Qué ver en Marsella: 10 visitas imprescindibles

Los romanos la llamaron Massalia, y ya entonces su privilegiada ubicación en el mar Mediterráneo era uno de sus principales atractivos. Desde entonces, la urbe no dejó de crecer hasta convertirse en la segunda ciudad de Francia. Hablamos, claro está, de la capital de la región de Provenza-Alpes-Costa Azul. Si todavía no sabéis qué ver y hacer en Marsella, os proponemos diferentes planes y actividades para todos los gustos y presupuestos, que os permitirán conocer los 10 lugares más emblemáticos.

¿Mar o montaña? ¿Deporte o museos? Hay numerosos tours, visitas guiadas y excursiones en Marsella. Lo difícil es decidir por dónde empezar. El Puerto Viejo y la basílica de Notre-Dame de la Garde no pueden faltar en toda visita que se precie a la considerada como la ciudad más antigua de Francia.

Tampoco puede faltar el castillo de If, el estadio Vélodrome o el Parque Nacional de Calanques. ¿Cuál es la mejor forma de visitar todos estos lugares? ¿Por dónde empezar? A continuación, os ofrecemos los mejores consejos para optimizar vuestra visita a la perla de la Provenza.

1. El Puerto Viejo, la esencia del ambiente marinero de Marsella

El Vieux-Port, el Puerto Viejo de Marsella, es el corazón del centro histórico de la ciudad. Toda la vida social y cultural de la urbe gira en torno a este lugar, que presenta dos orillas o riberas: el Quai du Port y el Quai de Rive Neuve. En la primera se encuentra el Ayuntamiento, mientras que en la segunda podemos encontrar el Museo del Jabón de Marsella. Ambos márgenes están conectados por un ferry que une el muelle del Consistorio con la Place aux Huiles.

El Puerto Viejo es también un punto de referencia para el comercio, el ocio y la restauración. Por la mañana, los pescadores venden aquí su pescado fresco, una tradición que se remonta varios siglos atrás en el tiempo. Y por la noche, el puerto se llena de vida. Las terrazas de sus bares y restaurantes atraen a numerosos entusiastas de la gastronomía local, que buscan degustar la famosa bullabesa, una sabrosa olla de pescado. El Puerto Viejo también alberga otras curiosidades, que podréis descubrir con este free tour por Marsella.

Si, además de recorrer los muelles desde la orilla, deseáis ir un poco más lejos, no os podéis perder este paseo en velero por Marsella. Zarparéis desde el Vieux-Port en busca de las mejores estampas del litoral de la ciudad. ¡Un plan de lo más recomendable!

2. El castillo de If, la prisión de Edmundo Dantés

14 años. Este es el tiempo que estuvo preso Edmundo Dantés en el castillo de If, uno de los escenarios clave de El conde de Montecristo. Esta novela de Alejandro Dumas popularizó la prisión, situada en una pequeña isla frente a la costa marsellesa. Si aún no habéis leído el libro, os lo recomendamos encarecidamente, pues en él se narra cómo Dantés pudo escapar de esta tenebrosa cárcel con un método… ¿Cómo decirlo? Será mejor que lo descubráis por vosotros mismos…

¿Cómo se puede visitar la antigua prisión de Dantés? Desde el Port-Vieux zarpa con bastante frecuencia un ferry hasta la isla, donde podréis visitar las celdas con esta entrada al castillo de If.

3. La Basílica de Notre-Dame de la Garde, la protectora de la ciudad

Erigida sobre una colina, la basílica de Notre-Dame de la Garde es de visita obligada. Apodada la “Buena Madre”, vela por los habitantes de Marsella desde 1864. Desde el Puerto Viejo se puede llegar en autobús, en tuk-tuk o a pie… ¡Pero cuidado, que la cuesta es muy pronunciada! También podéis ascender en tren turístico, incluido en la tarjeta turística Marseille City Pass, que también incluye la entrada a otros museos y atracciones turísticas imprescindibles.

Desde la cima de la colina, la vista de Marsella y de toda su costa es impresionante. Por supuesto, también merece la pena acceder a la basílica, cuya entrada es gratuita. En el interior del templo contemplaréis una amplia colección de mosaicos dorados, característicos de la arquitectura neobizantina. En este tour privado por Marsella con guía en español tendréis la posibilidad de descubrir la historia oculta de este espectacular monumento. ¡Ideal para amantes de la historia!

4. El Mucem, el Museo de las Civilizaciones de Europa y del Mediterráneo

Inaugurado en 2013, el Mucem es un lugar de visita obligada para comprender la historia de la cultura mediterránea. Situado en la entrada del Puerto Viejo, este moderno museo no sólo destaca por sus exposiciones, sino que también constituye una obra de arte en sí mismo. ¡Su vanguardista diseño arquitectónico seguro que os sorprende! Además, una pasarela sobre el puerto conecta el Mucem con el Fort Saint-Jean, cuyos orígenes se remontan a la Edad Media.

El Mediterráneo ha sido y es una zona de gran influencia social, económica y cultural, cuyo legado trasciende más allá de Europa. Este museo resulta perfecto para conocer las civilizaciones que han habitado en su ribera.

5. El Parque Nacional de Calanques, las calas turquesas más famosas del sur de Francia

Situadas entre Marsella y Cassis, las calas de aguas turquesas llamadas calanques constituyen uno de los mayores tesoros naturales del sur de Francia. Sus espectaculares acantilados de piedra caliza hacen de este paraje un espacio de una excepcional biodiversidad, todo un paraíso para los amantes del senderismo, la escalada y el buceo. Y es que son muchas las actividades en el Parque Nacional de Calanques. ¡Las hay para todos los gustos!

Si os gusta caminar por la naturaleza, esta actividad de senderismo por las calanques de Saint-Jean de Dieu, Sugiton, Morgiou o Sormiou resulta perfecta para descubrir distintos lugares del Parque Nacional.

6. El Palacio Longchamp, un complejo único que alberga dos museos

En toda lista que se precie sobre qué ver en Marsella tampoco puede faltar el Palacio Longchamp. Se trata de una auténtica obra maestra de la arquitectura neoclásica del siglo XIX, construida para celebrar la llegada de las aguas procedentes de un desvío del río Durance en una época de sequía.

Además de la monumental fuente que conmemora la llegada de las aguas, el complejo del palacio también alberga dos importantes centros expositivos: el Museo de Bellas Artes y el Museo de Historia Natural. El conjunto se completa además con unos magníficos jardines, que podréis descubrir en este free tour por el centro de Marsella.

7. Le Panier, el barrio bohemio de Marsella

Le Panier, el barrio más antiguo y pintoresco de Marsella, es un laberinto de calles estrechas y coloridas con un encanto muy especial. Pequeñas y pintorescas plazas, talleres artesanales, cafés donde tomar la tradicional bebida llamada pastis… ¡Hay mucho que descubrir!

El encanto de Le Panier es tal que, incluso, ha servido de escenario para el rodaje de varias películas. Una de las más famosas es Love Actually. Una de las escenas más famosas de este largometraje de 2003 tiene lugar en Portugal, cuando Jamie viaja hasta allí para encontrarse con Aurelia. Lo más curioso de todo es que esa escena no se rodó en el país luso, sino en el barrio Le Panier de Marsella.

8. La Corniche Kennedy, el gran paseo marítimo marsellés

La Corniche Kennedy es un largo bulevar que recorre la costa de Marsella. Esta amplia avenida ofrece impresionantes vistas del mar Mediterráneo y de las islas Frioul. Por ello, es el lugar ideal para dar un paseo a pie o en bicicleta.

A orillas de la Corniche también se encuentra el barrio de Endoume y el puerto de Vallon des Auffes, una zona muy coqueta con pequeños restaurantes en los que poder degustar un rico plato de pescado fresco. Además, al no encontrarse en el centro histórico, sus precios son más moderados que los de los establecimientos del Vieux Port.

También merece la pena explorar las profundidades que se encuentran bajo la Corniche gracias a esta actividad de snorkel en la costa de Marsella.

9. Las islas Frioul, un paradisíaco archipiélago a un paso de Marsella

Situadas a sólo 4 kilómetros de Marsella, el archipiélago de las Frioul alberga preciosos rincones que resultan ideales para escapar de la rutina. En estas islas, situadas justo detrás del castillo de If, encontraréis preciosas calas de aguas turquesas como la Calanque de Saint-Estève.

Ratonneau, la isla principal del archipiélago, es accesible en barco desde el Puerto Viejo de Marsella. Durante la travesía, disfrutaréis de unas extraordinarias vistas del litoral de la urbe y del castillo de if. ¡Sus paisajes os cautivarán para siempre!

10. El Vélodrome, el estadio del Olympique de Marsella

Ici c’est Marseille! Este cántico le resultará familiar a los aficionados al fútbol. Y es que ​​el Stade Vélodrome, el estadio del Olympique de Marsella, es de visita obligada para todos aquellos amantes del balompié. Con capacidad para 67394 espectadores, es el segundo estadio más grande de Francia. Sólo le supera el Stade de France, situado al norte de París.

Además de fútbol, en el estadio del OM también se celebran conciertos y partidos de rugby, un deporte que cuenta con una gran popularidad en Francia.

Estadios deportivos, barrios con encanto, prisiones de novela, calas de aguas turquesas, puertos pesqueros… Si a todo esto le sumamos un agradable clima y una deliciosa gastronomía, tenemos como resultado un destino ideal para pasar unas relajantes vacaciones. ¿Ya habéis pensado qué vais a ver y hacer en Marsella?