Refugiados rohinyás protestan contra el cierre de la oficina de ACNUR en Sri Lanka

Colombo, 2 ene (EFE).- Decenas de refugiados rohinyás se manifestaron este martes para mostrar su frustración por el cierre previsto de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Sri Lanka, ante la falta de soluciones permanentes a su situación.

“No sabemos lo que pasará cuando se vayan del país”, lamentó a EFE uno de los refugiados, que pidió el anonimato debido al temor a represalias en una nación que, como otras del Sur de Asia, no reconoce la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 ni su Protocolo de 1967.

Huidos de la represión en su Birmania (Myanmar) natal, cuyas autoridades desataron en 2017 una ola de violencia calificada de intento de genocidio, los refugiados rohinyás han contado hasta ahora con el apoyo de la agencia de la ONU en Sri Lanka.

“ACNUR nos daba una paga mensual para cubrir nuestros costes de comida, alojamiento, vestimenta, comunicación, transporte y otras necesidades”, explicó el refugiado, durante una protesta frente a la sede de la agencia en la nación isleña.

Coreando eslóganes como “queremos justicia” o “no más vida de refugiados”, los manifestantes subrayaron su temor a que la partida de ACNUR cierre las puertas a una solución durable, como la repatriación o el realojamiento en otro país.

“Queremos negociar con el Gobierno de Birmania y que nos repatríen, otra (opción) es que el Gobierno de Sri Lanka nos dé la ciudadanía, y por último nos podrían enviar a un país occidental para que podamos comenzar nuestras vidas ahí”, dijo a EFE Abubakkar, otro de los manifestantes.

Este joven de 27 años destacó que ha sido un refugiado toda su vida, ya que su familia huyó de Birmania al vecino Bangladesh en 1992.

Un oficial de ACNUR, que pidió el anonimato, confirmó a EFE que la oficina en Colombo será cerrada, sin especificar la fecha, una decisión criticada también por expertos en derechos humanos.

“ACNUR debería tener un plan de salida. Ahora mismo, no hay ni plan ni solución para los refugiados”, dijo a EFE el abogado Suren D. Perera.

Bangladesh acoge actualmente a casi un millón de miembros de esta perseguida minoría, de origen étnico bengalí y que profesa mayormente el islam, mientras continúa la huida de rohinyás en barco tanto de Birmania como de su país de acogida por medio de precarias embarcaciones.

Sri Lanka rescató, en 2022, a más de un centenar de rohinyás que se encontraban a la deriva en uno de estos barcos, y que se unieron a los cerca de 800 refugiados de distintas nacionalidades reconocidos por ACNUR en la nación isleña. EFE

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