CEATSA: cómo funciona y qué se tiene en cuenta a la hora de testear un satélite

El Centro de Ensayos de Alta Tecnología (CEATSA) del INVAP tiene poco más diez años y es clave en el proceso de creación de distintos satélites. 

Un satélite atraviesa varias pruebas antes de ser puesto en órbita. De hecho, se realizan ensayos y hace ya más de 10 años que CEATSA se encuentra dentro de las instalaciones de INVAP para poder llevarlos a cabo, agilizando el proceso de armado de satélites.

CEATSA es un espacio que cuenta con todas las herramientas y lugares necesarios para corroborar el funcionamiento de las distintas variables de un satélite. Aun así, también puede examinar otras tecnologías complejas relacionadas con la industria. 

DEF dialogó con Valeria Gessaghi, subgerenta general de CEATSA, y contó cómo se realizan los distintos tipos de ensayos. De hecho, la profesional comentó que antes de que existiera el CEATSA cualquier desarrollo debía ser enviado al exterior, como por ejemplo a Brasil, para evaluarlo, lo cual significaba un gran costo.

“La ingeniería, la fabricación y los ensayos se realizan en Argentina, lo único para lo que hay que viajar es para el lanzamiento de un satélite”, explicó Gessaghi. Además, también señaló que las pruebas se hacen con las piezas por separado y luego se integra en lo que se llama la Sala Limpia, junto con sus paneles solares.

Cómo se prueba un satélite antes de ubicarlo en órbita

Entre los ensayos que se ejecutan, está el de compatibilidad electromagnética, en el que se evalúa el satélite en su totalidad. Además, se busca que no tenga fallas a la hora de ser lanzado y estar en órbita.

Este tipo de pruebas demuestra la durabilidad y seguridad de un satélite. Muchas veces esto puede marcar la cantidad de tiempo que pueda durar una misión: algunos están diseñados para tener una vida útil de 5 años y otros para más de 15. También se mide que, entre las distintas partes, no haya interferencias de las funciones entre sí ni con la tecnología utilizada para lanzarlo.

Por otro lado, también se ponen a prueba las vibraciones a las cuales se tendría que enfrentar esta tecnología en el espacio. “Se mide cómo podrían impactar a la hora de estar expuesto en el espacio, tanto en el viaje como en órbita, y que el satélite no se rompa”, indicó la subgerenta de CEATSA.

La especialista también explicó que se pueden probar las antenas que luego marcarán cuál será la “pisada” del satélite, es decir, qué regiones o zonas abarcará. En este sentido, se mide la potencia, el tipo y la forma de la antena.

Las temperaturas a las que puede enfrentarse un satélite

CEATSA también cuenta con una cámara de termo vacío, que puede reproducir determinadas condiciones atmosféricas para poder llevar a cabo lo que se llaman ensayos térmicos. En esta instancia se pone a prueba la resistencia de las diferentes partes del satélite a las temperaturas que el espacio pueda ofrecer.

A la hora de estar en órbita, el satélite por momentos se puede enfrentar a temperaturas muy extremas. “No solo se ciclan las temperaturas a las que se puede enfrentar, sino que también se hace un vacío dentro de la cámara para simular el espacio”, remarcó Gessaghi.

La cámara puede medir entre –170°C hasta 150°C. Mientras más alta la temperatura, más cerca del Sol estará el satélite. Sin embargo, cuando está en eclipse, o lejos de la luz solar, puede ser un ambiente muy frío.

“En el espacio, la única manera de conducir el calor es a través de la radiación”, afirmó la responsable de CEATSA. Esto resalta la importancia del uso de esta cámara para medir su transferencia de calor a través de radiación y no de convección (es decir, a través de los materiales). Es por esto que dichos ensayos son de gran importancia.