Cómo actuó en Malvinas el Grupo de Operaciones Especiales de la Fuerza Aérea

DEF entrevistó a dos de sus integrantes para conocer las tareas que cumplieron entre aquel histórico 2 de abril de 1982 y saber cómo fue su regreso al continente.

Para entender la relevancia y orígenes del Grupo de Operaciones Especiales de la Fuerza Aérea Argentina y tomar magnitud de por qué fue clave en Malvinas hay que remontarse a 1979.

Sucede que tras la crisis del Canal de Beagle, a tres años del Conflicto del Atlántico Sur, la Fuerza Aérea Argentina (FAA) convocó -mediante un mensaje destinado a todas sus Unidades- a oficiales y suboficiales para formar un grupo de élite, cuyo personal debía completar la especialidad de “Operaciones Especiales y Defensa”.

De esta forma, el 20 de marzo de 1980, fue creado oficialmente el Grupo de Operaciones Especiales (GOE), primera y única unidad de tropas de élite que tiene la Fuerza Aérea, constituida inicialmente por treinta y ocho hombres, 11 de ellos oficiales y 27 suboficiales, considerados sus fundadores.

Preparación exhaustiva y mucha disciplina: así nació la tropa élite de la Fuerza Aérea

La preparación de los primeros 38 integrantes del GOE consistió en la instrucción y práctica de múltiples disciplinas, entre ellas adiestramiento físico, práctica de tiro, orientación y navegación terrestre, paracaidismo manual y automático, curso de comandos, buceo, demoliciones y trampas explosivas, adiestramiento en técnicas de baja montaña, esquí y escalamiento en alta montaña, ejercicios de infiltración aérea y terrestre, inteligencia aérea de combate, y señalado de objetivos.

En ese momento y al ser una unidad de reciente creación, la Fuerza Aérea Argentina firmó convenios con el Ejército Argentino para que los integrantes del GOE realizaran los primeros Cursos de Comandos con sus efectivos, adiestramiento les permitió adquirir la Aptitud Especial de Comando.

Al momento de su creación, el Grupo de Operaciones Especiales tuvo como asiento la VII Brigada Aérea, ubicada en Morón, Buenos Aires. La elección de esta locación no fue al azar, dado que desde entonces y hasta el presente, la VII Brigada Aérea es la Unidad rectora de la Fuerza Aérea Argentina en materia de helicópteros, el medio de transporte más idóneo y versátil para apoyar las múltiples y variadas misiones que puede cumplir el GOE.

¿Cuáles son las misiones que puede cumplir el GOE?

El GOE está especialmente preparado para llevar adelante búsqueda y rescate en combate (C-SAR), infiltraciones y exfiltraciones, reconocimiento y exploración, captura y defensa de objetivos de alto valor (por ejemplo un aeropuerto), sabotaje de medios e infraestructuras críticas del enemigo, etc.

El destacado rol del GOE en Malvinas

Para conocer las arriesgadas y complejas misiones que cumplió el Grupo de Operaciones Especiales de la Fuerza Aérea Argentina durante el Conflicto del Atlántico Sur, DEF entrevistó a dos oficiales retirados que integraban esta flamante unidad en 1982: el brigadier mayor (R) Ernesto Osvaldo París y el comodoro Salvador de San Francisco Ozán (R), ambos Veteranos de la Guerra de Malvinas (VGM) condecorados al Honor al Valor en Combate por el Congreso de la Nación Argentina y por la Fuerza Aérea Argentina.

Al momento de comenzar la Guerra de Malvinas, el por entonces primer teniente Ozán, estaba casado, tenía 3 hijos, su esposa estaba embarazada del cuarto y se desempeñaba como Jefe de una de las Patrullas del GOE.

“A última hora del 1° de abril, 29 hombres del GOE nos trasladamos hasta la I Brigada Aérea de El Palomar, para trasladarnos en avión a la IX Brigada Aérea, en Comodoro Rivadavia, provincia de Chubut. En esta unidad de la FAA aguardamos la autorización para que pudiera despegar el primer avión C-130 Hércules, matrícula TC-68, hacia las Islas Malvinas, lo cual sucedió a las 05:15 hs del 2 de abril, logrando aterrizar en Puerto Argentino a las 08:48 hs”, recuerda Ozan.

Por su parte, el entonces teniente París, que todavía era soltero, pero ya comprometido con su actual esposa, se desempeñaba como comando del GOE y relata: “La misión del Grupo de Operaciones Especiales en Malvinas fue consolidar las instalaciones del Aeropuerto de Puerto Argentino -luego rebautizado como Base Aérea Militar (BAM) Malvinas-, ya que, momentos antes del aterrizaje del primer avión argentino, la pista estaba obstaculizada con máquinas viales como tractores, retroexcavadoras, palas mecánicas, etc., que habían colocado los Royal Marines una vez que tomaron conocimiento del inicio de la ‘Operación Rosario’ (nombre que recibió el desembarco militar argentino del 2 de abril)”.

París destaca que ni bien aterrizó “la chancha” (apodo con el que los integrantes de la FAA se refieren a los aviones C-130), el GOE tuvo que hacer una requisa general del aeropuerto y sus alrededores, consolidar sus instalaciones y asegurar que no hubiera personal británico o isleño oculto allí.

Cumplida esta tarea, explicó que allí recién la Fuerza Aérea Argentina pudo comenzar a ejecutar el puente aéreo entre el continente y Malvinas, trasladando insumos y medios vitales (alimentos, municiones, armamento y vehículos) y personal en forma constante e ininterrumpida.

“Cabe destacar que, pese a los múltiples intentos británicos, el Puente Aéreo que unió las islas Malvinas con el continente se mantuvo vigente desde el 2 de abril hasta el 13 de junio de 1982 (día previo al cese del fuego)”, resaltó París.

La misión del GOE con los prisioneros ingleses

A lo largo de la entrevista con DEF, tanto el hoy brigadier mayor (R) VGM París como el Comodoro (R) VGM Ozán no dejan de mostrar su legítimo orgullo por haber pertenecido al Grupo de Operaciones Especiales de la Fuerza Aérea Argentina y participado en la defensa de nuestra Patria durante la Guerra de Malvinas.

Ambos resaltaron que durante el conflicto el GOE también tuvo la tarea de custodiar a los soldados británicos (Royal Marines) que habían sido tomados prisioneros tras la rendición del gobernador Rex Hunt.

Además, cuatro integrantes del Grupo de Operaciones Especiales fueron asignados a custodiar los prisioneros ingleses durante su traslado en aviones de la Fuerza Aérea Argentina hasta Montevideo, Uruguay; también tuvieron a cargo la custodia en vuelo del ex gobernador británico, su esposa e hijo, y tres familias destacadas de Malvinas.

La reacción británica cambió el destino del GOE

Según recuerda el comodoro Ozán, “la idea original era que los integrantes del Grupo de Operaciones Especiales permanecieran no más de cuatro días en Malvinas, pero la intransigencia diplomática británica y la partida de una Fuerza de Tareas con el objetivo de reconquistar Malvinas bajo la órbita de Londres, llevó a que un escenario bélico fuera cada vez más probable, por lo que el GOE se quedó en las islas y participó activamente en su defensa”.

A partir de allí, el trabajo del GOE fue preparar la defensa terrestre de la Base Aérea Militar Malvinas, nombre con el que se bautizó al Aeropuerto de la capital isleña, Puerto Argentino; llamada Port Stanley por los ingleses.

Respecto a las diversas tareas que cumplió el Grupo de Operaciones Especiales durante el conflicto, el brigadier mayor París recuerda: “Participamos en el asesoramiento y la implementación de la defensa terrestre de la BAM Malvinas, la fabricación de bombas explosivas para ser colocadas en las playas consideradas como más probables para un desembarco británico”, cuenta.

Y continúa: “El balizamiento de la pista de aterrizaje, la carga y descarga de las aeronaves provenientes del continente, tareas de buceo auxiliando a buques en la bahía de Puerto Argentino, la construcción de refugios y una vía de comunicación alternativa entre el aeropuerto y la ciudad, la instrucción a las compañías de defensa de la Fuerza Aérea Argentina en la BAM Malvinas, tareas de custodia en vuelos de reconocimiento al interior del archipiélago e instrucción y adiestramiento de tiro propio del GOE, entre otras”.

Argentina contó con dos bases aéreas en Malvinas

A mediados de abril del 1982, la Fuerza Aérea Argentina creó la Base Aérea Militar (BAM) “Cóndor”, en la localidad de Pradera del Ganso, a unos 90 Km de la BAM “Malvinas”, con la idea de contar con una pista alternativa a la existente en Puerto Argentino, siendo desplegados 4 helicópteros (2 Bell 212 y 2 CH-47 Chinook) y 12 aviones bimotores de ataque a suelo IA-58A Pucará, todos ellos de la FAA.

A partir del 1° de mayo, una vez que el grueso de la flota británica arribó al área de operaciones en los alrededores de las Islas Malvinas, comenzaron los ataques a las BAM “Malvinas” y “Cóndor” mediante cañoneo naval y bombardeos desde aviones, con el fin de neutralizar o destruir ambos objetivos estratégicos.

Luego de que el 21 de mayo las fuerzas británicas establecieran su cabecera de playa en la zona de Puerto San Carlos, en el extremo occidental de la Isla Soledad, el Grupo de Operaciones Especiales fue dividido en dos patrullas: una patrulla de once hombres quedó en la BAM “Malvinas” ejerciendo la defensa de dicha base y otra patrulla, constituida por catorce hombres, cuya misión fue infiltrarse detrás de las líneas enemigas. Esta operación comando fue denominada “Solo un boleto de ida”. 

El Jefe de esta última patrulla era el entonces Primer Teniente Ozán, quien hoy recuerda que el objetivo era sobrepasar las columnas británicas para llegar al monte Usborne (Cerro Alberdi), ubicado en la cadena montañosa Rivadavia, muy cerca del estrecho de San Carlos.

“Dicha altura es la más alta de la Isla Soledad,  allí los pilotos argentinos de Pucará habían detectado una batería misilística y un radar. La misión encomendada al GOE era realizar un reconocimiento de la zona para confirmar la ubicación de los medios enemigos detectados”, recapituló.

Exploración y reconocimiento del enemigo

Y añadió que este desplazamiento constituía una típica operación de exploración y reconocimiento, informando diariamente por equipo de radio la actividad y movimientos enemigos realizados y posible golpe de mano a una batería misilística antiaérea.

La operación se inició el 23 de mayo, partiendo desde la BAM Malvinas en dos helicópteros UH-1H del Ejército Argentino, lo cuales nos transportaron hasta el lago Colorado Pond, a un poco más de la mitad de los noventa kilómetros que separan Puerto Argentino y el objetivo en monte Usborne (Cerro Alberdi).

“Desde ese lago debimos desplazarnos a pie para quedar detrás de las líneas británicas, muy cerca de Puerto San Carlos, que ya avanzaban en sendas columnas hacia Darwin-Pradera del Ganso y Puerto Argentino”, continuó.

Para no ser detectados en su avance, los hombres del GOE caminaban de noche bajo temperaturas extremas de alrededor de 10° bajo cero, ocultos en la oscuridad reinante y, durante el día, permanecían quietos en permanente observación, transmitiendo a la superioridad la información obtenida gracias a la exploración y reconocimiento sobre los movimientos del enemigo.

Pese a las dificultades que implica caminar de noche, en terrenos fangosos, piedras y con nieve, los integrantes de la patrulla comandada por el entonces Primer Teniente Ozán lograron llegar al objetivo en la cima del monte Usborne (Cerro Alberdi), a 705 metros sobre el nivel del mar, donde ya no se encontraba la batería misilística enemiga, la cual fue trasladada anteriormente por los británicos.

Completada la tarea, debieron volver a infiltrarse, traspasando las filas enemigas en sentido contrario para regresar a Puerto Argentino.

Cómo fue el repliegue del GOE en Malvinas

Al llegar nuevamente al lago Colorado Pond, solicitaron que helicópteros del Ejército Argentino los replegaran a Puerto Argentino, lo cual fue imposible pues  estaban siendo utilizados en otras operaciones helitransportadas. La patrulla fue replegada gracias a dos helicópteros de la Fuerza Aérea Argentina. Se salvaron de tener que caminar los 90 kilómetros hasta la capital malvinense, se encontraban exhaustos.

Llegaron el día 29 de mayo, listos para afrontar nuevas misiones, dado que esta operación comando se cumplió con éxito. Cabe destacar que el teniente París también fue parte de esta misión de infiltración y reconocimiento detrás de las líneas enemigas.

Por su parte, la patrulla que quedó a cargo de la defensa de la BAM “Malvinas” debió hacer frente a un incremento de los ataques británicos con el objetivo de cortar el vital puente aéreo que unía el continente con Puerto Argentino.

“Desde el 1 de mayo, los británicos estaban determinados a inutilizar la pista de Puerto Argentino y no escatimaban esfuerzos en tal cometido, ya fuera mediante bombardeos o cañoneos desde los buques de la Royal Navy. Así, el 29 de mayo de 1982, durante un cambio de posición, el primer teniente Luis Darío Castagnari falleció al ser alcanzado por un misil lanzado desde un buque enemigo, constituyéndose en Héroe Nacional y el único caído en combate del Grupo de Operaciones Especiales”, recordó París.

GOE: unidad que nació en Malvinas y combatió a destajo

El Grupo de Operaciones Especiales fue la unidad más joven de la Fuerza Aérea Argentina que participó en el Conflicto del Atlántico Sur, siendo la primera en arribar a las Islas Malvinas y la última en regresar a la Argentina continental. Permaneció 104 días fuera de su asiento de paz desde el inicio del conflicto, incluidos los 30 días como prisioneros de guerra, entre el 14 de junio y el 14 julio de 1982.

Además de la consolidación y defensa del aeropuerto de Puerto Argentino y la misión detrás de las líneas enemigas, son muchas las peligrosas y complejas tareas que tuvieron que superar los 29 hombres de esta unidad de élite de la Fuerza Aérea Argentina, gran parte de ellas se encuentran más detalladas en el libro “Bajo Fuego en Malvinas: Grupo de Operaciones Especiales”, cuyos autores son el brigadier mayor Ernesto Osvaldo París y el comodoro Salvador de San Francisco Ozán.

Fiel a su lema, “Vencer o Morir”, durante la Guerra de Malvinas los hombres del Grupo de Operaciones Especiales de la Fuerza Aérea Argentina demostraron coraje, profesionalismo y amor por la Patria.

Malvinas: los 29 héroes del Grupo de Operaciones (GOE)

1. Mayor     CORREA, Esteban Luis (Fallecido después de la guerra)
2. 1er. Ten  CASTAGNARI, Luis Darío José (Muerto en Combate, ascendido a Capitán Post Mortem)
3. 1er. Ten  OZAN, Salvador de San Francisco
4. 1er. Ten  SPADANO, Eduardo
5.  Ten        BRUZZO, Juan Miguel
6.  Ten        SIDDERS, Alfredo Julio
7.  Ten        AMAYA, Dante Hugo
8.  Ten        PARIS, Ernesto Osvaldo
9.  Ten        SORENSEN, José Alfredo
10.  Ten        GUTIERREZ, Víctor Hugo
11.  S.A.       YULMAN, Martín Ernesto (Fallecido después de la guerra)
12.  C.P.        KORMANN, Guillermo (Fallecido después de la guerra)
13.  C.P.        VILLAVERDE,  Rodolfo Ernesto
14.  C.P.        FONSECA, Miguel Ramón
15.  C.P.        BENAIGES, Juan José (Fallecido después de la guerra)
16.  C.P.        RODRIGUEZ, Mario Alberto
17.  C.1º.       OREQUI, José Mario
18.  C.1º.       CHIANTORE, Juan Reinaldo (Fallecido después de la guerra)
19.  C.1º.       VAZQUEZ, Juan José
20.  C.1º.       AGUAYO, Alfredo
21.  C.1º.       VANZETTI, Alfredo Horacio (Fallecido después de la guerra)
22.  C.1º.       GODOY, Omar Rubén
23. C.1º.       ABAL, Walter Dario
24. C.1º.       AGÜERO, Roberto
25.  C.1º.       BARRIENTOS, Roberto Luis
26.  C            COSTA, Juan Carlos
27.  C            SANTUCHO, Jorge Horacio
28.  C            RIQUELME, Hugo Daniel
29.  C            CORDOBA, Manuel

* El autor, José Javier Díaz, es master de la EOI de España y magíster del ITBA en Dirección Estratégica y Tecnológica, se desempeña como Consultor de Empresas y Gobiernos y es Director en Argentina de la Corporación Científica del Sector Aeroespacial de Colombia.