El evento, que se ha convertido en una importante cita anual para las iglesias evangélicas búlgaras, tiene como objetivo unir a los creyentes en oración por su nación, el mundo y el avance del Evangelio de Jesucristo.

Tertuliano, teólogo cristiano de los siglos II y III, escribió en su obra Sobre la oración: “La oración es una defensa impenetrable contra las fuerzas de las tinieblas, un arma poderosa dada por Dios a su pueblo para la guerra espiritual”. Estas palabras recordaban a los creyentes que la oración no es sólo un acto personal, sino una poderosa herramienta que conecta a los cristianos con la protección y guía de Dios.

Un encuentro en Burgas

Celebrado en las instalaciones de Arena Burgas, el acto reunió a representantes de diversas denominaciones evangélicas, que se unieron en oración. Los organizadores informaron de que asistieron unas 5.000 personas de manera presencial, mientras que otras 1.000 presenciaron el evento en línea. Además, la reunión también se retransmitió en iglesias y grupos de hogar.

El ayuntamiento de Burgas, en calidad de socio oficial del acto, destacó la contribución positiva de las comunidades cristianas al bienestar local y nacional. El alcalde de la ciudad, Dimitar Nikolov, se dirigió a los asistentes destacando la importancia de la oración para fomentar la bondad y el amor entre las personas. “Abramos nuestros corazones a la luz”, dijo. “Si pedimos algo en oración con fe firme, lo recibiremos. Burgas siempre os acogerá con los brazos abiertos”.

En la reunión participaron varias personalidades públicas, entre ellas el Presidente del Consejo Municipal de Burgas, Mihail Hadzhiyanev, y el Mediador Público de Burgas, Todor Stamboliev. En su discurso, un pastor local reflexionó sobre la transformación del propio recinto, señalando: “Donde hoy está el Arena Burgas, antes había un cuartel militar. Y hoy se ha reunido aquí un poderoso ejército espiritual”.

Centrados en la nación

Una parte importante del acto se centró en la intercesión por la nación. El pastor Zhivko Tonchev, de Burgas, dirigió una oración por el gobierno y la economía búlgaros, apelando a valores como el trabajo duro, la honradez y la diligencia, centrales en la ética protestante. Hizo hincapié en la necesidad de buscar el beneficio de los demás como base del crecimiento espiritual. “Sólo con la ayuda de Dios”, añadió, “podremos librarnos del espíritu de engaño”.

El acto no sólo sirvió de ánimo espiritual, sino que también reafirmó el compromiso de las iglesias evangélicas con el desarrollo de sólidos valores morales y espirituales en la sociedad búlgara. Uno de los líderes del acto comentó: “Esta oración es un punto de inflexión para nuestra nación”.

Movimiento General de Oración y Hermandad

Bautizado como “Día Nacional de Oración por Bulgaria y el Mundo”, el evento es una iniciativa del Movimiento General de Oración y Hermandad, establecido en marzo de 2017 en la ciudad de Stara Zagora.

En sus inicios, alrededor de ochenta pastores y líderes eclesiásticos de diversas denominaciones evangélicas firmaron un acuerdo para unir sus esfuerzos en realizar encuentros de oración regionales y nacionales, promoviendo la hermandad bíblica. El movimiento se esfuerza por fomentar la unidad entre los creyentes, a pesar de las diferencias confesionales, y por inspirar a las comunidades eclesiásticas a participar en actos de amor fraternal.

Uno de los oradores destacó el poder de la oración de manera conjunta: “Cuando oramos juntos, Dios nos escucha y responde con poder”.

Los temas de oración del día se anunciaron con antelación, e incluían peticiones por la salvación de las personas en Bulgaria y en todo el mundo, el crecimiento espiritual y la unidad entre los creyentes, y la paz en todo el planeta.

Una llamada a la oración audaz

El pastor Valentin Georgiev, anfitrión del acto, inauguró la reunión anunciando la presencia de representantes de iglesias de Turquía, Corea del Sur, varios países europeos y congregaciones cristianas búlgaras del Reino Unido.

Animó a los asistentes a ofrecer «oraciones valientes» que se alineen con las amplias posibilidades de Dios. “Nuestras palabras en la oración no deben ser predecibles, indiferentes o vacías”, dijo. “El reto para nosotros es alzar nuestras voces para que se produzcan cambios -en nuestras familias, lugares de trabajo, sociedad e iglesias- porque la oración lo cambia todo”.

Un equipo de alabanza formado por miembros de diversas confesiones dirigió la reunión a través de diferentes canciones. Muchos participantes cantaron con las manos levantadas, llenando la sala de una expresión colectiva de adoración y culto.

Oración de intercesión y la Iglesia

Una parte importante del acto se dedicó a la oración de intercesión por la sociedad búlgara. Se rogó por la sabiduría y la orientación de los dirigentes del gobierno, por la economía y por la educación.

El pastor Alex Asenov, que trabaja en Londres, oró por las comunidades evangélicas búlgaras en el Reino Unido y Europa, mientras que el pastor Angel Naidenov pidió por la conversión espiritual de los emigrantes búlgaros.

Las oraciones continuaron centrándose en la propia Iglesia. Varios pastores rogaron para que los corazones de los creyentes se ablanden, por el crecimiento en humildad, obediencia y discipulado, y por la unidad entre las iglesias. También oraron por la bendición y la protección de los siervos de Dios, por la próxima generación de creyentes y por el poder del Espíritu Santo y sus dones en el ministerio.

El poder de la oración colectiva

Esta reunión que unió a tantos seguidores de Cristo para orar de manera colectiva es un poderoso testimonio de la unidad de la Iglesia. Refleja una fe compartida y el compromiso de seguir la voluntad de Dios. En el Nuevo Testamento, la Iglesia primitiva oraba “unánimemente” (Hechos 1:14), y siguiendo este ejemplo, los creyentes búlgaros se unen a una tradición que ha durado siglos.

Jesús mismo lo prometió: “Si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos” (Mateo 18: 19). La oración en unidad está llena de poder espiritual, porque es una expresión de fe y amor a Dios.

En un videoclip creado de manera conjunta durante la preparación del evento, se citaba parte de la oración de Jesús en Juan 17: “Que todos sean uno, como Tú, oh Padre, en Mí y Yo en Ti, que también ellos sean uno en Nosotros; para que el mundo crea que Tú me enviaste” (Juan 17:21). Esta unidad no es sólo simbólica, sino también práctica, demostrada a través del culto colectivo y el apoyo mutuo en la oración.

Un acontecimiento único

Uno de los aspectos más destacados de la Jornada Nacional de Oración de este año fue la inclusión de representantes de las iglesias evangélicas búlgaras con sede en el Reino Unido. Los pastores Asenov y Naidenov, ambos al frente de iglesias en Londres, compartieron cómo el espíritu de unidad había llegado también a estas comunidades búlgaras en el extranjero.

Su tercera reunión de oración para los cristianos búlgaros que viven en Inglaterra está prevista para el 13 de octubre de 2024, en Londres, con la esperanza de que sirvan de inspiración para la celebración de otras reuniones similares entre las comunidades de expatriados en países como Alemania, Países Bajos, Bélgica o Francia.

Además, dos pastores evangélicos de Turquía participaron en el evento de Burgas, expresando su deseo de comenzar un movimiento similar en su país de origen.

El acto concluyó con una oración de acción de gracias y una recaudación destinada a apoyar futuras iniciativas nacionales de oración. Antes de finalizar la reunión, se anunció la fecha de la próxima Jornada Nacional de Oración: el 4 de octubre de 2025. El lugar de celebración se confirmará en una reunión de planificación de pastores que se llevará a cabo en marzo.

“La oración de hoy me ha impresionado profundamente”, reflexionó el coordinador regional, el pastor Georgiev, sobre la importancia del acto. “Este acontecimiento es único por su escala y su naturaleza. Hay pocos países en el mundo en los que creyentes de diversas confesiones cristianas se reúnan para orar y fraternizar con tanta unidad y pasión”.

Al concluir la reunión, los asistentes abandonaron el lugar animados e inspirados por el poderoso sentimiento de unidad y fe compartido a lo largo del día. Tanto en persona como a través de Internet, los cristianos evangélicos recordaron la fuerza que proviene de la oración colectiva y el impacto que puede tener en su nación y en el mundo.

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