El mascoterismo en el fútbol: el extraño fenómeno que saltó ante Racing de Nueva Italia

La discusión entre el arquero de Racing de Nueva Italia, Joaquín Mattalía, y la mascota de Nueva Chicago durante el partido de vuelta por el Reducido por el segundo ascenso de la Primera Nacional y que derivó en la expulsión de Tito El Torito por exceso verbal, puso en evidencia que la AFA debería tomar cartas en el asunto en cuanto a los personajes que acompañan a los equipos en sus partidos de local ya que, si bien en la mayoría de los casos se trata de humanos con elaborados disfraces temáticos como en Disney World, existen dudas en cuanto a otros que directamente serían personajes del mundo fantástico o directamente el inframundo.

Esta sería la situación de Tito El Torito que, pese a su aspecto inofensivo actual, en realidad se trataría de un inquietante personaje mitológico con cabeza de toro y cuerpo humano conocido como el Minotauro, que en sus años de esplendor (que se pierden en las brumas del tiempo) era temido en todo el mundo griego por incontenible apetito por la carne humana razón por la cual había sido confinado por el rey Minos a un laberinto.

Según las crónicas policiales de la época, el Minotauro fue asesinado por Teseo, pero hubo dudas al respecto ya que otra versión indica que logró escapar del laberinto de Creta y consiguió vivir de changas a lo largo de los siglos hasta recalar como mascota de Nueva Chicago. “Cuesta creer que el legendario y portentoso Minotauro de Creta y Tito El Torito sean el mismo ser sobrenatural, pero hay que tener en cuenta que tres mil años de vida le pasaron factura. Luis Miguel no es hoy el mismo pibe rubio de los 80″, ejemplificó un antropólogo especializado en la Grecia antigua Carlos Termópilas.

Respecto de la ancestral peligrosidad del Minotauro, Termópilas aseguró que ya no “come jóvenes atenienses”, que eran la base de su pirámide nutricional en la antigüedad, sino que prefiere los sándwiches de milanesa por lo que su apetito no representa ningún peligro dentro de una cancha o fuera de ella. “Mick Jagger hoy toma yogures”, agregó volviendo al método de los ejemplos de cambios de hábitos alimenticios.

De todos modos, otras mascotas futbolísticas están bajo sospecha desde hace tiempo respecto de que no serían personas contratadas para calzarse un disfraz y salir a la cancha. Y una de ellas es el diablo que aparece en la cancha de Independiente, cuando juega el Rojo, y cuyo penetrante olor a azufre genera inquietud aún en los hinchas propios. “Generalmente aparece tosiendo y maldiciendo al disiparse un humo que se forma de la nada en las plateas, lo que ya de por sí es raro”, relata un simpatizante que fue testigo de la forma en que el icónico personaje se materializa en el estadio antes de cada presentación del equipo.

“Llama la atención que siempre se queja de las condiciones de trabajo ‘allá abajo’, aunque nunca dice a qué se dedica”, sostiene otro hincha. “De todos modos, tira pistas: asegura que el calor es insoportable, que no hay ventilación, que los vapores de azufre te terminan destruyendo los pulmones, que el lugar está superpoblado de internos, que quiere jubilarse porque tiene la edad y como cinco mil años de aportes a la caja”, agrega el simpatizante, que aporta otro dato inquietante: evita a los hinchas que llevan cruces en el cuello.

Otro caso famoso de mascotas sospechosas es el de un supuesto Lobo que suele acompañar a Gimnasia y Esgrima La Plata en su estadio de El Bosque con algunas particularidades que dan que hablar: solo aparece en partidos nocturnos, siempre y cuando se jueguen con luna llena; es enorme, de gran agilidad, sus ojos rojos brillan en la oscuridad, como el ojo de Terminator, y olfatea a los rivales que van a patear un córner o a hacer un lateral para ponerlos nerviosos, lo cual logra. Y tiene otro dato llamativo muy festejado por la hinchada de Gimnasia: en el entretiempo se para a aullar en el círculo central y sus aullidos se escuchan en toda La Plata.

“Es la mejor mascota de Lobo de la historia del club, pero lo podemos disfrutar muy pocas veces porque sólo aparece en los partidos con luna llena y cuando finalizan sale corriendo de la cancha y se pierde en el bosque aullando y dando zancadas de hasta cinco metros”, sostiene un dirigente tripero, que niega las acusaciones de otros clubes de que Gimnasia utiliza un hombre lobo para atemorizar a los rivales. “No voy a negar que su comportamiento es extraño, por no decir inquietante, pero de ahí a hablar de lobizones en el fútbol hay un trecho largo”, consideró.

Estas situaciones llevaron ciertos clubes que no usan personajes a solicitar a la AFA la creación de un registro de mascotas principalmente para garantizar que efectivamente se trate de actores disfrazados contratados, como el Mickey de Disney World, y no seres mitológicos o del mundo paranormal necesitados de dinero que pueden traer algún tipo de peligro para los jugadores. El mascoterismo en el fútbol también debe tener sus límites.