construir una Foz do Iguaçu más justa, moderna y acogedora para todos”, señaló.
Silva e Luna cerró su discurso con un mensaje optimista: “Unidos, construiremos una ciudad que será motivo de orgullo para todos los iguaçuenses. Los sueños no cambian el mundo por sí solos, pero nadie puede cambiar el mundo sin soñar. Con determinación y esperanza, avanzaremos hacia un futuro mejor”.
Por su parte, el vicealcalde electo, Ricardinho, destacó el acto de diplomación como una confirmación de la voluntad popular expresada en las urnas. En declaraciones a la prensa local, manifestó su entusiasmo por los desafíos venideros. “Esta ceremonia es una validación oficial de nuestra victoria y un recordatorio del compromiso que tenemos con la población de Foz do Iguaçu. Estamos listos para trabajar arduamente por nuestra ciudad”, aseguró.
Ricardinho enfatizó que su papel principal será actuar como un puente entre el gobierno y la población, promoviendo el diálogo constante. “Mi compromiso es escuchar las demandas del pueblo y garantizar que esas voces lleguen al Ejecutivo. Seré un articulador activo entre los diferentes sectores para fortalecer este vínculo fundamental”, explicó.
Asimismo, señaló que no asumirá cargos en secretarías al inicio de su mandato, prefiriendo concentrarse en su función como mediador entre las diversas áreas del gobierno. “Quiero estar cerca de las secretarías y apoyar a todos los equipos en sus objetivos. Nuestro enfoque estará en unir esfuerzos para lograr el desarrollo que Foz do Iguaçu merece”, concluyó Ricardinho.

La ceremonia de diplomación marca no solo el cierre del proceso electoral, sino también el comienzo de una nueva etapa administrativa para Foz do Iguaçu. Con una visión clara y un compromiso renovado con los valores democráticos, Silva e Luna, Ricardinho y los concejales electos asumen el desafío de liderar la ciudad hacia un futuro más prometedor.
La expectativa es alta, pero también lo es la determinación de estos líderes para enfrentar los retos que se avecinan con transparencia, eficiencia y un diálogo constante con la sociedad iguaçuense. Sin duda, este nuevo capítulo será crucial para construir una ciudad más inclusiva y próspera para todos sus habitantes.
