Cumbre por la paz en Suiza: apoyos y desencuentros en la reunión para detener la guerra en Ucrania

Pese a ausencias importantes, delegaciones de 100 países y organizaciones mundiales se reunieron en Berna en una muestra de apoyo al presidente de Ucrania.

En la ciudad suiza de Berna, jefes de Estado, ministros y organizaciones de todo el mundo se reunieron el 15 y el 16 de junio para buscar la paz en Europa. Sin Rusia y China y con otros ausentismos resonantes, el presidente de Ucrania Volodímir Zelenski consiguió reunir apoyo para detener la guerra con Rusia, aunque la cumbre no estuvo exenta de gestos políticos contrarios a las pretensiones ucranianas.

Encuentro por la paz entre Rusia y Ucrania

Tras la conclusión de la reunión anual del Grupo de los Siete, Suiza fue la sede de un histórico encuentro por la paz entre Rusia y Ucrania. De 160 invitados, a la cumbre asistieron 92 países y ocho organizaciones mundiales, entre los cuales no se hallaban ni Rusia, el otro bando involucrado en el conflicto, ni China y Corea del Norte, principales aliados del Kremlin.

El centenar de delegaciones iban desde jefes de cada Estado y ministros a enviados de menor jerarquía, principal indicador de la importancia que le dio cada nación al evento en Berna.

Los apoyos salieron del respaldo de las potencias occidentales que acostumbra tener Kiev y sumó la adhesión de Latinoamérica, África, Asia y Oceanía. 57 jefes de Estado, 30 ministros y seis embajadores fueron parte del grueso estatal de la conferencia.

De Europa, principal testigo de las consecuencias de los dos años de guerra, asistieron los máximos mandatarios de Alemania, Francia, España, Italia, Portugal y Reino Unido. Resaltó la decisión de Bielorrusia de no mandar comitiva, uno de los aliados regionales de Rusia, y la de Rumania, que envió a Luminița-Teodora Odobescu, ministra de Relaciones Exteriores, en reemplazo del presidente y candidato a la secretaría general de la OTAN, Klaus Iohannis.

Los jefes de Estado de Estonia, Finlandia, Georgia, Letonia, Lituania, Moldavia y Polonia, los otros vecinos de Ucrania, participaron del encuentro en Berna para mostrar su apoyo. De la costa del Mar Negro, por Turquía estuvo el líder de la cartera de Exteriores, Hakan Fidan mientras que el presidente de Bulgaria encabezó la comitiva de su país.

Hubo una presencia casi total por parte del bloque de Latinoamérica. Los presidentes de Argentina, Chile, Colombia y Ecuador acompañaron el pedido de paz mientras que en Brasil, México, Perú y Uruguay fueron los ministros y embajadores quienes participaron de la cumbre.

De otras partes del mundo se destaca la asistencia de Australia, Canadá, Corea del Sur, India, Iraq, Israel, Japón, Nueva Zelanda y Sudáfrica. Por el sector de las organizaciones mundiales, Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea, en sus distintos niveles institucionales y la central religiosa Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, formaron parte del encuentro en Suiza.

Estados Unidos: Biden no, Harris si

Tras viajar al G7 realizado en Borgo Egnazia, el presidente estadounidense Joe Biden no estuvo en Berna para acompañar el pedido de paz en Ucrania. En su lugar estuvo la vicepresidenta Kamala Harris  quien acompañó a Volodimir Zelenski en el pedido de paz.

Harris viene sosteniendo en la última semana parte de la agenda geopolítica de Estados Unidos, con conversaciones con la presidente electa de México, Claudia Sheinbaum, y realizando algunos de los anuncios respecto a Ucrania e Israel, otro de los países en guerra que tiene el respaldo de Washington. Entre ellos, informó sobre un nuevo paquete de ayuda de más de 1.500 millones de dólares para reconstruir la infraestructura ucraniana.

El desembolso se suma a los 96 millones de euros prometidos por Noruega en el marco de la conferencia en Berna.

Conclusiones de la cumbre en Berna

La discusión por la paz entre los principales mandatarios del mundo en Suiza concluyó con una declaración firmada por 79 países de los 92 países, incluyendo a todos los miembros de la Unión Europea, Argentina, Colombia, Filipinas, Estados Unidos, Ghana, Guatemala, Kenia y Qatar.

El documento reitera la necesidad de respetar la integridad territorial y la soberanía de Ucrania además del rechazo conjunto a la amenaza nuclear que ronda el conflicto. Además, la firma en Berna implica una solicitud de intercambio de prisioneros y el retorno a salvo de “todos los niños ucranianos deportados y desplazados ilegalmente“.

La cumbre también representa una negativa contundente a las condiciones de paz anunciadas por el presidente Vladimir Putin, que exigen el retiro de las tropas ucranianas del territorio anexionado por Rusia en 2022 y la renuncia de Ucrania a ingresar a la OTAN.

De los Estados que se negaron a apoyar el texto, se encuentran algunos actores importantes de la diplomacia mundial como Brasil, México, Colombia, India, Sudáfrica e Indonesia. Coincidentemente, son los países que no enviaron a sus mandatarios y si a diplomáticos o a ministros de Exteriores.

Los otros países que se rehusaron a acompañar la declaración de la Conferencia de Paz son:

• Arabia Saudita
• Armenia
• Bahrein
• Emiratos Árabes Unidos
• Irak
• Jordania
• Libia
• Tailandia

Uno de los motivos para no acompañar el escrito fue la ausencia de la delegación rusa, que rechazó la invitación y decidió no participar del primer proceso de paz para el conflicto con Ucrania. Estos países consideran que no se puede hablar del fin de la guerra sin contemplar al otro bando, pese a mostrar un posicionamiento más cercano a Kiev que a Moscú.

El vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, se refirió a la cumbre y le pidió al gobierno de Ucrania que consideren el ofrecimiento inicial de Putin, aclarando que no es un “ultimátum” sino de “una iniciativa de paz que toma en cuenta las realidades del terreno”.

Además, el portavoz se dirigió directamente al presidente ucraniano y lo invitó a cambiar su postura. “Un político que pone los intereses de la patria por sobre los suyos y el de sus patrones reflexionaría sobre semejante propuesta”.

Si bien la conferencia sienta las bases para un pedido formal por la paz, la cumbre sirvió más para demostrar apoyo a Volodímir Zelenski e instar a Rusia a sentarse a dialogar en igualdad de condiciones, un paso que el Kremlin se niega a dar a dos años del comienzo de la guerra.