“Naveguemos Juntos”, el programa de la Armada Argentina que fusiona inclusión con amor por la náutica

Desde 2006, instructores de la Marina conforman un espacio más que valioso para que personas con discapacidad aprendan a navegar de forma autónoma y segura.

Hace 18 años, el almirante Guillermo Dickson diseñó un curso de navegación a vela adaptada con el objetivo de difundir los beneficios y virtudes de embarcarse en el mar. Con esfuerzo y adaptación, la Armada Argentina promueve un espacio gratuito para que personas con discapacidad desarrollen su amor por la náutica y encuentren un lugar de unión, trabajo y vocación de servicio.

Instructores militares y profesores, junto a un estupendo marco de seguridad, enseñan hace 18 años a multitud de hombres y mujeres entre 18 y 69 años, desde civiles hasta veteranos de la Guerra de Malvinas, en ciclos de 48 vacantes por año.

Durante 10 semanas, cada martes y jueves el Yacht Club Centro Naval Olivos se convierte en un aula, donde se aprenden los fundamentos de la navegación en dos veleros H19 en clases teóricas y prácticas. Divididos en turno mañana y tarde, el alumnado se instruye sobre los tipos de navíos, partes de los veleros, los distintos tipos de nudos, entre otros conceptos.

Ya en el agua, siempre dentro de las dos millas de distancia, se muestran los diferentes roles dentro de una embarcación, desde cómo se enciende el motor, navegación a vela, timonel, izado de velas hasta un amplio abanico de maniobras y el armado y desarme del barco de 19 pies.

La seguridad, clave para el éxito de Naveguemos Juntos

En palabras de los integrantes del programa, el H-19 es un “velero escuela” y lo calificaron como “noble, seguro, marinero e intumbable”. Una garantía de seguridad necesaria para toda actividad en el mar y, sobre todo, cuando uno se aventura en él por primera vez.

Las dos embarcaciones, que albergan a los alumnos, un profesor y dos instructores de la Marina, están adaptadas con bancadas, al igual que la altura de la botavara que fue modificada para brindar seguridad a cada movimiento.

La comunicación con tierra forma parte de un abanico de medidas de protección que incluye seguros y un bote de apoyo ante cualquier emergencia.

Requisitos para unirse al programa de la Armada Argentina

Entre los principales requisitos para inscribirse en el programa, los alumnos deben ser mayores de edad y presentar los certificados para acreditar la discapacidad y la aptitud para realizar actividad náuticas recreativas.

Además, deben tener capacidad manual para manejar el timón y hacer nudos marineros, movilidad y fuerza para desplazarse, estabilidad para compensar el movimiento de la embarcación y capacidad para comprender y ejecutar las indicaciones de los instructores.

Una vez realizadas las 10 navegaciones, el programa realiza una ceremonia de egresados en la cual se les entrega un certificado de asistencia y se les permite regresar en calidad de ex concurrentes, teniendo en cuenta la prioridad que se les da a los nuevos participantes.

Naveguemos Juntos no se limita a las clases sino que también se realizan paseos, reuniones sociales, días de picnic y navegaciones especialmente programadas para los egresados.

La iniciativa enmarcada en el departamento de Relaciones Institucionales de la Armada logró trascender con éxito las distintas gestiones, con más de 750 egresados, y consolidarse como un lugar donde se superan miedos, pero sobre todo, donde se fomenta principalmente el trabajo en equipo y se crean vínculos sociales que perduran en el tiempo.

Un equipo de expertos

Actualmente, el equipo de Naveguemos Juntos está dirigido por la Teniente de Navío Lorena Ramallo y está conformado por un director, seis instructores militares y tres docentes. DEF pudo entrevistar a la directora del programa, al Suboficial Principal Ricardo González, al Suboficial Primero Fabián Cabral y al instructor y psicólogo Matías Paillot, representante argentino en los Juegos Paralímpicos Sydney 2000. Los otros dos profesores que imparten las clases son Ana María Elías y Jorge Galimberti.

Si bien el personal activo de la Armada Argentina no elige el destino de sus traslados, tanto Ramallo como González y Cabral comparten su pasión por la iniciativa de Guillermo Dickson y se esfuerzan diariamente para acompañar a cada alumno desde la enseñanza y la contención.

Paillot nos explicó que es lo que genera la actividad entre los alumnos y egresados: “La navegación a vela ofrece una posibilidad de rehabilitación distinta a lo que es en tierra. Se les permite ver lo que es el mundo desde el agua y que a través de eso adquieran autonomía y confianza en sí mismos”.

Además, hizo foco en el componente recreativo, la socialización y la importancia de brindar un lugar para que cada persona “busque expresarse a través de lo que le gusta”, en este caso, el agua.

Por su parte, González mencionó la importancia para el círculo familiar de los alumnos: “Las familias que vienen con cada alumno son los que los sobreprotegen. Los padres aprenden con ellos y se dan cuenta que está bueno, que sus hijos aprenden a trabajar en equipo, a armar las velas, el motor y a verificar todo. Es parte de los objetivos, darles seguridad y autonomía, una iniciativa a veces complicada”.

DEF tuvo la posibilidad de recibir mensajes de los alumnos y egresados del programa, quienes contaron su experiencia en Naveguemos Juntos. Luciano dijo que “pudo superar sus nervios y la incomodidad con el chaleco, y hacer nuevas amistades”.

Un caso a destacar es el de Martín y Leila. Ambos resaltan la experiencia como timonel y el aprendizaje, pero más aún el hecho de haberse conocido y con el tiempo convertirse en pareja.

Guido nos contó la pasión heredada por su madre: “Para mí la náutica es alegría, me apasiona. Agradezco haber conocido esta actividad y este hermoso grupo lleno de amor. ¡De acá no me bajo más!”.

El programa también tiene a su poeta, Pablo, dedicó una de sus obras a sus vivencias arriba del H-19: “En esta aventura mágica, se quedarían en la costa mi esclerosis múltiple y mis demás ‘zonas erróneas’. Solo había lugar para nosotros, el viento, los pájaros, el río y los destellos del sol”.

Los anhelos y la expansión del programa náutico

La encargada de Naveguemos Juntos, Lorena Ramallo, nos dio una perspectiva del programa, que ya tiene 18 años de funcionamiento y cientos de egresados: “Recibimos invitaciones para dar asesoramiento para replicar el programa en diferentes lugares del país”.

El equipo viajaría a sentar las bases de las medidas de seguridad necesarias para que más personas con discapacidad puedan aprender la navegación a vela adaptada en Argentina.

Además, Ramallo nos expresó sus impresiones y deseos para el proyecto de la Armada: “Es un éxito por la cantidad de participantes que ha logrado captar a través del tiempo, por su continuidad y por sobre todas las cosas los logros de cada uno de ellos que forman parte de nuestra tripulación para siempre. Espero que el programa sea más conocido, se amplíe y sea de gran beneficio para las personas con discapacidad”.

Más allá de las intenciones de replicar el programa y conseguir mayor difusión, todo el equipo se enorgullece del éxito actual de la realización de Naveguemos Juntos, que año a año incentiva a cientos de personas a desarrollar su amor por el mar en un espacio gratuito de trabajo en equipo, socialización y sobre todo de inclusión y contención.