Juegos de guerra de infantes de marina chilenos y estadounidenses

Infantes de marina de Chile y los Estados Unidos se apiñaban alrededor de la mesa de mapas, estudiando el terreno y evaluando las posiciones más probables de la fuerza enemiga, basándose en las actualizaciones del departamento de inteligencia. Al otro lado de la sala su enemigo, con el mismo uniforme, hacía lo mismo.

Los infantes de marina utilizan los juegos de guerra de mesa para simular y planificar diversos escenarios. En la Escuela de Guerra Naval de Chile, infantes de marina estadounidenses y chilenos llevaron a cabo recientemente un intercambio de materias sobre planificación operativa y juegos de guerra, cuyo objetivo fue mejorar sus capacidades de planificación, coordinación e interoperabilidad.

“Este ejercicio fue un gran ejemplo de la increíble asociación que las Fuerzas del Cuerpo de Infantería de Marina de los EE. UU. [USMC] tiene con nuestros homólogos chilenos. Se destacó por el aprendizaje mutuo, mayor comprensión de su planificación, el proceso de los juegos de guerra, y la construcción de nuevas relaciones, mientras que se fortalecieron las relaciones existentes”, dijo el Mayor Daniel Kent, oficial de la policía militar y asesor de fuerzas de seguridad extranjeras del Cuerpo de Infantería de Marina de los EE. UU. Asesor de la Compañía A, Reserva de las Fuerzas del Cuerpo de Infantería de Marina.

El Mayor Kent lideró un equipo de infantes de marina de la reserva y del Cuerpo de Infantería de Marina de los EE. UU., Sur, incluyendo infantería, blindados e ingenieros expertos en la materia, que estaban ansiosos por llevar a cabo el intercambio de juegos de guerra y aprender de sus homólogos chilenos, mientras que también demostraron partes del Proceso de Planificación del Cuerpo de Infantería de Marina.

Estos tipos de intercambios de juegos de guerra pueden cubrir una amplia gama de escenarios, desde simulaciones de combate hasta operaciones de mantenimiento de la paz; ayudando a fortalecer las relaciones bilaterales y el entendimiento mutuo entre las fuerzas involucradas. Una de las ventajas de los juegos de guerra es la aportación de la “célula roja”, una fuerza contraria que reacciona ante las acciones amigas y ayuda a encontrar los puntos débiles de cualquier plan. Una “célula blanca” actúa como árbitro de los juegos de guerra, ayudando a garantizar resultados precisos y manteniendo a los participantes centrados en el objetivo final, que es perfeccionar un plan operativo. Infantes de marina de ambos países desempeñaron funciones en cada célula.

“Estos ejercicios de planeamiento ofrecen a las fuerzas militares la oportunidad de preparar una amplia gama de escenarios posibles. Esto garantiza que estén preparadas para responder de manera eficaz y coordinada durante una situación de combate o un desastre de la vida real”, dijo el Mayor del Cuerpo de Infantería de Marina de Chile Alberto Pizarro Illanes, futuro oficial de operaciones de la Brigada Expedicionaria Anfibia.

El Mayor Pizarro, quien organizó el evento y sirvió como oficial a cargo, ve un tremendo valor en hacer intercambios con sus contrapartes de la Infantería de Marina de los EE. UU.

“Estos ejercicios fomentan la coordinación entre diferentes unidades y fuerzas, lo que es esencial para el éxito en el campo de batalla. Además, estos ejercicios ayudan a mejorar la colaboración y el trabajo en equipo entre personal de diferentes rangos y especializaciones. Trabajar con personal del USMC nos permite mejorar nuestra interoperabilidad entre ambas fuerzas militares. Esto es vital durante las operaciones conjuntas o interagenciales, en las que la capacidad de comunicarse y cooperar eficazmente con las fuerzas aliadas es fundamental y crítica para el éxito de la misión. Trabajar con las fuerzas militares de otros países aporta diferentes perspectivas y enfoques a las estrategias militares. Esto puede ayudar a ampliar la visión y la comprensión de los retos globales y a reforzar la capacidad de adaptación de cada fuerza militar”.

A medida que avanzaba el juego, se tiraban dados y el destino de sus fuerzas simuladas pendía de la balanza de riesgos y maniobras calculadas. Cada decisión tenía su peso, un reflejo de los escenarios del mundo real en los que el enemigo tiene un voto, y las vidas y las misiones dependen de decisiones tomadas en fracciones de segundo, así como de una detallada planificación.

El intercambio, que duró una semana, estuvo marcado por intensos intercambios de tácticas y risas ocasionales, cuando una parte especialmente atrevida de un plan daba resultado, o cuando parte de un plan se derrumbaba debido a una acción inesperada del enemigo. Al final de la semana, los infantes de marina de ambos países habían aprendido mucho y tenían un fuerte sentimiento de camaradería. Los infantes de marina estadounidenses fueron cordialmente invitados a asistir a la ceremonia de aniversario del Cuerpo de Infantería de Marina de Chile el último día, donde celebraron la rica historia de los infantes de marina chilenos, que han protegido y defendido a su país durante 206 años. “Como hermanos de armas, nos sentimos honrados de haber sido invitados a Chile y esperamos con interés futuros intercambios”, añadió el Mayor Kent.