– Su padre fue Alcibiades Fernández, el ex senador…
– Sí. Volvimos del exilio gracias a la gesta libertadora de 1989. Mi padre fue parte integrante de la ANR en el exilio (Anrer) y a su retorno fue senador de la nación.
– ¿De qué trata “Entre dos Revoluciones”, este libro que lanzó hace poco?
– El libro es “Entre dos revoluciones. Ensayo sobre el proceso político paraguayo, 1810-1936″. Trata del proceso político paraguayo desde la Revolución de la Independencia hasta la Revolución (febrerista) de 1936. Me propuse dar una versión contraria a la historia oficial…
– ¿Historia oficial, cuál?
– Sí, la que da sustento ideológico de los gobiernos de turno…
– De los detentadores del poder de turno…
– Claro, de los que convierten la historia en fábula alejada de la realidad. La usaron gobernantes de turno para ocultar fechorías.
– Como ese gobierno de 1999. Oficialistas y opositores se juntaron, engañaron, inventaron una historia y se repartieron el Estado como botín. Se llevaron todo.
– Algo así. Se miente mucho cuando existe un desconocimiento ciudadano de la realidad. Este trabajo desarrolla la Primera República (1811- 1870) y la Segunda República (1870-1936). Me falta el período 1936-1947 y un tomo final a partir de la Revolución de 1947 hasta la consolidación del gobierno dictatorial de Stroessner en 1960. En este último voy a incluir una serie de documentos publicados en el exilio por los combatientes de ese régimen de triste memoria.
Hay que romper la estructura tradicional colorado-liberal
– ¿Qué se resalta de esa primera parte?
– La Primera República tiene tres etapas políticas bastante definidas y muy distintas entre sí. La primera abarca al levantamiento del 14 y 15 de mayo de 1811, la Asamblea de junio de ese año, la primera Junta de Gobierno y el Consulado; en este periodo de definiciones, la participación del pueblo por vía de las asambleas multitudinarias fue una norma. Luego vino la dictadura de Francia. La consulta popular desapareció y el país fue gobernado según el capricho del dictador que dejó inalteradas las relaciones y modos de producción de la época colonial. Es notable que un líder comunista, como lo fue Oscar Creydt, contradiciendo la versión oficial de la izquierda haya dicho que ese régimen suprimió toda institución representativa de la soberanía popular y educó al pueblo en el culto a la personalidad y en la renuncia a la actividad política. Le sucedió el gobierno de los López, que incluye al Consulado ejercido por Carlos Antonio y Mariano Roque Alonso. Esta etapa tiene un neto contraste con el gobierno anterior. Se abocó a crear un Estado mercantilista de modernización del país para sacarlo de su atraso.
– No fue una democracia. A Carlos Antonio lo llamaron “Primer Presidente Constitucional” pero le sucedió su hijo…
– Fue un gobierno oligárquico donde la familia López, sus parientes y allegados gozaban de los mayores privilegios. Solo los ciudadanos propietarios podían ser miembros del Congreso que se reunía cada cinco años. Ellos eran elegidos a su vez por otros propietarios. En su mensaje al Congreso reunido en 1854, Carlos Antonio explicó porqué para “regenerar” a la República era necesario un tipo de gobierno autoritario, coartador de libertades y derechos políticos.
– Era nepotismo de todos modos…
– Muy a la moda actual, el nepotismo durante ese Gobierno era visto como algo normal, natural.
– ¿Fue inevitable la Guerra de la Triple Alianza?
– La Guerra de ninguna manera debió ocurrir, mucho menos en esa época. No se agotaron todas las instancias diplomáticas, estando el país completamente desarmado y con una población que no llegaba a medio millón de habitantes. El Mariscal, a partir de marzo de 1863 mantuvo correspondencia amistosa con el general Mitre a quien le propuso solucionar los asuntos de límites pendientes con Argentina. La última nota intercambiada es de febrero de 1864. Las disputas entre el Imperio del Brasil y la República Oriental del Uruguay involucraron a López en un conflicto en el que él, en un primer momento, haciendo caso de los consejos de su padre, fue reacio a intervenir. La hábil política diseñada por Juan José de Herrera, ministro de Relaciones Exteriores del Uruguay, llevada a cabo por José Vázquez Sagastume, acabaron envolviéndolo en una disputa que no era de su incumbencia.
– ¿Porqué los aliados no se repartieron el territorio?
– Después de la muerte del Mariscal en 1870, inmediatamente comenzó también el resquebrajamiento de la Alianza y el Paraguay pudo obtener algún beneficio. Las estipulaciones del Tratado del 1° de mayo de 1865 (de la Triple Alianza) no pudieron ser aplicadas en su totalidad. Esa situación permitió que gran parte del Chaco reclamado por Argentina quedara bajo soberanía paraguaya. Se instalaron autoridades provisorias y estas se comprometieron a llamar a una asamblea constituyente.
– La Constitución de 1870…
– La Constitución liberal data del 18 de noviembre de 1870. Rigió con altibajos hasta 1940. Este proceso de elección de autoridades, arreglo de límites y la Deuda de Guerra con los vencedores fue acompañado por un conjunto de actos escabrosos, repleto de violencia y crímenes en unos ocho años. Recién con el gobierno de Cándido Bareiro en 1878 podemos decir que la Segunda República comienza a funcionar legítimamente.
– ¿A quiénes se llamaba legionarios?
– Era un grupo de ciudadanos que huyó del Paraguay para instalarse principalmente en Buenos Aires, descontento con los gobiernos de Francia y los López. Entre ellos estaba Manuel Pedro de Peña que era primo de Juana Carrillo, esposa de Carlos Antonio López. Ese grupo formó la llamada “Asociación Paraguaya” para llevar adelante una campaña política contraria al Gobierno. Al comenzar la Guerra, la Asociación decidió crear un cuerpo militar de voluntarios que se alistaron a favor de la Triple Alianza. Su fundamento era “contribuir a la magna obra de liberación del pueblo paraguayo”. De ahí deriva el adjetivo “legionario” como sinónimo de traidor a la Patria.
– Lógicamente fueron los mandamases de la post Guerra…
– Asunción fue ocupada en enero de 1869. Ellos participaron en todo el proceso de creación del Gobierno Provisorio y en la subsiguiente etapa. Carlos Loizaga y José Díaz de Bedoya, integraron el Triunvirato Provisorio. Loizaga también ostentaba el grado de sargento mayor en la “Legión Paraguaya”.
– Son datos históricos que no todos quieren saber o quieren olvidar, o borrar de la memoria. Son muy tristes..
– El tercer miembro de ese Triunvirato fue Cirilo Antonio Rivarola. Este fue combatiente en el Ejército nacional donde alcanzó el grado de sargento. Caído prisionero se lo acusó de servir de baqueano de las tropas enemigas. Varios de los legionarios incluyendo entre ellos a los de la “Asociación”, ocuparon la Presidencia: Salvador Jovellanos, Vicepresidente en ejercicio del Poder Ejecutivo, Juan Gualberto González, Juan Bautista Egusquiza y Benigno Ferreira. Estaban los Decoud, Machaín, Jaime Sosa y varios más en su papel de constituyentes y legisladores.
– Ya desde ese tiempo los gobiernos se sucedían por golpes militares…
– Hay que tener en cuenta que la derrota de la Guerra no solo exterminó a gran parte de la población, en particular la masculina, arrasó también con todas las instituciones de la Primera República. De la nada hubo que construir un nuevo Estado con personas que no tenían el conocimiento suficiente para hacer andar un proceso de gobernanza basado en la legitimidad de mando y en los principios enunciados por la nueva Constitución. A pesar de las deficiencias, los gobiernos de Bareiro, Caballero, Egusquiza y Escurra apuntaron hacia ese objetivo de armonía social. También el de Aceval pero el método utilizado por él para lograr el consenso de la oposición no le ayudó a conseguir una concertación en su partido. Obviamente fue obligado a renunciar.
– No se pudo nunca instaurar la libertad y la democracia…
– Un modelo de sociedad abierta no fue posible consolidar en los primeros 34 años de la post Guerra. Eso produjo su desahucio.
– ¿Cuál pudo ser el Gobierno más destacado?
– Creo que el Gobierno del general Ferreira, sucesor del surgido a consecuencia del Pacto del Pilcomayo de diciembre de 1904. Apuntó a lograr la modernización del Estado y la integración de la oposición. Sin embargo, a través de un Golpe fueron sus propios correligionarios los que se encargaron de hacerlo fracasar en 1908. La juventud radical de entonces se equivocó al llevar adelante un proceso de desarrollo social utilizando métodos jacobinos (radicales). Siguieron cuatro años de anarquía y enfrentamientos bélicos. Los principales responsables de esa corriente política no fueron capaces de esperar el fin del Gobierno constitucional de Ferreira…
– ¿Quiénes?
– Todos del mismo equipo, los más comprometidos: Manuel Gondra, Albino Jara, Adolfo Riquelme y Eduardo Schaerer. Recién con la muerte de Jara en mayo de 1912 después de la batalla de Paraguari se pudo establecer una suerte de normalidad política. Esta circunstancia llevó a Schaerer a la Presidencia. Este inauguró un período de hegemonía radical que duró hasta la revolución de febrero de 1936. En este período aparecen con destaque las presidencias de Manuel Franco, Eligio Ayala y Eusebio Ayala.
– Lo que tampoco se recuerda mucho es que Eusebio Ayala ganó la Guerra del Chaco pero un Golpe lo destituyó y lo apresó junto a Estigarribia y otros más. ¿Qué pasó ahí?
– El ordenamiento político-económico mundial vigente hasta el comienzo de la Primera Guerra Mundial en 1914, se desmoronó. Los países beligerantes acabaron con sus economías agotadas, casi destruidas por la deuda, excepto Estados Unidos y Gran Bretaña. Aparecieron nuevos modelos de gobernanza y producción como el de la Unión Soviética, la Italia Fascista, el Nuevo Estado Corporativo Portugués, etc. Para hacer frente a este descalabro que adquirió mucha más gravedad después del inicio de la gran depresión de 1929, los sistemas económicos liberales de Europa y América del Norte comenzaron a cambiar para sobrevivir. En el Paraguay el cambio fue lento, imperceptible. Al terminar la Guerra del Chaco, los militares que volvieron del frente con una aureola victoriosa más que merecida, esgrimiendo un argumento de orden castrense baladí, hicieron trizas el modelo liberal nacional que seguía impertérrito ante la ola de cambios. Allí nació el “partido militar” de preponderancia mayúscula hasta el fracasado alzamiento del general Lino Oviedo el 22 de abril de 1996.
– ¿Cómo ve el proceso político actual?
– Cuando volvimos del exilio tuvimos muchas esperanzas en el proceso democrático que comenzaba como consecuencia del levantamiento militar de febrero de 1989. Han pasado 35 años de la gesta, el mismo lapso que el dictador Stroessner estuvo en el poder. Aunque las libertades civiles permanecen de pie no podemos asegurar que estas sean firmes ni que haya un interés mayúsculo de parte de las autoridades ni de la ciudadanía en preservarlas, ni tampoco de querer combatir a la corrupción y el clientelismo político. Los partidos, otrora organizaciones preocupadas por dar un mínimo de formación a los militantes, se han transformado en meras organizaciones electoralistas.
– ¿Todos los partidos?
– Están todos en la misma bolsa. Los partidos dejaron de cumplir con sus objetivos altruistas. Hay impresionantes ejemplos de inmoralidad. Es notable cómo se abroquelan para defender a ese senador que jamás pisó una facultad dando por válida su profesión de abogado, o se aprueban iniciativas en contra del orden democrático. También la oposición comete el mismo pecado capital cuando cae en ese mismo error o calla ante ese escándalo de contrataciones masivas de hijos, esposas, hermanos, suegros y consuegros con salarios millonarios en un país carenciado. Estos ejemplos apenas son una gota en el océano de corrupción en que navega nuestro país.
FUENTE DE ESTA NOTICIAS ABC COLOR PARAGUAY