El próximo viernes, el presidente Gustavo Petro liderará un emotivo acto de entrega de 7.500 hectáreas de tierras en Chimichagua, Cesar, beneficiando a cientos de familias campesinas que durante años lucharon por recuperar los predios de los que fueron violentamente despojadas.
Estas familias, víctimas de desplazamiento forzado por el accionar del bloque Norte de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), liderado por Rodrigo Tovar Pupo, alias “Jorge 40”, han enfrentado décadas de desarraigo y lucha por justicia. Hoy, gracias a la implementación de la Reforma Agraria impulsada por el Gobierno del Cambio, ven materializado el sueño de volver a trabajar la tierra que les pertenece.
La Agencia Nacional de Tierras (ANT), pieza clave en la ejecución de esta política, ha entregado en lo que va del año un total de 12.000 hectáreas en el departamento del Cesar. Los municipios beneficiados incluyen Chimichagua, Astrea, San Martín, Valledupar, Pailitas, San Marcos, Aguachica y Gamarra, evidenciando el alcance de este esfuerzo por garantizar la redistribución de tierras a quienes más las necesitan.
El acto oficial tendrá lugar en la cancha de fútbol de Mandinguilla, donde el presidente estará acompañado por la ministra de Agricultura, Martha Carvajalino, y el director de la ANT, Felipe Harman. Esta ceremonia no solo simboliza la devolución de la tierra, sino también un reconocimiento a la lucha histórica de estas comunidades campesinas, enmarcado en un compromiso estatal de reparación y reivindicación.
El proceso de restitución, promovido por el Gobierno Nacional, busca resarcir las profundas heridas causadas por décadas de violencia. Más allá de la entrega de títulos, este acto representa un paso firme hacia la construcción de un país más equitativo, donde las víctimas del conflicto armado encuentren verdaderas oportunidades de desarrollo y dignidad.
La entrega de estas tierras, que abarcan extensas áreas del sur del Cesar, ratifica el compromiso del Gobierno con la transformación estructural del campo colombiano, avanzando hacia una paz que se construye desde las raíces.
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