China hizo historia a finales de junio cuando su sonda espacial Chang’e-6 regresó a la Tierra con las primeras muestras de la cara oculta de la Luna, cerca de 2 kg de suelo lunar que los científicos han empezado a desgranar con sus investigaciones. ¿Qué sigue ahora para China en la Luna?
Chang’e-7 y su sonda voladora. La misión Chang’e-7, prevista para 2026, marcará el primer viaje a las regiones permanentemente oscuras del polo sur lunar, donde se encuentran las reservas de agua helada que China planea explorar con un orbitador, un módulo de aterrizaje y una pequeña sonda voladora.
La sonda voladora no se parecerá a nada que se haya desplegado antes en la Luna. Podrá moverse desde zonas iluminadas hasta el fondo de cráteres oscuros, superando las limitaciones de los rovers tradicionales. Contará con analizadores moleculares de agua, herramientas de perforación, brazos mecánicos y calefactores para realizar análisis espectrales.
Chang’e-8 como precursora de la base lunar. La misión Chang’e-8, prevista para 2028, será un demostrador de tecnologías para la futura Estación Internacional de Investigación Lunar (ILRS) de China.
La sonda aterrizará en la Luna para probar tecnologías de aprovechamiento de recursos in situ, como un experimento de impresión 3D con materiales extraídos del suelo lunar, entre otros métodos necesarios para la construcción de la futura base científica.
La primera misión tripulada. La Agencia Espacial Tripulada de China (CMSA) planea mandar dos astronautas a la superficie de la Luna para 2030. Será una misión más sencilla que Artemis III de la NASA, pero aun así requerirá el lanzamiento de dos naves espaciales: un orbitador llamado Mengzhou y un aterrizador llamado Lanyue.
Mengzhou albergará a tres astronautas chinos que viajarán desde la Tierra hasta la órbita lunar. Lanyue pondrá a dos de ellos en la superficie de la Luna. Luego los devolverá a Mengzhou, que a su vez los traerá de vuelta a la Tierra.
El inicio de la base lunar ILRS. Tanto la agencia espacial china (CNSA) como la agencia espacial rusa (Roscosmos) son miembros fundadores del proyecto ILRS, pero en la práctica es China la que lo lidera.
La base lunar se construirá por fases, todas ambiciosas. La primera será no tripulada y se extenderá hasta 2035 con una serie de misiones robóticas para establecer laboratorios de investigación, demostradores de tecnología y soporte vital para futuras misiones tripuladas. También habrá misiones para expandir y mantener los módulos de la base lunar, según sea necesario.
5.000 científicos en la Luna. La segunda fase será tripulada y se extenderá hasta crear una ciudad de 5.000 científicos de todo el mundo trabajando en la Luna, según la visión de Wu Weiren, diseñador del Programa de Exploración Lunar de China.
La base científica se ubicará en el polo sur lunar, cerca de los depósitos de hielo. Contará con viviendas, laboratorios, herramientas de minería espacial, antenas de comunicación y toda una infraestructura energética basada en paneles solares y un reactor nuclear, imprescindible para las largas noches lunares.
Países participantes. China está abierta a la colaboración internacional, aunque por ahora son más los países que han firmado los Acuerdos Artemisa de la NASA. Los países que participan del proyecto ILRS son Rusia, Azerbaiyán, Bielorrusia, Egipto, Nicaragua, Serbia, Pakistán, Sudáfrica, Tailandia, Venezuela, Kazajistán y Senegal.
Al igual que la NASA, China pretende establecer una tripulación permanente en la Luna que pueda servir como puente para futuras misiones a Marte.
hoybolivia.com
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