El sector público “no es una agencia de empleo”, asegura diputado González

El diputado colorado Luis “Tiki” González Vaesken dijo que en lo personal y sin ánimo de menoscabar no recomendaría a su hijo trabajar en la función pública. Considera que en el sector privado hay muchas más posibilidades. Coincide en el reclamo ciudadano que repudia el uso de influencia política para lograr nombramientos de parentelas en diferentes cargos públicos, la mayoría, con salario superior al que percibe cualquier otro trabajador.

Insiste que en el sector privado hay muchas más condiciones de crecer y mucho más desarrollo de acuerdo a la capacidad de cada uno. “La función pública, siempre lo dije durante toda la campaña  y lo sigo sosteniendo, no es una agencia de empleo. Es imposible que busquemos soluciones al problema de empleo en el sector público que está colapsado de funcionarios”.

Considera que, por el contrario, se debe buscar la forma de achicar el Estado y es consciente de que es una medida antipopular, pero es una realidad a la que se le debe hacer frente. Alega que respeta a familiares de políticos que van a ocupar cargos tras participar de un concurso de  méritos, pero no de forma directa.

“Si concursan, qué vamos a discutir, pero si son contratados de forma directa, eso genera malestar en una ciudadanía que está harta de la clase política; una ciudadanía que manifiesta su disconformidad por estos hechos. Ante hechos concretos, yo aconsejo poner la cara y buscar soluciones y si nos equivocamos; bueno, tenemos la posibilidad de hacer los cambios y demostrar que no tenemos interés de generar malestar en la ciudadanía”, remarcó.

INDIGNACIÓN CIUDADANA

En estos días saltaron varios casos de hijos de legisladores y otros políticos que fueron nombrados como asesores en la Cámara de Diputados, generando la indignación de la ciudadanía.

Uno de los casos bien concreto se registró Elías Godoy Torres, el hijo de la diputada Roya Torres, esposa del intendente de Presidente Franco, Roque Godoy.  Con tan solo 19 años, fue nombrado asesoro de su madre con un salario de G. 9.500.000. El hecho generó roncha en las redes sociales, obligando a la parlamentaria a pedir disculpas, culpar a la prensa y anunciar la renuncia de su hijo.

Ayer, el presidente Santiago Peña fue consultado al respecto y dijo que esto no viola las leyes de nepotismo y tráfico de influencias, pero sí representa un “problema ético y moral”.