Investigación apunta contra Zelenski en el sabotaje al gasoducto Nord Stream

De acuerdo con una investigación de The Wall Street Journal, el presidente de Ucrania estuvo al tanto de la operación. El complot incluyó el alquiler de un velero y la incursión de un grupo de buzos, que colocaron el explosivo que dejó inutilizable el ducto que transportaba gas ruso a Alemania.

Según la reconstrucción realizada por The Wall Street Journal (WSJ), el sabotaje al gasoducto Nord Stream se ideó seis meses antes de la explosión, que tuvo lugar el 6 de septiembre de 2022 e interrumpió hasta hoy las exportaciones de gas rusas a Alemania a través del mar Báltico.

El presidente Volodimir Zelenski habría dado su visto bueno inicial al ataque, aunque luego, persuadido por los servicios de inteligencia extranjeros, habría intentado frenarlo sin éxito.

De acuerdo con las fuentes consultadas por el periódico, el entonces comandante del Estado Mayor las FF.AA., Valeri Zaluzhni, le habría dicho al mandatario que el plan ya estaba en marcha y que no se podía contactar con el equipo encargado de la operación porque habría puesto en riesgo sus vidas.

Por su parte, el diario The Washington Post identificó como máximo responsable de la planificación del atentado al coronel Roman Chervinsky, militar condecorado por sus servicios en las fuerzas especiales ucranianas. En 2023 fue detenido por sospechas de corrupción, en un hecho desvinculado del sabotaje al Nord Stream.

Sin embargo, el jefe del servicio de inteligencia de Ucrania, Kirilo Budanov, rechazó esa versión y se mostró convencido de que ningún funcionario público ucraniano estuvo involucrado en el atentado.

¿Cómo se gestó el atentado al gasoducto Nord Stream?

Según la investigación de WSJ, el plan se habría ideado al cabo de una cena “regada de alcohol” entre empresarios y militares ucranianos, en mayo de 2022. Habían transcurrido casi tres meses de la invasión y los comensales estaban envalentonados por la exitosa resistencia de su país frente a Rusia.

En ese marco, alguien lanzó la idea de sabotear el Nord Stream, el sistema de ductos que transportaban el gas ruso a Alemania. La ejecución estuvo a cargo de un grupo de ucranianos que alquilaron un velero utilizando pasaportes falsos y zarparon del puerto de Rostock. El equipo lo habrían conformado cinco personas: un capitán, dos buzos, dos ayudantes de buceo y una médica.

Navegaron por el mar Bálitco, atravesando aguas jurisdiccionales alemanas, suecas y danesas, antes de depositar el explosivo conectado a detonadores de tiempo. Utilizaron HMX, un explosivo de alta potencia que dañó las tuberías de los dos ductos que corren en paralelo: el Nord Stream 1, inaugurado en 2011, y el Nord Stream 2, que nunca llegó a operar por la falta de autorización de las autoridades alemanas tras la invasión rusa a Ucrania.

Un sospechoso buscado por la Justicia alemana

En junio pasado, la Fiscalía alemana, encargada del caso, emitió una orden de detención contra un ciudadano ucraniano, sospechado de haber participado en el sabotaje. Se trata de un buzo profesional, que se encontraba residiendo en Polonia y del que luego se perdió el rastro.

Los investigadores alemanes obtuvieron muestras de ADN y explosivos del velero, que fue entregado sin una limpieza a fondo por parte del grupo de saboteadores.

“Varsovia nunca estuvo realmente interesada en resolver el caso”, señaló el periódico Süddeutsche Zeitung, que también realizó una investigación junto a otros medios alemanes. Llegaron a la conclusión que las autoridades polacas nunca tuvieron interés en cooperar con la Justicia de aquel país.