Arancini de Sicilia (bolas de arroz rellenas y fritas)

La receta de los arancini (bolas de arroz rellenas y fritas) varía ligeramente de una región a otra, e incluso entre familias, pero te damos la receta tradicional que sigue siendo la más habitual en restaurantes y comida callejera.

Entre la rica gastronomía de Italia, pocos platos rivalizan con el arraigado encanto de los arancini sicilianos. Estas deliciosas bolas de arroz rellenas y fritas cuentan una historia rica y apasionante de la cultura gastronómica siciliana. Desde sus humildes orígenes hasta las modernas interpretaciones creativas, los arancini han perdurado como un icono culinario de la región.

Orígenes e historia de los arancini

El nombre «arancini» deriva de la palabra italiana «arancia», que significa naranja, debido a su forma y color similar al de este fruto. Los orígenes exactos de los arancini se remontan a la Sicilia medieval, donde los musulmanes influyeron en la cocina local con ingredientes como arroz y especias. Sin embargo, fue en el siglo X en Palermo, durante la ocupación árabe, cuando los arancini se popularizaron. Originalmente, eran una forma ingeniosa de aprovechar las sobras de arroz cocido, convirtiéndolas en una comida portátil para los trabajadores del campo y los viajeros.

A medida que evolucionaba la receta, los sicilianos comenzaron a experimentar con diferentes rellenos, que iban desde ragú de carne, guisantes y mozzarella hasta espinacas y queso. Hoy en día, los arancini son una parte esencial de la cocina siciliana, disfrutados como aperitivo, merienda o incluso como plato principal en ocasiones especiales.

Receta Clásica de Arancini de Sicilia

Ingredientes

• 2 tazas de arroz Arborio o Carnaroli
• 4 tazas de caldo de pollo
• 1 cucharada de mantequilla
• 1/2 taza de queso parmesano rallado
• 2 huevos batidos
• 1 taza de pan rallado
• 250 de mozzarella fresca en cubos (o cualquier queso tierno y fundente)
• 1 taza de salsa de tomate (opcional) y más salsa de tomate para servir
• Aceite vegetal para freír
• Sal y pimienta al gusto
• Relleno opcional: ragú de carne, guisantes, hojas de espinacas, entre otros

Elaboración

1. En una olla grande, hierve el arroz en el caldo de pollo hasta que esté al dente. Retira del fuego y agrega la mantequilla, la cucharada de tomate (esto es opcional) y el queso parmesano. Mezcla bien y deja enfriar.
2. Toma una porción de arroz en la palma de tu mano y forma un pequeño hueco en el centro. Coloca un cubo de mozzarella y una cucharada de tu relleno elegido (si decides agregarlo).
3. Cubre el relleno con más arroz y forma una bola compacta. Repite este paso hasta que hayas utilizado todo el arroz.
4. Para empanar, pasa cada bola por harina, huevo batido y luego por pan rallado, asegurándote de cubrirlas uniformemente.
5. Calienta el aceite en una sartén grande a fuego medio-alto. Fríe los arancini hasta que estén dorados y crujientes por fuera. Escúrrelos sobre papel de cocina para eliminar el exceso de aceite.
6. Sirve los arancini calientes con salsa de tomate para acompañar.

Variedades de Arancini, la diversidad siciliana

En Sicilia, la creatividad culinaria ha dado lugar a una amplia gama de variedades de arancini, cada una con su propio encanto y sabor distintivo. Algunas de las variedades más típicas incluyen:

1. Arancini al ragú: Rellenos con un rico ragú de carne, estos arancini son una opción popular tanto para el almuerzo como para la cena.
2. Arancini con mozzarella e prosciutto: Una variante más indulgente, estos arancini están rellenos de mozzarella derretida y finas lonchas de prosciutto (jamón).
3. Arancini alle verdure: Ideales para los amantes de los vegetales, estos arancini están rellenos de una mezcla sabrosa de verduras salteadas, como espinacas, guisantes y champiñones.
4. Arancini al burro: Una opción más sencilla pero igualmente deliciosa, estos arancini están rellenos solo con mantequilla y queso parmesano, permitiendo que los sabores básicos brillen.

Fuera de Sicilia, los arancini han ganado popularidad en todo el mundo y han sido reinterpretados con ingredientes locales y técnicas culinarias únicas. En lugares como Nueva York, Melbourne y Buenos Aires, los chefs han puesto su propio giro a este clásico siciliano, creando combinaciones innovadoras que reflejan la diversidad cultural y gastronómica de sus respectivas regiones.