“De aquellos 50.000 que aumentó, 17.000 son menores de 18 años, o sea, casi un tercio de lo que aumentaron es esa población de menores de 18 (…) pero las edades mayores a 18 años también aumentaron respecto a 2019, no hay un tramo etario de los que publica el INE en que el valor del 2023 no sea superior al 2019”, criticó Daniel Olesker.
El análisis de la pobreza y la distribución del ingreso en Uruguay durante el año 2023 revela preocupantes tendencias y desafíos en materia social y económica para el gobierno del liberal Luis Lacalle Pou, que entra en su etapa final y que se ve traslapado con la campaña electoral en ciernes.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa de pobreza en personas se mantuvo en un 10,1%, una cifra que, si bien se estabilizó con respecto a 2022, muestra un incremento de 1,3 puntos porcentuales desde 2019. Este fenómeno adquiere particular relevancia al observar su impacto en diferentes grupos demográficos.
En el caso de los menores de seis años, la incidencia de pobreza alcanzó el 20,1%, destacándose como más de nueve veces superior a la registrada entre los mayores de 65 años. Este contraste refleja una realidad preocupante, donde la pobreza infantil se presenta como un desafío significativo para la sociedad uruguaya.
Datos de la Cepal posicionan a Uruguay como el país con el perfil más infantilizado de pobreza en la región, enfatizando la necesidad de políticas focalizadas en la primera infancia.
El análisis temporal muestra que, si bien las variaciones anuales se mantienen dentro del margen de error, el aumento de la pobreza desde 2019 es evidente, subrayando la persistencia de esta problemática a lo largo del tiempo. La situación se agrava al desagregar la información por criterios como género, ascendencia y ubicación territorial, donde se evidencian mayores niveles de pobreza en hogares con referente femenino, personas de ascendencia afro/negra y en determinados municipios.
El impacto de la pobreza infantil va más allá de las privaciones materiales, afectando el desarrollo integral de los niños y niñas en aspectos cognitivos, socioemocionales, de salud mental y física. Este panorama resalta la importancia de políticas integrales que no solo aborden la pobreza desde una perspectiva económica, sino que también consideren su impacto multidimensional en el bienestar y desarrollo humano.
En términos de desigualdad, el índice de Gini mostró un aumento de 1,1 puntos porcentuales desde 2019, reflejando una sociedad más desigual en términos de distribución del ingreso. La brecha entre los ingresos del 10% de mayor ingreso y el 10% de menor ingreso también se amplió, evidenciando un deterioro en los indicadores de desigualdad en los últimos años.
Las reflexiones de expertos y especialistas subrayan la necesidad de políticas públicas efectivas que aborden tanto la pobreza como la desigualdad de manera integral y sostenible. Se destaca la importancia de invertir en primera infancia, promover políticas de empleo inclusivas y focalizadas, así como medidas que atiendan las diversas vulnerabilidades presentes en la sociedad uruguaya.
Olesker: “hay 50.000 personas pobres más que en el 2019”
El Exsenador y exministro frenteamplista, Daniel Olesker, fue duro en sus críticas al gobierno por el crecimiento de la pobreza. Hacia el final de 2023 en nuestro país “hay 50.000 personas pobres más que en el 2019 y la economía creció 3% en esos cuatro años, 2,8% para ser exactos, quiere decir que a pesar de que la economía creció, la pobreza todavía no alcanza los niveles de 2019”, cuestionó al gobierno el exministro Daniel Olesker en Nada Que Perder, de la radio M24.
“Este es el dato para mí más relevante porque la pobreza es un tema de ingresos y los ingresos están asociados a que la economía mejore o empeore; si mejora, el ingreso del conjunto aumenta; sin embargo, en el subconjunto muy grande de personas en pobreza no aumentó”, agregó.
Según el economista, con base en los últimos datos del INE, “por edad, todos los tramos etarios aumentaron respecto a 2019; si tomamos de 0 a 18, los tramos de niños y adolescentes, el aumento respecto a 2019 es casi un 18%; o sea, uno de cada 5 menores de 18 años es pobre”.
Y agregó: “De aquellos 50.000 que aumentó, 17.000 son menores de 18 años, o sea, casi un tercio de lo que aumentaron es esa población de menores de 18 (…) pero las edades mayores a 18 años también aumentaron respecto a 2019, no hay un tramo etario de los que publica el INE en que el valor del 2023 no sea superior al 2019”.
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