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Lun. Nov 25th, 2024
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En veredas de esta zona rural de Bogotá fueron intervenidos los sitios donde se enterraron los cuerpos, al parecer, desde hace más de 24 años.-
Imagen: Comunicaciones UBPD

En un operativo de carácter histórico, la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) llevó a cabo la primera acción humanitaria destinada a localizar y recuperar los cuerpos de personas desaparecidas en zonas rurales de Bogotá. Este esfuerzo tuvo lugar en el páramo de Sumapaz, el más extenso del mundo, situado a más de 3.700 metros sobre el nivel del mar, donde se encontraron los restos de dos personas que habían desaparecido hace más de 20 años.

El proceso, desarrollado en condiciones de extrema dificultad, incluyó la intervención de un equipo forense altamente especializado, compuesto por expertos en áreas como antropología, criminalística, sociología y topografía. Estas labores se realizaron en las veredas Vegas y Nueva Granada, lugares remotos de la localidad 20 de Sumapaz, a las que solo es posible acceder tras largos trayectos a lomo de mula debido a la agreste geografía del páramo.

Según las primeras investigaciones, los restos humanos hallados corresponderían a personas desaparecidas en los años 2000 y 2001. Uno de los cuerpos fue localizado en el lugar exacto indicado por los registros de la investigación humanitaria y extrajudicial, mientras que el segundo hallazgo presentó mayores desafíos debido a las condiciones climáticas adversas y a la complejidad del terreno.

El corregidor de San Juan de Sumapaz, Santiago Pacheco, quien estuvo presente durante la operación, calificó el resultado como un hito en la búsqueda de desaparecidos en la región. “Ha sido un bálsamo para nuestro trabajo. Durante tres años hemos recopilado información con la Unidad de Búsqueda para lograr estos resultados. La calidad humana y el compromiso del equipo de forenses es extraordinario. Este hallazgo nos llena de esperanza para seguir avanzando en la localización de más víctimas de desaparición forzada”, declaró.

Además del corregidor, el operativo contó con la participación activa de las familias de los desaparecidos, quienes han liderado una incansable lucha por obtener respuestas sobre el paradero de sus seres queridos. Este acompañamiento fue descrito como un paso fundamental para reforzar la dimensión humanitaria del trabajo, garantizando que las víctimas no sean tratadas únicamente como cifras, sino como seres humanos cuya memoria y dignidad merecen ser reivindicadas.

Los cuerpos recuperados fueron trasladados al Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, donde serán sometidos a rigurosos análisis, incluyendo pruebas genéticas, para confirmar su identidad. En uno de los casos, se hallaron documentos de identificación junto al cuerpo, lo que podría acelerar el proceso de reconocimiento y facilitar su posterior entrega a los familiares.

De acuerdo con las investigaciones preliminares, uno de los cuerpos correspondería a un excombatiente de un grupo armado, mientras que el otro pertenecería a una persona desaparecida en una zona rural del páramo durante los años iniciales de la década del 2000. Estos hallazgos se enmarcan en un contexto más amplio de desaparición forzada en Colombia, fenómeno que ha afectado a miles de familias en el país y que ha dejado profundas cicatrices en el tejido social.

Imagen: Comunicaciones UBPD

El páramo de Sumapaz, a pesar de ser una reserva natural de incalculable valor ambiental, ha sido también un espacio marcado por el conflicto armado, donde comunidades enteras sufrieron desplazamientos y desapariciones. Estas características hacen que la recuperación de cuerpos en la zona represente no solo un logro técnico y logístico, sino también un acto simbólico de justicia y reparación para quienes han esperado décadas por respuestas.

La Unidad de Búsqueda reafirmó su compromiso de continuar trabajando en la recuperación de desaparecidos en Colombia, destacando la importancia de las acciones conjuntas entre las instituciones estatales, las comunidades locales y las familias de las víctimas. “Cada cuerpo que encontramos es una historia que comienza a ser resuelta, una deuda de humanidad que comenzamos a saldar”, afirmó uno de los miembros del equipo forense.

Este operativo, más allá de sus resultados inmediatos, refuerza la esperanza de que la verdad y la reparación son posibles, incluso en los contextos más complejos. En un país donde el conflicto armado dejó miles de desaparecidos, cada hallazgo representa una victoria para la memoria y un recordatorio de que la búsqueda de justicia no cesa, por más inhóspito que sea el camino.

La recuperación de los cuerpos en el páramo de Sumapaz marca el inicio de una etapa crucial en los esfuerzos por localizar a las víctimas del conflicto en Bogotá y sus alrededores. Este hito subraya la necesidad de redoblar los esfuerzos en la búsqueda de verdad y reconciliación, un proceso que, aunque lento y doloroso, es esencial para la construcción de un futuro más justo y humano.

carloscastaneda@prensamercosur.org


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