Influencia China en Costa Rica: “Relación asimétrica”

Desde que Costa Rica estableció relaciones con la República Popular de China (RPC), sufre un déficit de casi el 90 por ciento en su comercio bilateral. Esta “relación asimétrica” también permite que empresas chinas realicen proyectos de infraestructura en el país, incurriendo en malas prácticas y violando legislaciones, asegura un informe del laboratorio de ideas con base en Honduras Expediente Abierto.

El informe manifiesta que China implementa en cada país de Centroamérica una estrategia similar: ofrece cooperación a cambio de romper relaciones con Taiwán, y promete proyectos de inversión e infraestructura que, en algunos casos, jamás se cumplen o son desarrollados en medio de malas prácticas, corrupción e ineficacia; beneficiando principalmente a los intereses comerciales y de seguridad de la RPC.

“Las relaciones entre los dos países oscila entre una gran cercanía y momentos de distanciamiento”, dijo en una entrevista con Diálogo el 22 de julio Carlos Murillo, académico de la Universidad de Costa Rica. “China no encontró en Costa Rica el socio que esperaba, ya que buscaba una plataforma fácil para realizar grandes inversiones y acceder al mercado de los EE. UU., evadiendo las sanciones impuestas por Washington”.

Acuerdos

Desde 2007, San José y Pekín firmaron varios acuerdos, incluyendo el de Promoción y Protección de Inversiones. Si bien este acuerdo busca fomentar la inversión china, Expediente Abierto advierte sobre sus consecuencias negativas para Costa Rica. Se teme que el acuerdo otorgue demasiadas ventajas a los inversionistas chinos, sin garantizar un trato recíproco para las empresas costarricenses.

El Plan de Acción Conjunta para la Cooperación China-Costa Rica, según el reporte, es otro de los acuerdos firmados, que establece el apoyo costarricense a las iniciativas multilaterales de Pekín en Latinoamérica y el Caribe, por medio del establecimiento del foro de China y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y el avance de la Asociación de Cooperación Integral América Latina y el Caribe-China.

Asimismo, manifiesta que la CELAC ha generado controversia por sus posiciones sobre derechos humanos y democracia en países como Cuba, Nicaragua y Venezuela. “En el foro CELAC no hay coordinación efectiva entre los mandatarios latinoamericanos. Aunque China mantiene reuniones anuales, no se logran resultados concretos”, agregó Murillo.

En 2018, Costa Rica se unió a la Iniciativa de la Franja y la Ruta, un proyecto chino de infraestructura global. La presencia de China en Centroamérica responde a intereses geoestratégicos, ya que la región es un punto de paso entre los océanos Atlántico y Pacífico, clave para la expansión de la influencia global china. Esta iniciativa, enmarcada en la estrategia del Partido Comunista Chino, no ha representado beneficios para Costa Rica, dice Expediente Abierto.

“Las exportaciones de Costa Rica hacia China aumentaron de USD 37.8 millones en 2011 a USD 307.6 millones en 2021. No obstante, en el mismo período, las importaciones de productos chinos a Costa Rica pasaron de USD 1281.6 millones a USD 2937.9 millones”, revela el informe. Esta disparidad revela una tendencia desfavorable para Costa Rica en su balanza comercial con la RPC, especialmente desde la firma del Tratado de Libre Comercio.

El alto régimen de protección arancelaria chino, junto con el volumen y la distancia, impidió durante varios años que Costa Rica enviara productos a China. “Ninguno de los acuerdos establecidos ha sido beneficioso para Costa Rica”, detalló Murillo. “No olvidemos que algunos acuerdos se negociaron en secreto con Pekín, por lo que es probable que el déficit comercial continúe aumentando”.

Soresco y Ruta 32

Uno de los proyectos surgidos de las relaciones diplomáticas entre ambas naciones fue la refinería Sociedad Reconstructora Chino Costarricense (Soresco) en Limón, iniciada en 2008. La iniciativa se detuvo en 2013 cuando la Contraloría General rechazó el estudio de factibilidad financiera realizado por otra empresa china, impidiendo cumplir el contrato y llevando el caso ante arbitraje internacional, reporta la revista Semanario de la Universidad de Costa Rica.

En 2019, la Cámara de Arbitraje Internacional de Londres ordenó la disolución de la empresa, reportó el diario costarricense Observador. El laudo arbitral determinó que cada firma asumiría el 50 por ciento del costo del arbitraje y rechazó la indemnización solicitada por China, indicó el diario argentino La Nación. Antes del arbitraje, no se pudo acordar la disolución del acuerdo con la Corporación Nacional de Petróleo de China.

Murillo afirmó que “la refinería de petróleo Soresco era el proyecto estratégico de China en Costa Rica. Pekín consideró que el proyecto era un negocio increíble, ya que permitiría refinar el petróleo de Venezuela, pero no anticipó que en Costa Rica las regulaciones ambientales de generación de combustibles limpios hacen imposibles muchos proyectos.”

Otro proyecto es la ampliación de 107 kilómetros de la ruta 32 a cuatro carriles, entre Río Frío y Limón, iniciado en 2018 con la meta de completarse en tres años. Desde el inicio, la obra enfrentó inconvenientes. La falta de suficientes pasos a desnivel y otras obras de seguridad pone en alto riesgo a los transeúntes y residentes cercanos, comunicó el diario costarricense La República.

Expediente Abierto señala que los retrasos y sobrecostos en la ampliación de la ruta 32 se deben a la empresa China Harbour Engineering Company, que no entregó a tiempo la información requerida y presentó un anteproyecto no considerado en el proyecto final. Esto aumentó los costos y generó gastos imprevistos que el Gobierno costarricense tuvo que asumir. La empresa ha solicitado varias prórrogas, y se estima que la obra estará lista en 2025.

Huawei

A finales de 2023, Huawei, así como cualquier otra empresa tecnológica china, quedó excluida de los contratos de redes 5G de Costa Rica. Costa Rica vetó indirectamente a China al aprobar una normativa de ciberseguridad que prohíbe participar en licitaciones 5G a empresas de países no firmantes del convenio de ciberdelincuencia de Budapest de 2001.

En los últimos años, los Estados Unidos han prohibido la venta e importación de equipos de comunicaciones de cinco empresas chinas, entre ellas Huawei y ZTE, por motivos de seguridad nacional. Japón, Australia, Nueva Zelanda y Canadá, incluidos algunos aliados europeos, como Gran Bretaña y Suecia, han tomado medidas similares por temor al espionaje o sabotaje de infraestructuras críticas de comunicaciones.

“Aunque China da trato preferencial a Costa Rica, no significa que su enfoque sea diferente al resto de América”, expresó Murillo. Pekín ejerce una gran presión. Tiene individuos en los ministerios, que informan directamente a la Embajada china sobre el progreso de las relaciones. Además, semanalmente hay costarricenses invitados por el Gobierno de Pekín a visitar China, a veces solo para pasear”.

Ante el aumento de la delincuencia y la violencia en Costa Rica, Pekín donó cámaras Huawei y otros equipos de vigilancia al Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados y a gobiernos locales. Esta iniciativa, si bien buscaba fortalecer las relaciones con los municipios, también profundizó el peligro de la presencia de tecnología china en la región, indica el Centro de Estudios Estratégicos del Ejército del Perú.

En 2023, el Comando Sur de los EE. UU. (SOUTHCOM) y el Gobierno de Costa Rica anunciaron una iniciativa de 9,8 millones de dólares para establecer un Centro de Operaciones de Ciberseguridad. La infraestructura estará dotada de equipos de última generación, capacitación especializada y ayuda logística, indicó en un comunicado la Embajada de los EE. UU. en San José.

“Costa Rica necesita recuperar su voz en el ámbito internacional. Desde el establecimiento de relaciones con China, el país ha tenido que guardar silencio sobre la política de derechos humanos de China, debido a un compromiso no formalizado en el acuerdo bilateral, que impide a Costa Rica criticar la política de China en este aspecto”, finalizó Murillo.