Lo que preocupa a electores sobre las presidenciales y por qué piensan que “igual hay que salir a votar”

Reconocidas encuestas hablan de una disposición a votar en las elecciones presidenciales de entre 60% y 70% y que el deseo de cambio político en Venezuela ronda 80%.

A medida que se acerca el 28 de julio —día fijado por el Consejo Nacional Electoral (CNE) para la elección del presidente de la República— en los votantes la esperanza por un mejor futuro para el país se mezcla con temores, originados por no tener la certeza de lo que puede ocurrir el día de los comicios que, de acuerdo con analistas políticos, se producen en un contexto autoritario.

¿Cuál es la principal preocupación de votantes sobre el día de las elecciones?

Los temores van desde que el ente comicial anuncie resultados contrarios a la voluntad popular expresada en las urnas hasta la generación de violencia en las calles, producto del desconocimiento a ciertos resultados electorales. Pese a ello, votantes consultados  aseguran que saldrán a votar.

El activista social Jesús “Chúo” Torrealba señala que el rol de los electores el 28 de julio debe ser muy diferente al de solo depositar su voto en la urna: hay que votar, apoyar, vigilar y defender, recalca, puesto que de ello depende el éxito de la jornada electoral.

A pesar de la incertidumbre y los obstáculos, también apuesta por una participación masiva y una eficiente organización electoral.

“Me preocupa que las suspendan”

“Sobre las elecciones me preocupa, primero que las suspendan y bueno el lío que se pueda formar por parte del oficialismo si no les sale la trampa”, manifestó Ana Chacón, de 69 años, trabajadora independiente y electora del municipio Chacao, estado Miranda.

Tajante, dice que, aunque siente “mucha incertidumbre” por lo que pueda ocurrir el domingo 28 de julio, está convencida de que hay que votar.

“Es la única manera de expresarse sanamente”, agrega.

La palabra “trampa” deriva de la falta de credibilidad en el Poder Electoral y reposa en hechos como el estar presidido por el exdiputado del partido de gobierno (Psuv) y excontralor general de la República, ejecutor de inhabilitaciones políticas, Elvis Amoroso, y tener mayoría de rectores principales y suplentes afectos al chavismo.

Pero, principalmente, por tomar decisiones que benefician intereses del poder político, tales como negar sin explicaciones la inscripción de Corina Yoris como candidata presidencial de la oposición mayoritaria, retirar la invitación a la Unión Europea (UE) como observador internacional y guardar silencio frente al ventajismo oficial durante la campaña electoral, entre muchas otras.

“Mi temor es que el CNE proclame presidente al señor Maduro sin haber ganado y que eso quede así, porque estoy segura que no tienen pueblo. Igual hay que votar porque no hay que ponérselas tan fácil. Si van a hacer trampa, lo que es obvio, que sea difícil, porque estoy convencida que representamos (los que quieren cambio) al 70% de la población; cuidado si es más”, dijo Ysmelis Perdomo, de 48 años, educadora y electora en el municipio Libertador de Caracas.

Cambio en el rol del elector

Torrealba sostiene que el rol de los electores ha cambiado en el sentido de que ya no es “consumidor” de la democracia, sino “protagonista”. La mejor muestra es el papel activo de la ciudadanía en la campaña opositora ante obstáculos como la falta de gasolina, de recursos económicos, persecuciones, detenciones, cierres de restaurantes y posadas, así como la retención de camiones de sonido, motos “y hasta caballos” en las regiones.

“No basta con votar el 28 de julio y volver a la casa, sentarse frente a la TV y esperar los resultados. Antes de las elecciones hay que familiarizarse con la boleta electoral que es una trampa cazabobos que puede inducir al error al elector por las tarjetas intervenidas, hay que chequearse constantemente en la página del CNE para chequear dónde se vota y el día de las elecciones preguntarle a familiares y vecinos si ya votaron y si no ver cómo los apoyas, si es necesario llevarlos y luego prepararse para el cierre, la verificación ciudadana es un derecho”, destacó.

Sostuvo que incluso se debe apoyar a los efectivos del Plan República con agua o alimentos o «hasta un café», por tratarse de soldados que viven en lugares remotos que son enviados a estados distintos y también pueden sentirse desasistidos. Argumentó que ese tipo de gestos pueden hacer la diferencia para que la jornada se desarrolle y termine en armonía.

“Me preocupa que haya violencia”

“Me preocupa que haya violencia porque la sociedad está dividida entre quienes apoyan a la MUD y el Psuv. Si dicen que gana el Psuv las elecciones presidenciales con su candidato Nicolás Maduro, puede haber una gran discordia en el país, trayendo como consecuencia manifestaciones y violencia, como en 2017, cuando se registraron una gran cantidad de protestas y decenas de venezolanos murieron por no estar de acuerdo con el gobierno”, expresa Valery Rodríguez, de 19 años, estudiante de Mecánica Dental.

Dice querer conocer a la Venezuela que le cuentan sus padres, “felizmente estable, llena de productividad y oportunidades” y que por eso el 28 de julio saldrá a ejercer por primera vez su derecho al voto en Caracas.

“Desafortunadamente los jóvenes bachilleres con empleos, y muchos de ellos hasta estudiando carreras universitarias, no tenemos oportunidad de surgir en este país debido al sistema político, económico y social que lleva a cabo el presidente Maduro y su partido político. No hay una economía estable, no podemos comprar un vehículo, mucho menos tener una casa propia por el salario que ganamos, le pasa a los bachilleres y muchos profesionales”, justificó.

Torrealba coincide en que la conducta del gobierno “sube la temperatura” a medida que se acerca el 28 de julio y por eso profundiza la persecución. Ante ello, sugiere como ciudadano mantener la calma y la seguridad, por cuanto, afirmó, será la gente y no el Estado los garantes de la tranquilidad el día de las elecciones.

Esperanza en lo que venga después

“Más que temor es lo que me dice mi subconsciente, es que Elvis Amoroso, esa noche, va a salir anunciando unos resultados bastante favorables a Maduro; se van a saltar todo y van a decir que Maduro ganó. Sin embargo, me da esperanza saber lo que puede ocurrir después y es el costo que puede tener para Maduro robarse las elecciones, en el sentido de que gente que lo apoya ahora y lo sostiene en el poder se lo quite, pienso que a eso está jugando María Corina, que Maduro tenga que negociar y abandonar el poder”, dijo Alessandro Di Stasio, votante venezolano en Madrid, España.

Sostiene que la única forma de hacer realidad un escenario de cambio político es votando, para presionar a Maduro y aumentarle el costo ante un eventual fraude. Dice ser optimista sobre que el 28 de julio habrá una movilización importante de electores por esa esperanza que ha logrado despertar la campaña que lleva adelante María Corina Machado.

Para blindarse ante el fraude, la Plataforma Unitaria Democrática aseguró este 9 de julio que ya cargó ante el CNE 99% de los testigos requeridos para las 30.026 mesas electorales de todo el país.

Postulados por los partidos políticos, los testigos tienen entre las tareas primordiales, hacerse con la totalidad de las copias de las actas de escrutinio de la votación para probar un triunfo opositor en las urnas.

Optimismo con la participación

Basado en el contacto con comunidades populares para promover el voto, Torrealba señala que la abstención esta vez no estará del lado del elector opositor, sino del chavista que está cansado del “maltrato, el chantaje y de la corrupción”, pero no se siente movido a votar por la oposición y por lo tanto puede optar por votar nulo o dejar de hacerlo. Apuesta a que incluso los llamados “ni-ni” se vean motivados a votar por Edmundo González.

El también exsecretario ejecutivo de la MUD, en época del triunfo opositor en la Asamblea Nacional en 2015, pide a los chavistas descontentos entender que el chavismo como movimiento político puede recuperarse y ser relanzado en otro momento electoral, pero que de momento es necesario, a través del voto, quitarle a la cúpula gobernante el poder de los recursos del Estado como método de coerción.

“Más que preocupación o temor, hay confianza en que hasta el venezolano más humilde usará el recurso del voto para promover un cambio en sus condiciones de vida. La oposición está alineada en la ruta electoral y no por una súbita revelación, lo ha hecho presionados por la ciudadanía”, recalcó Torrealba.