Esta enfermedad que aún no encuentra cura, pero se acerca cada vez más a la cronicidad -en algunos tipos-, representa el principal problema de salud pública en la región y evidencia las brechas en la infraestructura y la atención médica de los diferentes países. Cómo afecta esto al diagnóstico y a los tratamientos
El cáncer es la segunda causa de muerte en el mundo, con 10 millones de fallecimientos a nivel global. La ciencia avanza sin descanso en hallar la cura definitiva de alrededor de los más de 100 tipos que existen. Así, la enfermedad se acerca cada vez más y de la mano de la combinación de terapéuticas, las clásicas y las de última generación – inmunoterapias, anticuerpos monoclonales y las más nuevas con ARN mensajero- a la cronicidad del mal.
En América Latina y el Caribe, un estudio reciente reveló que los tipos de cáncer más comunes en la región son el de próstata con 225.985 casos (14,6% del total), seguido por el de mama, con 220.124 diagnósticos (14,2%), colorrectal con 145.120 casos (9,4%) y pulmón, que afecta a 105.306 personas (6,8%).
Se suma que en la región, la atención de salud en general y la oncológica en particular, se enfrenta a múltiples desafíos que rodean a cada paciente. Allí estarán cifradas las expectativas de cuán virtuoso o no será el camino para enfrentar el mal. Y aparecen dos conflictos difíciles de resolver en la actualidad, por un lado las desigualdades y los problemas de acceso frente al diagnóstico temprano; y por el otro, la falta de acceso al/ a los tratamiento/s.
Los expertos en salud señalan que la infraestructura sanitaria, la disponibilidad de tratamientos y las capacidades de diagnóstico varían considerablemente según el país y el nivel socioeconómico del paciente. Esta desigualdad genera brechas profundas en los resultados, especialmente en lo que respecta al cáncer, ya que el acceso a la atención oportuna y adecuada es uno de los principales factores que determinan la supervivencia de los pacientes.
Según proyecciones de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), para el año 2045 se estima que la región de las Américas alcanzará los 6,7 millones de casos de cáncer. Esta cifra alerta sobre la magnitud del desafío que enfrentan los sistemas de salud públicos en la región, que ya lidian con las complejidades de una enfermedad que abarca más de 100 tipos diferentes y puede surgir en prácticamente cualquier órgano o tejido del cuerpo.
La otra cara: sube el cáncer entre los más jóvenes
Pese a los enormes desafíos que el cáncer plantea en todo el mundo, también se registran avances notables en el tratamiento y la supervivencia. El informe anual de la Asociación Estadounidense para la Investigación del Cáncer (AACR, por sus siglas en inglés), publicado el mes pasado por Infobae, destacó una noticia alentadora: la tasa de mortalidad por cáncer en Estados Unidos disminuyó 33% en las últimas tres décadas (1991 a 2021).
Los nuevos tratamientos y avances en métodos de detección mejoraron las tasas de supervivencia, incluso para tipos de cáncer muy letales como el de pulmón o el melanoma, según explicó la doctora Jane Figueiredo, investigadora del Cedars Sinai de Los Ángeles, y coautora del estudio.
Así puede observarse en el ritmo acelerado de aprobación de nuevas terapias: el informe de la AACR indicó la Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó 15 tratamientos nuevos para enfermedades oncológicas, lo que refleja el ritmo acelerado de innovación científica frente al cáncer.
El informe también hizo hincapié en un fenómeno alarmante: el incremento en los diagnósticos de cáncer en edades más tempranas, especialmente en menores de 50 años.
Este aumento plantea nuevas preguntas sobre la prevención de factores de riesgo vinculados al estilo de vida, como el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, la exposición a la contaminación ambiental, la obesidad y el sedentarismo. Según los expertos, estos factores no solo influyen en el desarrollo del cáncer, sino que también contribuyen a su diagnóstico en etapas más avanzadas, cuando el tratamiento resulta más complejo.
En agosto de este año, un estudio publicado en The Lancet Public Health indica que la Generación X (menores de 50) y los millenials (menores de 35) en Estados Unidos tienen un mayor riesgo de desarrollar 17 tipos de cáncer, como el de mama, páncreas y gástrico, en comparación con generaciones anteriores.
“Los resultados se suman a las pruebas del aumento del riesgo de cáncer en las generaciones posteriores al ‘baby boom’”, señaló Hyuna Sung, autora principal y líder de la investigación, quien es científica principal de vigilancia y ciencia de equidad en salud de la Sociedad Americana del Cáncer.
El trabajo incluyó datos de más de 23 millones de pacientes diagnosticados con 34 tipos de cáncer, recopilados entre 2000 y 2019, lo que permitió detectar que las tasas de incidencia son hasta tres veces mayores en los nacidos en 1990 comparado con 1955 para ciertos tipos de cáncer. Estas cifras sirven como un indicativo temprano del impacto futuro del cáncer en Estados Unidos.
“Sin intervenciones efectivas, podría aumentar la carga total de cáncer”, advirtió Ahmedin Jemal, vicepresidente de ciencias de la vigilancia y la equidad en la salud de la Sociedad Americana contra el Cáncer. Y esto para una región con bolsones de pobreza profundos como América Latina resuena como una muy mala noticia.
Como anticipó el año pasado Infobae, durante su participación en el Congreso de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO) 2023 en Chicago, la investigación oncológica transita un momento de esplendor, impulsada por la medicina de precisión. Gracias a avances en genética, identificación de biomarcadores, tecnología e inteligencia artificial, ahora se puede ofrecer un tratamiento más eficaz y personalizado basado en el perfil genético y el historial médico de cada paciente.
El problema del estilo de vida del Siglo XXI
Según la Sociedad Americana contra el Cáncer, un amplio estudio publicado en BMJ Oncology reveló que los diagnósticos de cáncer en menores de 50 años crecieron 79% desde 1990 a nivel mundial. En 2019, se reportaron 1.82 millones de nuevos casos en este grupo etario, y se proyecta un aumento del 31% en su incidencia y un 21% en las muertes asociadas para 2030.
Este análisis, que abarcó 29 tipos de cáncer en 204 países, señaló que el cáncer de mama lidera en nuevos casos y muertes, mientras que los de tráquea y próstata presentan un crecimiento más acelerado.
En 2019, las tasas más altas de cánceres de aparición temprana se registraron en América del Norte, Australia, Asia y Europa occidental. Pero los países de ingresos bajos y medios también se vieron afectados, con las tasas de mortalidad más altas entre los menores de 50 años en Oceanía, Europa oriental y Asia central, informaron los investigadores.
Además, en los países de ingresos bajos y medios, el cáncer de aparición temprana tuvo un impacto mucho mayor en las mujeres que en los hombres, tanto en términos de muertes como de mala salud posterior.
El doctor Diego Kaen (MP 1898), presidente de la Asociación Argentina de Oncología (AAOC), explicó a Infobae que no existe una única razón que explique el aumento de casos en menores de 50 años. “La causa es multifactorial. Son múltiples las razones que nos muestran este incremento de la frecuencia en los diagnósticos. Por supuesto, el estilo de vida es un factor importante y eso está totalmente demostrado: el mayor estrés y la disminución de la actividad física influyen. También es cierto que hoy se hacen mejores diagnósticos, somos más precisos y más efectivos a la hora de diagnosticar un cáncer, y esto también es un motivo”, detalló el especialista.
Avances científicos: el ADN y la transformación en el tratamiento del cáncer
La investigación oncológica ha dado pasos gigantes en las últimas décadas, especialmente gracias al entendimiento profundo de cómo los cambios en el ADN pueden desencadenar el desarrollo de células cancerosas. Este avance ha permitido desarrollar terapias más precisas y personalizadas, basadas en las mutaciones genéticas específicas de cada tumor.
En este contexto, la inteligencia artificial (IA) juega un papel fundamental. Investigadores de Mayo Clinic desarrollaron algoritmos impulsados por IA que prometen mejorar la investigación y los tratamientos oncológicos.
“Esto fomenta una nueva era en el diseño de algoritmos de IA dirigidos e informados para resolver problemas científicos, comprender mejor las enfermedades y guiar la medicina individualizada”, afirmó el doctor Hu Li, investigador principal en Mayo Clinic.
Estos avances no solo permiten una detección más temprana del cáncer, sino que también están facilitando el desarrollo de tratamientos dirigidos a mutaciones genéticas específicas, lo que contribuyó a duplicar las tasas de supervivencia al cáncer en los últimos 40 años.
Cáncer de próstata y colorrectal: un desafío en América Latina
En América Latina, los cánceres de próstata y colorrectal se destacan como dos de los más frecuentes y letales. Ambos representan un desafío crítico para los sistemas de salud de la región, donde las barreras de acceso y la detección tardía continúan siendo factores que complican el tratamiento y reducen las tasas de supervivencia.
El cáncer de próstata es la segunda causa de mortalidad por cáncer en hombres en América Latina, y la detección temprana es clave para evitar complicaciones graves. Los exámenes de antígeno prostático específico (PSA) y el tacto rectal son las pruebas más comunes para detectar este tipo de cáncer, recomendadas a partir de los 50 años o antes si hay factores de riesgo, como antecedentes familiares.
Sin embargo, muchos hombres en la región no se someten a estos exámenes de manera regular, lo que retrasa los diagnósticos y reduce las posibilidades de un tratamiento temprano.
El doctor Juan Sade (MN 105141), jefe de la Unidad Genitourinaria del Instituto Alexander Fleming, explicó a Infobae que, aunque el cáncer de próstata no presenta síntomas específicos en sus etapas tempranas, la detección precoz es esencial. “Todos los hombres sufrimos agrandamiento prostático benigno a lo largo de los años, y muchos de nosotros tenemos síntomas asociados a ese agrandamiento. Pero cuando el tumor alcanza etapas avanzadas, se puede manifestar con sangre en la orina, obstrucción urinaria o dolor en los huesos, que ya son signos de que ha hecho metástasis”, detalló Sade.
Cáncer colorrectal: prevención y detección
El cáncer colorrectal es el tercer tipo de cáncer más frecuente a nivel mundial, con más de 1,9 millones de casos nuevos registrados en 2020. Este tipo de tumor afecta al colon o al recto y representa aproximadamente el 10% de todos los casos de cáncer. Aunque es más común en personas mayores, su riesgo puede reducirse considerablemente con hábitos de vida saludables, como una dieta equilibrada, ejercicio regular, evitar el consumo de tabaco y limitar la ingesta de alcohol.
El doctor Federico Esteso (MN 108803), subjefe de Tumores Digestivos en el Instituto Alexander Fleming, afirmó que existen varios factores de riesgo ambientales que contribuyen al desarrollo del cáncer colorrectal.
“El consumo excesivo de calorías y de carnes rojas, el alto nivel de grasas saturadas, el alcohol, el tabaquismo, la falta de actividad física y la obesidad son algunos de los factores que aumentan el riesgo”, explicó Esteso en Infobae. Además, subrayó la importancia de una dieta rica en frutas y verduras, que puede reducir significativamente la probabilidad de desarrollar esta enfermedad.
Juan Manuel O’Connor, oncólogo clínico (MN 102684), jefe del área de Tumores Gastrointestinales del Instituto Alexander Fleming (IAF), destacó que esta enfermedad tiene un origen multifactorial y que, frecuentemente, no es posible identificar qué la desencadenó .
“En la práctica, encontramos pacientes jóvenes, sin factores de riesgo evidentes y en buen estado general, que presentan una mayor incidencia de tumores en el lado izquierdo del intestino grueso y en el recto, sin poder atribuirlo a los factores de riesgo conocidos”, describió. La microbiota, es decir, la composición de la flora bacteriana intestinal, es un área de estudio intensivo y las modificaciones en la misma son consideradas como otro factor de riesgo en investigación constante.
Signos y síntomas del cáncer colorrectal:
- Cambios en los hábitos intestinales (diarrea o estreñimiento por varios días)
- Sensación de evacuación incompleta
- Sangrado rectal con sangre roja brillante o sangre en las heces
- Cólicos, dolor abdominal, debilidad y pérdida de peso inexplicable
En cuanto al cáncer de próstata es una de las principales causas de muerte por tumores en hombres en la región. En países como Argentina, las cifras son comparables a las de los países más desarrollados en Norteamérica y Europa. El doctor Sade precisó que aproximadamente “uno de cada siete u ocho hombres desarrollará cáncer de próstata a lo largo de su vida”.
A pesar de esto, el diagnóstico de este tipo de cáncer sigue siendo un desafío, ya que en sus etapas tempranas no suele presentar síntomas específicos.
El agrandamiento prostático benigno, que muchos hombres experimentan con la edad, puede provocar síntomas parecidos, lo que complica el diagnóstico. “Cuando el tumor está en una fase avanzada, puede manifestarse con síntomas como sangre en la orina, obstrucción urinaria o dolor en los huesos, pero esto ocurre cuando ya ha invadido la vejiga o ha hecho metástasis en los huesos”, explicó el doctor Sade. Esto hace que la detección precoz sea fundamental, ya que “sin estudios de control, el paciente podría no detectar los síntomas a tiempo, lo que llevaría a un diagnóstico tardío”.
En cuanto a las herramientas de detección, el uso de pruebas como el antígeno prostático específico (PSA) y el tacto rectal han sido objeto de debate en la comunidad médica. El doctor Gustavo Villoldo (MN 100654), sujeto del Servicio de Urología del Instituto Alexander Fleming, comentó: “Ha habido controversia sobre el uso del PSA para la detección temprana, y el debate se ha centrado en si debería seguir utilizándose de manera rutinaria”.
Esta controversia surgió debido a que, durante años, la prueba se sobreutilizó, lo que llevó a un número elevado de falsos positivos y diagnósticos innecesarios que causaron efectos secundarios no deseados, como incontinencia urinaria o impotencia sexual . Entre los síntomas más comunes del cáncer de próstata en fases avanzadas se incluyen dificultad para orinar, sangre en la orina o en el semen, y dolor al eyacular o al orinar.
El papel de la detección temprana y el tratamiento oportuno
En América Latina, la detección temprana es un factor clave para reducir las tasas de mortalidad asociadas al cáncer. La región registra más de 726.000 muertes por cáncer cada año, en contraste con los 1,5 millones de casos diagnosticados anualmente. A pesar de que el cáncer es tratable si se detecta en sus primeras fases, muchos países de la región carecen de programas eficaces de prevención que promuevan exámenes de rutina, lo que provoca que muchos casos sean diagnosticados cuando ya están en etapas avanzadas.
Es en este contexto donde las políticas públicas juegan un papel crucial, organizaciones como Policy Wisdom, en colaboración con Pfizer, han desarrollado herramientas como los Policy Scorecards para evaluar las políticas públicas sobre el cáncer de próstata y colorrectal en América Latina. Estas estrategias ofrecen a los gobiernos una guía para mejorar los servicios de prevención y tratamiento oncológico en la región, con el objetivo de reducir la brecha entre la incidencia de cáncer y las tasas de mortalidad.
Al respecto, la doctora Yéssika Moreno, directora Médica para Pfizer, advirtió: “Es conocido que en Latinoamérica hay escasez de especialistas en oncología y para los sistemas sanitarios, es un reto satisfacer la demanda actual. Desde radiooncólogos hasta especialistas en cuidados paliativos, debe darse prioridad a la creación de programas de formación que aumenten el número y las competencias de los profesionales sanitarios. Es importante la inversión en capacitación de personal especializado en oncología para que América Latina pueda hacer frente al aumento previsto de la demanda provocado por la carga del cáncer en la próxima década″.
Tres claves en los sistemas de salud de América Latina
Uno de los mayores obstáculos que enfrentan los sistemas de salud en la región es el diagnóstico tardío de la enfermedad, debido principalmente a la falta de acceso a tecnologías avanzadas. Además, en los países en desarrollo un gran porcentaje de la población no tiene seguros de salud que cubran estos procedimientos, lo que provoca retrasos en el tratamiento y disminuyen sus posibilidades de supervivencia.
El nivel socioeconómico es otro factor determinante en los resultados de salud relacionados con el cáncer. Las personas de bajos recursos suelen enfrentar barreras económicas que les impiden acceder a tratamientos adecuados, como quimioterapias, radioterapias o cirugías especializadas. En muchos casos, estos pacientes deben recurrir a los servicios de salud públicos, que a menudo están saturados y carecen de los recursos necesarios para ofrecer tratamientos de calidad de manera oportuna.
Esta desigualdad en el acceso es aún más notable en las zonas rurales, donde el acceso a atención especializada es extremadamente limitado. Los pacientes que viven en estas áreas suelen tener que viajar largas distancias para recibir tratamiento, lo que genera costos adicionales que muchas veces no pueden cubrir. Además, la falta de infraestructura médica adecuada en estas regiones profundiza aún más las diferencias en los resultados de salud entre las zonas urbanas y rurales.
infobae.com
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