De número dos de Iglesias a mano derecha de Díaz: las tesis de Errejón ganan siete años después de Vistalegre 2

La de Íñigo Errejón es la historia de un político que sabe reciclarse. El confundador de Podemos pasará a ser la próxima semana el portavoz del grupo parlamentario de Sumar, la coalición liderada por Yolanda Díaz. Sustituirá en el cargo a Marta Lois, que dejará su escaño en el Congreso para dedicarse de lleno a la campaña en Galicia. El nombramiento de Errejón fue ratificado el miércoles por el grupo Ejecutivo de Sumar —del que él forma parte— y su propuesta, según explican fuentes del grupo, ha sido consultada y aprobada “por todas las formaciones representadas en el Grupo Plurinacional en el Congreso”.

La elección de Errejón era un secreto a voces dentro del grupo a pesar de que había más aspirantes para el puesto. En los últimos meses el líder de Más País, cuya marca ha decidido integrarse por completo en el proyecto de Díaz —a excepción de Más Madrid—ha ido escalando posiciones dentro de Movimiento Sumar. Además de formar parte de la dirección Díaz le asignó el encargo, junto con Lois, de redactar el documento político para la asamblea constituyente prevista para el 23 de marzo. El madrileño también está participando en los actos de precampaña de los comicios gallegos y acompañó a Díaz y Lois en el acto de inauguración.

Desde Sumar consideran que reúne “todos los requisitos” para ser buen portavoz. Fuentes de la formación subrayan que, a diferencia de Lois, cuenta con bagaje y experiencia en el cargo —fue portavoz de Unidas Podemos entre 2016 y 2017— sabe comunicar bien y elabora buenos discursos —en los premios parlamentarios de 2021 fue designado como mejor orador—. “Es el mejor rol para Errejón, una vez asumido que el apaciguamiento que ejercía Lois es difícil de mantener una vez ella se va”, explican fuentes de la dirección de Sumar a infoLibre.

Díaz eligió en un primer momento a Lois por un doble motivo: además de ser una persona de su entera confianza, le encargó ejercer de coordinadora de un grupo difícil de coordinar. Con ocho familias políticas en su seno, dentro de Sumar coexistían grupos que se habían enfrentado en las urnas pocos meses antes y también en la interna, como ocurría con Errejón y la dirección de Podemos. Con la elección de Lois, Díaz buscaba “apaciguar” los ánimos dentro del grupo y, según explican las fuentes consultadas, ejercer de “puente” entre unos y otros.

Tras la marcha de Podemos del grupo parlamentario el pasado mes de diciembre, la vicepresidenta segunda del Gobierno aceleró la elección de Errejón, según explican fuentes de Sumar. Los morados ya aceptaron el pacto a regañadientes del 23J después de que su número dos, Irene Montero, se quedara fuera de las listas y, tras quedarse fuera del reparto ministerial y también de la dirección del grupo parlamentario, los cinco diputados anunciaron su salida.

Estas mismas fuentes aseguran que los morados nunca hubieran aceptado que ocupara ese cargo, por lo que la elección hubiera recaído en otra persona, como por ejemplo en la actual portavoz adjunta, Aina Vidal. Sin embargo, desde Sumar no se le quiere dar tanto poder a los comunes,  ya que además de tener al ministro Ernest Urtasun al frente de Cultura, éste también es el portavoz de las ruedas de prensa que se celebran los lunes.

El nombre de Errejón, no obstante, también despierta recelos en otros de los participantes del espacio, como Izquierda Unida —el madrileño se opuso, desde un primer momento, a que Podemos se uniera con los de Alberto Garzón para ir en coalición en 2016—. Por ese motivo Sumar les ha compensado con una figura de nueva creación, la del portavoz suplente, un cargo que ejercerá Enrique Santiago. Según explican fuentes de Sumar, tendrá las mismas potestades que un portavoz adjunto, es decir, poder de firma en nombre de todo el grupo y presencia en la Junta de Portavoces. Cuando se constituyó el grupo, IU se quedó sin ningún puesto y pidió que las portavocías fueran rotatorias.

Con la elección del exdirigente de Podemos, Díaz también busca asentar su propio proyecto, ya que Errejón es un “cuadro político que a Yolanda le viene muy bien para desarrollar Movimiento Sumar”, explican fuentes de Sumar. Un interés que opera en ambas direcciones, ya que Errejón está cada vez más distanciado de la líder de Más Madrid y ministra de Sanidad, Mónica García, y, si lo elige, Díaz le daría la oportunidad de construir una formación con personas afines.

El ascenso de Errejón supone dar vía libre a las tesis que él mismo desarrolló en Vistalegre 2 —pese a que, entonces, fue derrotado por Pablo Iglesias— con una perspectiva más transversal sobre la política. La idea de Errejón pasaba por que Podemos evitara quedar caricaturizada en el imaginario colectivo como un partido de extrema izquierda “con fuerte capacidad de protesta” pero “poca capacidad real de cambiar la realidad”, defendía desarrollar una relación con el PSOE basada en la colaboración, no en la confrontación, y abogaba por aliarse con formaciones como Izquierda Unida en función del contexto y las circunstancias.

Tras perder Vistalegre 2 y enemistado abiertamente con Iglesias por la Operación Jaque al Pastor, Errejón se quedó en Podemos pero fue apartado de sus cargos. Su salida de la formación llegó hace cinco años, en una carta publicada el día del quinto aniversario del partido, el 17 de enero de 2019. Iglesias se encontraba entonces de baja por paternidad, y era Irene Montero, ex ministra de Igualdad y entonces portavoz de la formación en el Congreso, quien estaba a los mandos del partido. Errejón asestaba, así, el golpe definitivo a una formación que ayudó a crear, al que le dedicó cinco años, dos Vistalegres y en el que libró muchas batallas internas.

Tras su marcha de Podemos, Errejón se alió con la exalcaldesa Manuela Carmena para confluir conjuntamente a las elecciones autonómicas y municipales bajo la marca de Más Madrid. Él como candidato a la comunidad y ella al ayuntamiento. Ninguno de ellos logró su principal objetivo: la suma de las fuerzas progresistas. Carmena ganó en la capital pero el pacto de PP, Ciudadanos y Vox devolvió la alcaldía a los primeros, de la mano de José Luis Martínez Almeida. Carmena renunció poco después y fue sustituida por Rita Maestre —un puesto que también ambicionaba la exteniente de alcalde, Marta Higueras—, que en las últimas municipales concurrió como cabeza de cartel y quedó en segunda posición, muy lejos de la mayoría absoluta del PP.

El exdirigente de Podemos, por su parte, se consolidó al frente de Más Madrid como tercera fuerza en la Asamblea madrileña con 20 escaños frente a una entonces desconocida Isabel Díaz Ayuso, pero a los pocos meses renunció para lanzar su candidatura a nivel nacional con Más País —tras la repetición electoral de noviembre—, donde obtuvo un resultado muy alejado de sus aspiraciones: dos escaños. El suyo y el de Inés Sabanés, de Equo. Tras una legislatura en la que el apoyo de Más País estaba garantizado en prácticamente cualquier ley del Ejecutivo de coalición, Errejón fue acercándose cada vez más a Díaz, hasta el punto de que se convirtió en uno de su asesores de cabecera en campaña electoral. Ahora, la vicepresidenta le premia con una portavocía.