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Jue. Nov 21st, 2024
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“Bandoneón arrabalero/viejo fueye desinflado/te encontré como un pebete que la madre abandonó,/en la puerta de un convento, sin revoque en las paredes”. No ha sido esa la suerte que corrió la última semana el bandoneón y uno de sus mejores ejecutantes. Es que el pasado jueves este instrumento, símbolo del tango y del arrabal, y el maestro Aníbal Troilo, Pichuco, han tenido un emotivo homenaje en la calle principal de Singapur, en el sudeste asiático.

En una ceremonia cargada de magia y emoción y en coincidencia con el día nacional del bandoneón, se descubrió en esa ciudad la obra del artista bahiense Daniel Brandimarte, réplica de la ubicada a pocos metros del obelisco porteño, la cual que muestra a Pichuco ejecutando ese instrumento.

“Fue un momento increíble, difícil de explicar, con la presencia de autoridades de nuestro país y de Singapur. Me tocó decir algunas palabras y expliqué que como artista plástico mi relación con la música siempre ha sido escucharla pero ahora, a través de esta escultura, esa relación comenzó a ser otra”.

El acto que tuvo lugar en la calle principal de Singapur, a pocos metros de un gran centro comercial, ceremonia de además tuvo una gran repercusión en los medios de aquel país.

La presentación sumó además tecnología, música, baile y la satisfacción, para todos los presentes, de ver a Troilo por primera vez en tierras lejanas, en un país que se puede suponer ajeno al tango pero que, sin embargo, como en todo Asia, se trata de una música que tiene cultores y admiradores.

Un puente entre dos países

“Un ladrido de perros a la Luna/El amor escondido en un portón/Y los sapos redoblando en la laguna/Y a lo lejos la voz del bandoneón”. Barrio de tango”, Homero Manzi-Aníbal Troilo

La escultura además de celebrar al tango es un homenaje a los 50 años de Relaciones Diplomáticas entre la Argentina y Singapur. La idea de generar “un hermanamiento en clave escultórica” entre ambos países surgió de reuniones entre la Embajada Argentina en Singapur, la Dirección de Asuntos Culturales de Cancillería, el artista Daniel Brandimarte, el equipo del legendario Marabú (Salón de tango desde 1935), la Argentine Tango Society y algunos sponsors singapurenses.

“Todo comenzó cuando el embajador de Singapur en nuestro país vio la escultura, ubicada en Diagonal Norte y la avenida 9 de Julio de Buenos Aires, y me contactó para replicarla en su país”.

Quien relata esto a La Nueva. es el propio Brandimarte, unos días antes de viajar hacia Singapur para ser parte de la inauguración.

“Querían que fuera en persona a realizar la obra. Pero como yo la hice a partir de varios planos, les ofrecí mandarles esa documentación y que la fabricaran ellos. Aceptaron y a medida que iban avanzando me mandaban fotos y lo veíamos juntos”, agrega.

La curiosidad por homenajear  a Troilo en este país de 6 millones de habitantes, conocido como “La perla de Asia” y uno de los cinco más ricos del planeta, se relaciona con que muchos en ese continente tienen pasión por el Tango. En Singapur en particular existe una activa comunidad tanguera que, se menciona, “recibió la escultura con muchísimo entusiasmo”.

Una obra en movimiento

“El duende de tu son, che bandoneón,/se apiada del dolor de los demás,/y al estrujar tu fueye dormilón/se arrima al corazón que sufre más”. Ché, bandoneón. Homero Manzi-Aníbal Troilo

“Fuelle” es el nombre de la flamante obra. Es de particular simpleza y resuelta de un modo que genera una sensación de movimiento, recreando la modalidad que tenía Troilo al ejecutar el bandoneón. “Se trata de una combinación de ángulos, planos y formas recortadas en acero, un conjunto de siluetas en transición que evocan ese movimiento típico de Troilo al ejecutar su música”, explica Brandimarte.

La obra, realizada en 2014 en un concurso convocado por la familia del músico, se organiza con un juego de planos alineados a modo de fuelle, donde las manos de Troilo, caladas y presentes como vacíos, se confunden con el instrumento, desafiando la noción de que se trata de una escultura inmóvil.

El material utilizado es acero con terminación óxido, para la escultura, y granito para la base. Las placas están empotraron en una base de cemento que representa la caja del bandoneón.

Vista de frente, evoca el movimiento del metrónomo, instrumento que dicta el compás de la música. Si el observador cambia el ángulo va descubriendo la figura de Troilo con el clásico tic que tenía de subir y bajar la cabeza mientras tocaba.

Queda entonces este homenaje, en una avenida donde convive con el rumor en varios idiomas –en Singapur se habla Malayo, inglés, tamil y Singaporean Mandarin—, frente a personas que la  miraran acaso con curiosidad como esa escultura de hierro parece moverse al compás del 2 x 4.

El autor, de Bahía Blanca al mundo

“Nunca me fui de Bahía Blanca”, menciona Brandimarte al preguntarle por su ciudad natal. Si bien se fue al terminar el secundario en el colegio Don Bosco para estudiar arquitectura en La Plata –es egresado de la Universidad Nacional de esa ciudad—, haber transcurrido su infancia y adolescencia aquí es una marca para siempre . “Hasta hace un par de años viajaba más seguido porque todavía estaba mi mamá. Ahora tengo algunos amigos, tías y primos. Pero nunca me fui de mi ciudad”, señala.

Hoy trabaja como arquitecto, diseñador y artista plástico. “Pinto y hago esculturas. Es parte de mi trabajo. Hace unos meses inauguré una escultura en el museo de Botafogo, en Brasil. Tengo además obras en Alemania y Estados Unidos y 40 acuarelas en el Museo de Guangzhou, en China”, detalla.

A pesar de ser un reconocido artista internacional, nunca tuvo oportunidad de mostrar su obra en nuestra ciudad. Sólo hacerlo en 1970, a sus 17 años de edad. “Terminaba el secundario y hubo un concurso, creo que organizado por la Casa de España, que gané con un grabado llamado “Ocificosas”, que retrataba una guerra entre caballos, esqueletos y personas”, detalla.

Por estos días seguirá visitando algunas ciudades asiáticas y su expectativa es, a su regreso, contactarse con el área de Cultura de la municipalidad de Bahía Blanca para considerar la posibilidad de organizar alguna muestra, en particular se entusiasma con mostrar su trabajo como autor de la historieta FIN, con el material de una exposición que hizo en Buenos Aires con muchísimo éxito.

Troilo: “Un estilo con mucho barrio”.

Por José Valle  (1)

Aníbal Troilo tiene una vigencia absoluta, no solo en nuestro país sino también fuera. Y lo demuestra esta escultura de Singapur. En ese país hay, como en gran parte de Oriente, una colectividad bien tanguera que se siente representada por Troilo.

Pichuco fue al tango, como bandoneonista, lo que Carlos Gardel a la interpretación cantada. También fue un gran tipo. Por 1986, estando en el mítico bar El Progreso, en el barrio de Barracas, le pregunté a quien había sido su cantor, Jorge Casal,  como era Pichuco. “Era un tipo callado, reservado, te diría frío como un bufoso”, me dijo, y agregó algo que me quedó grabado para siempre: “Pensá en todo lo que significa la palabra amistad, eso era Pichuco”.

Como bandoneonista tenía un lenguaje perfecto: la fineza de Pedro Maffia,  el fraseo de Ciriaco Ortiz y la fuerza de Pedro Laurent.

Con su orquesta formó un estilo propio, elegante y popular, con mucho barrio. Siempre fue, fundamentalmente, el mismo. Tenía un extraordinario buen gusto para la música, fue compositor de temas que perduraran y forjó un estilo que supera el paso del tiempo.

Era además alguien que sabía que elegir sus músicos, sus cantores y los temas ideales para cada uno. Todos sus músicos, entre ellos el whitense Roberto Achaval, recuerdan lo bien que cantaba Troilo, modulando los versos, acompañándose con el fuelle. No tenía demasiada fuerza en las cuerdas vocales, siempre lo hacía a media voz. Poseía, al interpretar, ese elemento misterioso que tienen ciertos artistas privilegiados, para lograr que la emoción atrape al espectador y no lo suelte más y quede grabada en los archivos de su memoria.

Cuando Pichuco partió ya era inabarcable, casi atemporal e insondable, como suelen serlos las leyendas.

(1) Miembro de la Academia Nacional del tango y productor en nuestra ciudad de las jornadas “Pichuco x Siempre”)

Fuente de esta noticia: https://www.lanueva.com/nota/2024-7-14-6-0-11-de-las-manos-de-un-bahiense-pichuco-se-luce-en-singapur

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