Plapiqui: otra distinción que revaloriza el aporte científico y tecnológico

“En 2004 hacía poco que a nivel mundial se adoptaba el concepto de optimización en línea en grandes plantas industriales. Este enfoque se centra en maximizar objetivos específicos como, por ejemplo, los beneficios de una empresa mediante modelos matemáticos ejecutados en simuladores avanzados. El software permite, en función de datos operativos del momento, proponer cambios para optimizar objetivos. Eso se llama optimización en línea”.

La explicación corresponde a la Dra. Verónica Bucalá, directora de la Planta Piloto de Ingeniería Química (Plapiqui), que depende del Conicet-UNS de nuestra ciudad, a propósito del proyecto desarrollado —junto a Profertil— que resultó elegido como el más destacado durante la jornada de vinculación academia/industria desarrollada en simultáneo con la celebración del día de la petroquímica.

El evento fue organizado por el Instituto Petroquímico Argentino (IPA) y la Cámara de la Industria Química y Petroquímica (CIQyP®️).

“Estos modelos permiten tomar decisiones óptimas basadas en datos en tiempo real, mejorando significativamente la producción. En Plapiqui se desarrollaron y calibraron modelos específicos para las unidades de Profertil, permitiendo predecir y manejar la planta bajo diversos escenarios. Posteriormente, colaboramos con una empresa internacional proveedora del software, quien implementó estos modelos en la planta”, añadió Bucalá.

El programa RTO, iniciado hace dos décadas y aún activo con ciertas modificaciones, ha demostrado ofrecer soluciones que, aunque contraintuitivas, resultan ser las más efectivas. “Esto se asemeja a la inteligencia artificial, llevándonos a soluciones a las que intuitivamente no llegaríamos”, comenta Bucalá.

El acto, que se desarrolló en CABA y que contó con la participación del Méd. Vet. Daniel Salamone, presidente del Conicet, reunió a representantes de empresas del sector petroquímico, autoridades académicas y científicas y a docentes investigadores, quienes exhibieron resultados de los proyectos colaborativos.

De las ocho presentaciones realizadas en el mitin, dos proyectos adicionales correspondieron también a trabajos de investigadores del Plapiqui: uno con Unipar Indupa SAIC y y el restante con Compañía Mega SA.

La jornada tuvo el propósito de dar a conocer trabajos entre la academia y la industria petroquímica, a fin de apreciar resultados tangibles y de impacto en el sector productivo.

“Plapiqui, que depende de la UNS y del Conicet, es un instituto de doble dependencia. En 2023 cumplimos 60 años manteniendo nuestros tres pilares fundacionales: investigación que genera el conocimiento esencial para nuestras otras dos actividades; la educación y la transferencia de conocimientos a diversos sectores socio productivos. Hemos crecido junto a la industria petroquímica local, y cada nuevo desafío tecnológico se convierte en una oportunidad para colaborar y encontrar soluciones. El trabajo conjunto con la industria fomenta un ciclo virtuoso que potencia nuestras capacidades y efectividad como educadores”, dijo Bucalá.

“Es una alegría enorme que el Instituto Petroquímico Argentino siempre considere a Plapiqui como un aliado estratégico para dar aportes desde la academia al desarrollo petroquímico argentino. El IPA nos permite compartir espacios donde se discuten planeamientos estratégicos globales del sector. Y entender hacia dónde van los negocios, sin duda, nos permite redefinir líneas de investigación”, añadió.

En base a experiencias previas, Bucalá también se refirió a las acciones que realiza Plapiqui para fomentar vínculos con las empresas.

“En el año 2022, con firmas del polo realizamos un encuentro sobre sostenibilidad de la industria petroquímica. Fue una oportunidad para desafiarnos y explorar áreas de desarrollo conjunto. Por ejemplo, la sostenibilidad no es algo competitivo porque ninguna empresa ofrece opciones y soluciones en ese sentido; sin embargo, es un desafío compartido. La pregunta que nos planteamos fue: ¿por qué no abordar este desafío de manera colaborativa? Y así comenzamos a trabajar en varios temas”, sostuvo.

En este contexto, mencionó la existencia de un comité ejecutivo dedicado a la sostenibilidad.

“El objetivo es trazar líneas de acción concretas que, paso a paso, se van materializando. La relación entre el ámbito académico y el industrial se mantiene sólida, y con ella surgen nuevas oportunidades. Para mí, lo esencial es el vínculo: comprender qué puede aportar cada uno, qué necesita el otro, y cómo podemos trabajar juntos. No creo que sea viable planificar la investigación sólo desde los laboratorios, sin un contacto permanente con el afuera”, concluyó Bucalá.

Salamone: “Es ejemplar el trabajo que realiza Plapiqui”

El presidente del Conicet, Daniel Salamone, hizo hincapié en la articulación entre los sectores público y privado para estimular el avance científico y orientar la investigación en áreas prioritarias para el país y, en esa línea, colaborar a responder necesidades de la industria que potencien su desarrollo.

“Hay dos elementos clave que el Conicet puede aportar, la vinculación tecnológica; es decir, pasar del laboratorio a la transferencia de tecnologías a la sociedad, y el otro punto relevante es la capacidad de vincularse internacionalmente y en el Conicet se tiene expertise para llevar eso adelante”, señaló.

“El Conicet tiene muchas capacidades para aportar al desarrollo de la petroquímica en Argentina con un enfoque sustentable. Un ejemplo es el trabajo que viene realizando desde hace años la Planta Piloto de Ingeniería Química (Plapiqui) con el IPA. Por otra parte, trabajamos para promover el diálogo entre el Consejo y la industria con el fin de impulsar el trabajo conjunto y de ese modo fortalecer el desarrollo del país”, agregó.

También dijo que los resultados de esta cooperación han generado impactos significativos tanto en la empresa como en diversos grupos de investigación, demostrando que la colaboración no sólo permite operaciones más eficientes, sino que también impulsa el avance de la ciencia y la tecnología, además de contribuir a la formación de recursos humanos altamente calificados.

Los proyectos presentados fueron evaluados por un comité evaluador integrado por representantes del IPA, la CIQyP®, la industria y de la Gerencia de Vinculación Tecnológica del Conicet. En cuanto a la selección del caso más destacado, se tuvo en cuenta la envergadura e innovación del proyecto y el impacto del mismo en la academia y en la empresa.

Los ocho proyectos fueron los siguientes:

—Presentado por científicos de Plapiqui, fue una colaboración que realizaron para la empresa Profertil SA de Bahía Blanca, fabricante de amoníaco y urea. Se trató de la implementación de un modelo de simulación y optimización de los procesos de la planta petroquímica de la empresa. Fue el ganador.

—Otro caso presentado por científicos de Plapiqui fue en conjunto con la empresa Mega SA de Bahía Blanca. Se trató de la implementación de mejoras en el proceso de desarrollo de gas no convencional de la empresa, lo que derivó en un aumento de la capacidad de fraccionamiento de los productos comercializados por la empresa: propano, butano y gasolina natural.

—También liderado por Plapiqui, en conjunto con la empresa Unipar Indupa SAIC, se trató del desarrollo de insumos plásticos que normalmente se importan, para disminuir la dependencia de la industria argentina del exterior.

—El caso de una evaluación de materiales compuestos en base de poliéster y fue liderado por investigadoras del Centro de Investigación y Desarrollo en Ciencias Químicas e Ingeniería (Cindeca-UNLP-CIC). Los científicos recuperaron materias primas para enfrentar un problema de reciclado y lograron reutilizar resinas y fibras de los productos fabricados por la empresa Plaquimet SA de Burzaco.

—Presentado por una colaboración de investigadores del Centro de Investigaciones en Hidratos de Carbono (Cihidecar, UBA-Conicet) e Y-TEC, para el desarrollo de hidrogeles para ser empleados como agentes de control de pérdidas de circulación de lodo en operaciones de perforación de pozos petroleros.

La jornada de trabajo también permitió apreciar resultados tangibles y de impacto en el sector productivo.

Científicos del Instituto de Procesos Biotecnológicos y Químicos de Rosario (Iprobyq, Conicet-UNR) en alianza con la empresa Pampa Energía SA, desarrollaron un antioxidante libre de residuos de nonilfenol, una sustancia tóxica que está presente en el mercado tradicional del caucho.

—Otro caso fue presentado por científicos del Instituto de Investigaciones en Ciencia y Tecnología de Materiales (Intema, Conicet-UNMDP) en alianza con la empresa Sintec SA. Se trató de desarrollar un programa de monitoreo para establecer el avance de los procesos de degradación en cañerías de ERFV que fue tomado como modelo de práctica recomendada.

—Otro equipo del Cihidecar, con la empresa Petrocuyo SA de Ensenada, presentó un desarrollo en torno a las películas biorientadas de polipropilenos (Bopp films), que se emplean diariamente en los envases a nivel industrial.