Macarena Ceballos: “Me llevo una experiencia hermosa, espero que la natación siga en este nivel en cuatro años”

Macarena Ceballos terminó muy cerca de la semifinal de los 200 metros pecho esta mañana, al acabar séptima en su heat, con un tiempo de 2m 26s 55.

En la general, la nadadora cordobesa se ubicó 18°, quedando fuera de las 16 mejores que avanzaron de ronda, aunque como una de las dos reservas ante cualquier baja eventual.

“La verdad que estoy muy bien, muy contenta. El tiempo por ahí fue apenitas arriba de mi mejor marca, pero era un tiempo que hace mucho no me salía, así que contenta, muy feliz”, le dijo a La Nueva., todavía con la marca de las antiparras en la cara.

Ceballos nadó también la prueba de 100 metros pecho, accediendo a las semifinales.

“Sabíamos que había una gran posibilidad, tenía que hacer mi mejor marca histórica. Si bien no era la prueba principal para la que entrenamos, haberme sacado un poco la sensación de presión que por ahí uno mismo se ejerce está muy bien”, añadió.

“Los dos días me sentí muy bien -continuó-. Lo que sí, en la prueba de 200 hacía ya desde diciembre del año pasado que no me estaba sintiendo tan bien, sentía mucha presión que me ponía y la entrenaba muy bien para lo que hacía en el agua.
Hoy la corrí pensando en disfrutar. En su momento, había hecho una prueba más para que me saquen fotos, la verdad que la disfruté, tenía a mi papá y mamá, mi primo y su novia, estaba mi entrenador, mi nutricionista, así que lo hice por ellos”.

-Es muy difícil llegar hasta acá, ¿cómo hacés para competir al máximo y también disfrutarlo?

-Es muy difícil. Cuando clasifiqué, tres días después, nos tomamos un café con Gustavo (Roldán, su entrenador) y le dije: “Yo quiero ir a competir y dar pelea, buscar mi mejor versión”, entonces tuve un año muy duro de entrenamiento, de presión. Disfruto el estar acá, fue un logro que me costó mucho conseguirlo, pero con ganas de más, siempre con ganas de más.

-¿Sos consciente de lo que estás viviendo?

-Me costó ser consciente. Después de los 100 salí muy enojada y me llevó un par de horas tomar conciencia de lo que habíamos hecho. Mi entrenador ni me hablaba porque sabía cómo estaba, pero creo que con el tiempo uno empieza a valorar un poco más todo.

-Ese enojo, que decís, es parte de la competitividad que tiene uno…

-Si uno se conforma es como decir: “¿Para qué estás?”. Yo cuando estaba en semis dije: “¿Y por qué no pensar en una final?. Y si estás en una final pensás “¿por qué no una medalla”. Es así, es la esencia del deportista, le nace la competitividad.

-¿Con qué te vas de todo esto?

-Me llevo una experiencia hermosa. Volví a poner a la natación argentina donde se merece. Ojalá que de acá a cuatro años, que no se si voy a estar, ojalá que sí, la natación siga estando en este nivel.