Razones por las que es más complicado identificar un infarto en personas diabéticas.

   MADRID, 14 Nov. (EDIZIONES) – El riesgo de cardiopatía isquémica e infarto de miocardio es considerablemente mayor en personas con diabetes. La mayoría de los estudios indican que el riesgo de sufrir un infarto es de 2 a 4 veces más alto en personas con diabetes que en la población general sin esta enfermedad.

Así lo declara en una entrevista con Europa Press Infosalus la doctora Elsa Fernández Rubio, vocal de la Sociedad Española de Diabetes (SED) y especialista del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Cruces, en Barakaldo (Vizcaya).

La diabetes está asociada a un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, ya que en el caso de las personas con diabetes mellitus tipo 2, es frecuente encontrar otros factores de riesgo cardiovascular como la hipertensión arterial (HTA) y la dislipemia (niveles elevados de colesterol).

«La hiperglucemia y estos factores asociados incrementan el riesgo de desarrollar condiciones de este tipo. Además, los hábitos de vida poco saludables, como el tabaquismo, también elevan el riesgo de enfermedades cardiovasculares», añade la especialista.

FACTORES QUE AUMENTAN LOS INFARTOS EN LA DIABETES

De acuerdo con la vocal de la Sociedad Española de Diabetes, un mal control de la diabetes (valores de glucosa y hemoglobina glicada elevados) o un control inadecuado de factores de riesgo cardiovascular, como la hipertensión y el colesterol alto, aumentan el riesgo de enfermedad cardiovascular. «La presencia de complicaciones, como la nefropatía diabética, también incrementa este riesgo», señala.

Asimismo, la experta del Hospital Universitario de Cruces indica que, al igual que en la población general, los hábitos de vida no saludables aumentan el riesgo de enfermedad cardiovascular (por ejemplo, una dieta rica en alimentos ultraprocesados, poco ejercicio o tabaquismo).

SÍNTOMAS DE INFARTO EN PERSONAS CON DIABETES

La doctora Fernández Rubio subraya que los síntomas que presentan las personas con diabetes durante un infarto de miocardio pueden diferir de los que se observan en la población general: «En algunos casos, los síntomas pueden no ser los típicos de un infarto de miocardio, y en otras ocasiones puede ocurrir un ‘infarto de miocardio silente’, es decir, uno que no provoca síntomas».

Esto generalmente se debe a la presencia de una neuropatía diabética, que afecta la conducción nerviosa en personas con diabetes y puede alterar la percepción del dolor, ocasionando que este no se sienta.

«Algunas personas pueden no experimentar síntomas. Otros pueden sentir dolor o presión en el pecho; a veces, esto puede manifestarse como una quemazón, que podría confundirse con reflujo gástrico o indigestión. También pueden presentarse síntomas como fatiga, dolor en la mandíbula o en el cuello, así como dificultad para respirar», explica la especialista de la SED.

A su vez, recuerda que en las últimas décadas ha habido una disminución en la incidencia de enfermedad cardiovascular, tanto en personas con diabetes como en aquellas sin ella; sin embargo, el riesgo de desarrollar estas enfermedades sigue siendo mayor en personas con diabetes.

«Este riesgo es aún más elevado en las mujeres y en individuos más jóvenes. Por lo tanto, es crucial lograr un control óptimo de la diabetes desde el inicio, especialmente en aquellos que comienzan a sufrir diabetes a edades tempranas», concluye la vocal de la Sociedad Española de Diabetes (SED) y especialista del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Cruces.