Política mundial removida

Europa ha estado convulsionada electoralmente en estas últimas semanas. También el norte de América y algunos países de Suramérica. Mucho mundo movido. Son virajes los que movilizan, los pronosticados y las sorpresas.

Elecciones en Europa

Europa se ha formado en un solo bloque con la Unión Europea (UE), un conglomerado de naciones que reproduce, a su manera, la estructura política de la mayoría de los países que la integran. No tienen monarquía, pero cúpulas, sí.  Una figura presidencial y un parlamento donde se sientan cuatro bloques  representando el panorama político de ese continente: el de centro derecha, el de centro izquierda y los extremos de derecha e izquierda. Así se concibe, políticamente, Europa. Esa es su terminología.

Recientemente hubo elecciones del parlamento europeo, con votaciones en cada país miembro de la UE. La ultraderecha quedó muy bien parada en casi todos los países, lo que ha movilizado a todos los demás grupos de la unión por la amenaza que la derecha significa para los derechos sociales y humanos que son bandera en Europa.

Elecciones en Francia

Francia fue uno de los países donde la ultraderecha salió adelante en las elecciones del parlamento europeo. Por ello, el presidente de la República, rápidamente,  disolvió el parlamento, donde él tenía una escasa mayoría pero quería reforzarse y convocó a elecciones parlamentarias. Las encuestas indicaban que la ultraderecha ganaría y, en efecto, así fue.  ¡Vaya susto!

En Francia las elecciones tienen una segunda vuelta entre los grupos o candidatos más votados. Las encuestas indicaban que la ultraderecha repetiría su triunfo pero, esta vez, se equivocaron. La izquierda ganó y la ultraderecha quedó en tercer lugar. Los sondeos de opinión no son infalibles.  Ese giro francés sucedió, prácticamente, de una semana a otra.

Elecciones en el Reino Unido

Un  viraje de 180 grados, se ha producido con las elecciones, hace pocas semanas,  en el Reino Unido – también conocido como Inglaterra-, donde  los rivales no se identifican como de derecha o de izquierda sino como conservadores, lo de más de derecha y laboristas, más de centro izquierda. Su nombre indica que representan a los trabajadores.

Inglaterra poco tiene que ver con lo que pasa en la Unión Europea porque no es miembro de ese bloque continental. Allí no hubo elecciones para el parlamento europeo, pero los conservadores, con casi 15 años continuos en el poder, convocaron a elecciones y perdieron estrepitosamente. Las encuestas habían indicado el triunfo laborista, pero no tan abrumador. ¡Vaya sorpresa!

Elecciones en Norteamérica

Los Estados Unidos, país líder del mundo, está en la última curva de su campaña presidencial. Allí, a diferencia de Europa, el problema no es quién representa a la  derecha o a la izquierda. Ese país se caracteriza por la semejanza, en términos de intereses, de sus candidaturas.  Todos son como “el mismo musiu con distinta cachimba”.

Las variaciones se dan en el estilo de los candidatos y en los grupos que le respaldan, sobre todo en la cantidad y calidad de los donantes de fondos para la campaña de cada quien.

La actual campaña electoral de Estados Unidos ha estado movida, peligrosamente, por la incertidumbre y por lo que ese país significa para el mundo. El debate está entre un candidato que pareciera carecer de moral debido a los numerosos juicios legales que corren en su contra y otro candidato que parece estar perdiendo sus facultades mentales y motrices debido a su avanzada edad. Serio dilema. Los resultados de las encuestas son un vaivén. Nadie sabe qué pasará.

En México, un país con imagen machista, recién eligieron presidente, por mayoría abrumadora, a una mujer de centro izquierda y, por sus primeros anuncios, pareciera en camino camino a ofrecer soluciones en un país tan convulsionado socialmente.

Movimientos en Suramérica

La política de los países del altiplano suramericano ha estado movida, recientemente, con enfrentamientos a nivel de las cúpulas presidenciales. En Ecuador, el presidente no logra quitarse de encima a la vicepresidenta que él mismo escogió; en Bolivia, el presidente se enfrenta a un expresidente, siendo ambos de un mismo sector político, y, en Perú se produjo una asonada golpista a la más vieja usanza: un alzamiento militar, un estilo que parecía estar fuera de moda en tiempos de golpes ligeros o llamados, «lights».

Argentina no deja de ser noticia. Tiene como presidente a la estrella de la política pop del momento, particularmente de los sectores ultraliberales, también conocidos como de derecha o fachas.  Cuando un evento político de la derecha mundial quiere trascender, el presidente argentino, es el invitado estrella.   El particular estilo del presidente argentino es de un showman, lo hace noticia.

En la política pop no importa que el discurso carezca de sustancia, lo que sobresale y cautiva a mucha gente es la irreverencia, la cantidad de improperios, de adjetivos despectivos, lugares comunes que se pronuncien y el  histrionismo, mucho histrionismo, sobre todo muecas, como comediante, pintoresco, o como rock star. Un estilo político que tiene antecedentes en un fallecido presidente de Venezuela y en un expresidente y nuevo candidato en Estados Unidos y que es copiado por candidatos y candidatas de cualquier parte del mundo.

Relevancia actual en los movimientos políticos mundiales tiene -y tendrá más en los próximos días-,  Venezuela donde las elecciones presidenciales se realizan a final de este mes y en la que participan  varios candidatos, todos hombres, y dos, con particular fuerza. Por un lado, el presidente que aspira a la reelección y seguro de su triunfo, baila salsa, y una candidatura bicéfala de la oposición, con una cara de hombre y otra de mujer, que las encuestas dan por ganadora. Falta mucho por ver en poco tiempo.

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