Foro de las Naciones Libres Posrusas, la organización que habla de “desputinizar” Rusia

Compuesta por figuras nacionales y del extranjero, el foro pretende sentar las bases ante una eventual caída de la Rusia de Vladimir Putin.

Mientras Vladimir Putin va rumbo a ser el mandatario más longevo de la historia de la Federación Rusa, los opositores, expulsados por el poder político, debaten las posibilidades de fragmentación. El Foro de las Naciones Libres Posrusas pretende dar el diálogo “necesario” para pensar en una Rusia después de Putin y favorecer el surgimiento de territorios independientes.

En DEF te contamos cómo surgió este foro y qué pretende hacer con los dominios de Moscú.

¿Qué es el ​​Foro de las Naciones Libres Posrusas?

El capital político que Putin cosecha en Rusia desde 1999 parece en algún punto indiscutible. El apoyo no deja de crecer y en marzo fue reelecto por seis años más. El mandatario estará en el poder hasta 2030 y no parece haber una oposición que discuta con altura el futuro de Rusia.

Sin alternativas al poder y con sus rivales muertos o en el exilio, Putin tiene camino libre para hacer lo que desee. A raíz de esta situación, surge el Foro de las Naciones Libres Posrusas el 8 de mayo de 2022, y un año más tarde Rusia lo cataloga como “organización indeseable”.

Este espacio de discusión comenzó a agrupar a distintos referentes opositores rusos de regiones como Chechenia y Siberia y repúblicas como Tartaristán, pero también a simpatizantes extranjeros de países periféricos como Ucrania y Polonia, sede del primer foro.

A la primera edición del debate asistió el exdiputado de la Duma estatal Ilya Ponomarev, el político opositor bielorruso Pavel Latushko; la eurodiputada y exministra de Asuntos Exteriores de Polonia, Anna Fotyga; el exministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Pavlo Klimkin; y el exsecretario de Defensa de los Estados Unidos, Christopher Miller.

Junto a otros exponentes se pidió por la desintegración de Rusia y la reconfiguración territorial en regiones independientes. La nueva divisón contemplaría el bienestar de los distintos pueblos que sufren un “etnocidio y genocidio”, según denuncia la organización.

El ​​Foro de las Naciones Libres Posrusas ya tuvo más de 10 ediciones celebradas en países como Polonia, Ucrania, Italia y Alemania. El último debate se hizo en Estados Unidos, donde The Jamestown Foundation ofició de organizador en Washington.

The Jamestown Foundation es un grupo de expertos conservadores en política de defensa que brinda información y análisis sobre Eurasia, principalmente China y Rusia, y el terrorismo en África y Medio Oriente.

Las cinco metas de la organización en Rusia

El Foro de las Naciones Libres Posrusas establece una serie de metas a partir de una hipotética caída del gobierno de Moscú:

• La reconstrucción de los territorios separados de Rusia en estados democráticos estables y soberanos.
• La desimperialización y descolonización para asegurar la independencia cultural, política y económica, y a la vez alcanzar el derecho a la autodeterminación.
• La desmilitarización y desnuclearización del espacio ruso en busca de reducir las bajas en caso de un resurgir del régimen dictatorial o de células terroristas.
• La desputinización y desnazificación a partir de la ​​investigación de criminales del régimen ruso, castigo de los criminales de guerra y depuración de participantes del gobierno.
• La reconstrucción económica y social para garantizar la estabilidad de las instituciones, la democracia y la integración de nuevos Estados en un sistema de cooperación que contemple todas las formas organizacionales de gobierno.

En los documentos que se pueden encontrar en su página web, el Foro no hace mención sobre las herramientas a utilizar para conseguir cada uno de los objetivos. Sin embargo, se pueden hallar la Declaración de las Organizaciones Territoriales y el Pacto Nuclear, ambos documentos firmados en diciembre de 2023 durante la 9na edición del Foro en Roma y Berlín.

La primera declaración establece las actuales fronteras de la Federación Rusa como punto de partida para discutir la división territorial de los futuros Estados o repúblicas. Esta discusión y el posterior reparto de las tierras se daría entre las partes involucradas de forma pacífica y con la participación de veedores internacionales.

El texto cita a Estados Unidos, Japón, Corea del Sur y los miembros de la OTAN como interventores en caso de que haya desacuerdos entre las naciones libres posrusas.

La desnuclearización si está plasmada en el Pacto Nuclear con el objetivo de traer paz a Eurasia. El documento menciona que el abandono del arsenal nuclear dentro del espacio ruso es “un componente integral y lógico de la descolonización del último imperio de Europa”. Además, lo establece como “condición básica para el reconocimiento, legitimación y futuras asociaciones internacionales de los nuevos territorios”.

Los nuevos territorios posrusos

El ​​Foro de las Naciones Libres Posrusas, con visible apoyo de políticos de Estados Unidos, la Unión Europea y Japón, ya mostró cómo visualiza el futuro ideal.

Después de la caída de Putin, Rusia dejaría de existir como nación y pasaría a fragmentarse en 43 territorios. Se mencionan nuevas entidades geopolíticas como:

• Tatarstan
• República de los Urales
• Sakha
• Bashkortostan
• Estados Unidos de Siberia
• Karelia
• Circassia
• República Báltica de Ingushetia-Kaliningrado y el Este de Prusia
• Buryatia
• Federación del Pacífico
• Nogai
• Tyva
• Chuvashia
• República del Don
• Federación Tyumen-Yugra
• Komi
• República de Tver
• Altai
• Kuban
• Federación Volga
• Byarmia
• Riston
• República de Novgorod
• Smalandia
• Federación Zalessye
• Khakassia
• República de Pskov
• Kumykia
• Koland
• República de Chernozemye

Tatarstan, Sakha, Bashkortostan, Estados Unidos de Siberia, Karelia, Buryatia, Tyva, Chuvashia, Federación Tyumen-Yugra, Altai, Federación Volga, Khakassia, Pskov, Kumykia, Koland y la República Báltica de Ingushetia-Kaliningrado serían territorios basados en organizaciones territoriales actuales como óblast, distritos federales o repúblicas autónomas.

Por otro lado, se crearían nuevas jurisdicciones con el objetivo de restituir tierra histórica a distintos pueblos que componen la Rusia actual. La República de los Urales reconocería el intento independentista en 1993, el pueblo de Circassia ocuparía las repúblicas de Adygea, Karachay-Cherkessia y Kabardino-Balkaria, y Nogai devolvería la tierra conquistada a los nómadas turcos.

Kubai restituiría un ex óblast del Imperio Ruso desde 1860 hasta 1918, Byarmia volvería a existir en los actuales óblast de Arkhangelsk y en la Península de Kola, y la República de Chernozemye agruparía los oblasts de Vorónezh, Lípetsk, Bélgorod, Tambov, Oriol y Kursk.

Y por último, la República del Don haría una nueva aparición después de su efímera constitución durante la Guerra Civil Rusa, y la República de Novgorod heredaría los dominios del estado medieval que existió durante los siglos XII y XV en el Rus de Kiev.