Fuerza multinacional enfrenta a delincuentes en Haití, mientras aumenta la violencia

Cientos de elementos de las fuerzas de seguridad de Kenia partieron hacia Haití la última semana de junio, para liderar una fuerza multinacional que ayudará a la isla caribeña a frenar la violencia y luchar contra las bandas de delincuentes.

El apoyo de los 400 policías, los primeros de los 1000 que se espera que Kenia envíe para liderar la misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MSS), sancionada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), será fundamental para restaurar la seguridad y la estabilidad en el país.

La Oficina Integrada de la ONU en Haití acogió con satisfacción el despliegue de los oficiales keniatas. “Es un paso crucial en la lucha por restaurar la seguridad en la capital haitiana y sus alrededores y proteger los derechos de los haitianos”.

Para muchos ciudadanos, la llegada fue vista con optimismo. “Sería un gran paso adelante para mí, para Haití y para mucha gente”, dijo a la agencia de noticias Associated Press (AP) Orgline Bossicot, quien vende zanahorias y carbón al mayoreo, añadiendo que está esperanzada con la misión del MSS.

Aún no está claro cuándo se desplegará el resto de la fuerza que, de acuerdo con la ONU, también contará con el apoyo de tropas de Bahamas, Bangladesh,  Barbados, Belice, Benín, Chad y Jamaica. En 2023, una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU aprobó la misión del MSS, pero desde entonces ha sufrido retrasos. A finales de abril, el fondo fiduciario administrado por la ONU para la misión había recibido USD 18 millones en contribuciones de Canadá, los Estados Unidos y Francia. Los EE. UU. el principal financiador de la misión, se comprometió para aportar USD 300 millones, así como apoyo logístico y material. “Se requiere de una fuerza multinacional efectiva y permanente para ayudar a la población haitiana a vivir y establecer un orden que permita traer estabilidad al país”, dijo a Diálogo Euclides Tapia, profesor titular de Relaciones Internacionales de la Universidad de Panamá.

Las bandas criminales desde entonces intensificaron sus actividades y según informó la ONU, hoy controlan cerca del 80 por ciento de la capital, Puerto Príncipe.  

“Estamos ante un momento de crisis e inflexión en la historia política, económica y social de este país, que si bien no es un hecho aislado desde el punto de vista de su historia, sí está llegando a sus máximas consecuencias”, dijo Tapia.

Más de 2500 personas murieron o resultaron heridas por la violencia de las bandas entre enero y marzo; un 53 por ciento más que en los últimos tres meses de 2023, informó la ONU. “La magnitud de los abusos contra los derechos humanos no tiene precedentes en la historia moderna de Haití”, declaró Volker Türk, alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (ACNUDH).

Según investigadores de InSight Crime, organización dedicada al estudio del crimen organizado en Latinoamérica, existen más de 200 bandas criminales en todo el país, que van desde pequeños grupos integrados por decenas de jóvenes que comparten pistolas, hasta pandillas de unos 1500 hombres fuertemente armados. Algunas de estas bandas incluso disponen de rifles de gran calibre que pueden disparar municiones capaces de penetrar fortificaciones, y utilizan drones para vigilar a la policía.

En los últimos meses, estas bandas criminales se unieron y atacaron de manera coordinada infraestructura clave como carreteras y puertos, incendiaron estaciones de policía, cerraron el aeropuerto internacional y asaltaron las dos principales prisiones de la capital, liberando a más de 4000 rehenes, informó AP.

El rostro detrás de la violencia

Jimmy Chérizier, cabecilla de la G9, la pandilla más poderosa de Haití, se convirtió en el rostro de la violencia que azota al país y es señalado de numerosas atrocidades, incluyendo masacres y ataques brutales que magnifican la crisis, informó BBC Mundo.

Más conocido como Barbecue, según él porque su familia regentaba un negocio de carne a las brasas, y según testigos de la violencia que azota al país, porque acostumbra a quemar las casas y los cadáveres de sus víctimas, Chérizier es un expolicía quien solía combatir a las bandas criminales de Haití antes de unirse a ellas, dice BBC Mundo.

A Barbecue se le atribuyen varias matanzas perpetradas en los últimos años, que han dejado centenares de muertos. Una de ellas tuvo lugar en el 2020, donde murieron al menos 145 civiles, varias mujeres fueron violadas y muchas casas incendiadas, informó BBC Mundo. Más recientemente, a inicios de junio de 2024, Barbecue respaldó el asesinato de tres agentes de la Unidad Antipandillas de la Policía Nacional de Haití. Los uniformados iban en un vehículo blindado por un barrio de Delmas cuando fueron víctimas de una emboscada, informó el diario dominicano Diario Libre.

Una de sus herramientas por excelencia son las redes sociales, donde Barbecue consolidó una fuerte influencia. A través de diversas plataformas como YouTube, TikTok e Instagram, Barbecue difunde el terror con imágenes de víctimas que el mismo ordenó ejecutar y envía mensajes amenazantes a la comunidad internacional y a las autoridades de su país, destacó BBC Mundo.

Ejemplo de ello fue el mensaje que emitió semanas antes de la dimisión del primer ministro de Haití en marzo: “Si Ariel Henry no renuncia y la comunidad internacional continúa apoyándolo, nos llevarán directamente a una guerra civil que terminará en genocidio”, publicó BBC Mundo. Henry se vio obligado a dimitir al no poder regresar al país, debido al cierre por la violencia de los principales aeropuertos internacionales.

Otro mensaje reciente de Chérizier fue publicado el 13 de junio, amenazando a la Policía Nacional. “Se que vienen, pero no tienen idea de la sorpresa que les tengo. Vengan por mí si pueden. Destruiré el país con todos ustedes”, publicó en su cuenta de TikTok.

Crisis humanitaria

El recrudecimiento de la violencia en Haití desató una crisis humanitaria, según un nuevo informe de la Organización Internacional para las Migraciones. Se estima que en los últimos meses cerca de 580 000 personas fueron desplazadas –5 por ciento de la población haitiana– quienes en su mayoría huyeron de la capital del país hacia otras provincias y según la ONU, sobreviven en condiciones precarias en campamentos improvisados, o buscan refugio en otras comunidades en donde no cuentan con los recursos para acogerlos.

La misma organización encendió las alarmas acerca del recrudecimiento de violencia contra mujeres y niñas de apenas 12 años, que son acosadas y brutalmente abusadas sexualmente por miembros de las bandas criminales. “La situación en Haití es catastrófica. Seguimos recibiendo denuncias de asesinatos, violencia sexual, desplazamientos y otros tipos de violencia, incluso en hospitales”, advirtió Türk en un comunicado.

Por su parte Catherine Russell, defensora principal interinstitucional para Haití y directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), denunció la violencia contra la infancia. “En el fondo, la crisis de Haití es una crisis de protección”, afirmó Russell quien manifestó que entre el 30 por ciento y el 50 por ciento de los grupos armados tienen menores de edad en sus filas, y tienen registradas cerca de 400 violaciones graves a los derechos de esta población.